Inimaginable que por amor se hagan cosas impensables. La sola brecha de esperanza que me dio Madison fue todo para ir a por todo o a por nada.Contemplo la vista que se extiende ante mí de Palermo, fumando en el balcón mientras medito un poco las cosas. ¿Por qué tendría que empezar a demostrar que realmente quiero estar con ella? Ni siquiera sé qué carajo hacer... Se me funde la cabeza no tener nada en mente y ni sé si estará bien algo que haga o no.
***
Siento el entumecimiento en mis piernas prácticamente paralizadas cuando subo al escenario y el micrófono se adhiere a mi mano. Observo la buena cantidad de personas que nos han venido a ver y escuchar... Las caras amontonadas con expresiones de espera y ansiedad a que la batería suene dando el tiempo. Oigo suspiros ahogados que siempre han estado presentes a lo largo de nuestras presentaciones.
Me dispongo a comenzar a cantar un tema bien tranquilo, sintiendo como el sonido de la guitarra fluye acompasado a mi voz, mientras los baquetas golpean al mismo ritmo que mi corazón unificándonos en una única y bella melodía.
La llovizna tira rienda suelta a su caer sin cesar pero nada se detiene, incluso el alboroto se agrava más concediéndole a mi pulso la adrenalina que se adhiere fiel a mi cuerpo.
Ni bien hemos terminado, las personas se acercan a saludar y me dejan los hermosos recuerdos de que esto es la vida todavía. Que Kaden sigue siendo cantante de rock, que necesita ade su banda, que siente a pesar de todo... Que sigue siendo un humano sin solución pero con corazón.
Le doy el giro a la llave para encender el motor del auto, sin saber muy bien que podría hacer... Encima ya es madrugada, no hay botella que contenga alcohol y un cigarrillo no va a calmar la ausencia tangiblemente incrustada en todos mis espacios. Estaciono y me recuesto en el asiento, suspiro con pesadez y me molesta la inquietante situación de no tener noción de cómo demostrarle a Madison que la quiero conmigo.
***
Los pequeños rayos filtrados dan una excursión por dentro del auto. Me quedé dormido acá y ahora la espalda se me parte en mil. Las personas se encuentran haciendo sus cosas mientras las veo pasar, sintiéndome un espectador en torno a todo y nunca un participante.
Después de haberme dado una ducha y cambiado de muda de ropa, estoy parado frente a la puerta del departamento de Camila. Toco con suavidad el timbre, no esperando respuesta alguna pero la nariz pecosa de la pelirroja se asoma, con aspecto desalineado y el cabello sin arreglar está más hermosa que nunca.
-Kaden... No esperaba verte. Hola - exclama con una media sonrisa plasmada.
-Buen día, señorita. Quería saber si usted está disponible esta mañana para desayunar juntos y que hablemos sobre algo - expreso con sinceridad y noto un brillo resplandeciente que hace mella en sus ojos azules.
-Está bien pero primero me tengo que acomodar...
Una vez listos ambos nos dirigimos a Moon, una confitería ambientada al estilo medieval, en donde nos disponemos a tomar un buen desayuno cargado de energía para arrancar la mañana.
-Camila me dijo que nuestra relación es rara... - susurra con un pequeño gesto en los labios - incluso masoquista, enferma y tóxica.
-¿Y lo dice la chica que hace como un año lo tiene esperando a Bex para irse a vivir juntos? Da tantas vueltas con excusas sin sentido que parece una calesita infantil - contraataco pero no con intención de ofenderla - ¿En qué posición está ella para juzgarnos a nosotros?
Su silencio agrava la sentencia hacia su amiga. Yo no me meto en relaciones ajenas y menos de mis amigos diciendo que son tal y tal cosa, por ende, exijo lo mismo hacia mi persona además los únicos enrollados en esto somos Madison y yo.
-Sí es verdad pero se me hace difícil no escucharla... Es mi amiga - dice levantando una fina ceja y bebe un sorbo de su café.
-Y lo sé pero a veces los amigos no pueden resolver sus propios problemas que quieren arreglar los de los demás - suelto en un susurro casi inaudible y expongo una pequeña sonrisa.
Los zafiros de Madison me miran con cierto recelo escribiendo mi figura ante ella para después rebotar de mis ojos hacia mi boca cuando cambio de expresión a una más preocupada. Como queriendo anticiparse intenta hablar pero le tomo la mano y la tranquilizo.
-Te tengo una propuesta pero me vas a tener que esperar un par de días - articulo con un gesto de labios y su mirada se enciende cuando cada palabra va saliendo de mí. Me doy cuenta como la ansiedad se propaga por su cuerpo en el momento en que se revuelve incómoda sobre su silla queriendo ocultarlo.
-¿Esta es una muestra de amor? - farfulla con frialdad y como si fuera cuchillos su pregunta se clava en mi interior removiendo lo poco y nada que puedo hacer sobre ese tema.
Era de esperarse que ella insistiera con algo así sabiendo que sigo siendo un idiota sin remedio, de poco fiar que tarda mil años en madurar sobre su persona... pero aún así Madison sigue apostando por mí en cada momento cuando no me merezco semejante mujer a mi lado. Su amor sigue siendo tan grande y tan perfecto que me da miedo y no soy capaz de controlar emociones de una magnitud tan alta que me descontrolo me terminó saliendo por la tangente con mis pensamientos, con mis sentimientos, con el único amor real que siento por ella.
-Sí pero no pensé que iba a tener que pedirte esto - respondo retraído en mi lugar - pero quiero hacer todo por vos y más real que me diste esta oportunidad. No la quiero desperdiciar y no sé si realmente es lo que esperas de mí pero voy a dejar todo en el proceso para que tengas lo mejor.

ESTÁS LEYENDO
Nocivo engaño
Chick-Lit¿Continuar? Sí claro, eso es lo que siempre he hecho y el que se quedó atrás, ese es su lugar. ¿Frenar mi camino por alguien? No, nunca. Que frenen ellos por mí si es necesario pero tengo suficiente conmigo. ¿Estoy haciendo caso a lo que digo antes...