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Chacarita. Un barrio que me tiene enloquecido desde que lo visité cuando tenía diez años, lugar donde están los restos de Gardel y gente conocida que aún admiro.

El viento corre con tranquilidad para mí suerte, ondeando un par de mechones que me han quedado fuera de la coleta que me he hecho porque bueno intenté vestirme lo más formal que pude sin dejar de lado mi estilo habitual.

Mi demostración de amor, hasta donde creo que sea, está a punto de realizarse y no sé si este sea realmente el fin a discusiones e ilusiones inconclusas de nuestro pasado con Madi pero he puesto cada pedacito de mi corazón y alma para poder hacer lo que ella necesita de mí. Y sé que necesita a un buen pibe que tiene claro lo que se propone en la vida, no un zoquete con delirios de grandeza.

En fin, he venido a hablar con un tipo que vende la casa, preciosa por dentro y por fuera al menos vista por fotos. Con un enorme patio lleno de frondosos árboles y arbustos además de flores limitado por unas oscuras rejas rústicas, una entrada de arcos incluyendo una galería con reposeras y una pequeña mesa. Varias habitaciones pero la principal es de ensueños, perfecta para tener un nido de amor con mi chica y no está del todo amoblada así que es como anillo al dedo para que ambos nos sintamos parte de una misma situación.

***

-¿Qué haces acá de nuevo...? - inquiero cuando veo la figura de Luba apoyada sobre la puerta de entrada a mi departamento.

-Vine a ver cómo estabas y a traerte algo.

-No necesito tu hospitalidad y tampoco tus cosas, Luba - contraataco reacio a dar el brazo a torcer - quiero desaparezcas de mi vida.

Adquiere una ensombrecida manera de reaccionar entrando a mi departamento como si la hubiera invitado a pasar cuando abro la puerta. Se sienta en el sillón de cuero y desde allí me expecta rabiosa, cruzada de brazos y arqueando una ceja.

-Te dije que te fueras. No quiero verte más, me estás arruinando lo poco o mucho que he intentado construir a lo largo de este tiempo y me jode...

-Kaden, ¿alguna vez en tu vida pensaste en los sentimientos de los demás?

-¡Por primera vez en mi vida lo estoy haciendo y no es con vos! - estallo en un grito ronco mientras me rompe con la mirada llena de veneno para luego impregnarse de agua salada. Y vamos de nuevo con los llantos de alguien más que no tengo ganas de consolar...

-Pero...

-¿Pero qué...? ¿Te enamoraste perdidamente de mí? - gruño con desdén mientras las palabras refiriéndose al amor queman mis ajados labios - lo lamento, Luba, yo te dije que no era capaz de querer a alguien más y que intentaras no engamcharte conmigo.

-¡Pero uno no manda al maldito corazón!

-¡Exactamente! ¡El mío es tan hijo de puta que ama solamente a Madison y he tenido intentos fallidos de soborno a mis sentimientos pero no pude hacer nada más que esto!

Me desplomo en la mesa ratona para quedar a la altura de su vista y doy un desliz a mi forma de hablar tan dura. Sosiego mi ánimo efervescente y suspiro fuerte para cambiar mi aire, las lágrimas se desprenden a borbotones de las oscuras pestañas de la chica enfrente mío pero no quiero darle la posibilidad de contacto físico para evitar problemas así que me limito a contemplarla.

-Escuchá... Mi vida siempre ha sido un desastre hasta el núcleo, mi familia nunca me apoyó en cuestiones relativamente sanas en las que me podría haber dedicado del todo como la música y tuve que salir adelante solo o a cuestas con mi hermano. Por razones que se presentan y que uno piensa que podría pasar desapercibido en eso terminé yéndome hacia las drogas... Deposité mis sueños en un faso y la conocí a ella.

-¿Y qué? ¿Ella te volvió más adicto? - pregunta con enojo humeante en su semblante.

-No es exactamente así, la perdí varias veces y el amor es una posible puerta a las drogas. No quiero que vuelva a pasar y me dio la oportunidad de demostrarle que realmente quiero estar con ella y no soy capaz de escapar de la realidad en la vivo si no es en compañía de ella... Sólo quizás yo soy un enfermo pero voy a ponerme donde debo y hacerlas cosas bien de una vez.

Luba con un subidón rápido sale del sillón de cuero y desde la entrada me contempla de soslayo un par de minutos. Arqueo las cejas esperando algún comentario de su parte, si es que lo tiene pero solo da media vuelta mientras solo observo la madera oscura de la puerta cerrándose.

Pongo llave y me dirijo a poner un poco de música para relajame y así comienzo a juntar un par de cosas pequeñas en cajas... Voy a extrañar este lugar.

-¡Kaden! - grita mi hermano por detrás mío y... ¿Cómo entró hasta acá...?

-No me digas que me colgué con otro show, ¿Cierto? - pronuncio con lentitud buscando mi ropa para cambiarme.

-Arreglate que vine con tiempo porque sabía que iba a pasar esto - contesta blanqueando los ojos y con una sonrisa me tira el celular para que lo agarre en el aire- lee el mensaje.

Alex: pude convencer a Madison de ir al show. Se está maquillando.

-Sos el mejor - exclamando escabulléndome a mi pieza.

N.A.: anulé la puntuación anterior de este capítulo, porque varios me dijeron que las redireccionaba al 23, y la app tiró que hacía 3 días había sido el último borrador por ende se me borró todo lo que había publicado. Así que los y las que lo leyeron lo pueden encontrar un poquito diferente porque escribo sobre el momento, no tengo borradores previos. Soru 😊🤔 ajaj

Nocivo engañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora