Escapando de mi torre

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CAP 7: Escapando de mi torre

Nada pronosticaría que ese sería el último verano que Cassie disfrutaría con su hermano, con el tierno y cariñoso Dragoncito que le sacaba sonrisas en esos días tristes cuando sus padres solo regañaban a la primogénita, pues por mucho que compartieran un techo y comieran juntos no estaban cerca de parecer una familia sino más bien cada día Cassie se sentía más alejada de ellos. Sentía como si fuera una tortura tener que fingir que todo estaba bien, que comprendía las decisiones de sus padres, que nada de lo que ella hiciera estuviera bien o fuera suficiente para que Lucius se sintiera orgulloso de su hija; pero lo que más le costaba era estar encerrada en su habitación mientras afuera hacía un bellísimo día y los Malfoy daban una fiesta de despedida porque Draco entraría a Hogwarts y seguramente al igual que toda su familia quedaría en Slytherin, algo que a Cassie le fue arrebatado, ella simplemente veía por la ventana como su hermano compartía con otros chicos y chicas, mientras sus padres lo miraban con admiración y cariño, la platinada se secó las lágrimas prometiéndose que sería la última vez que sufriría por causa de las decisiones de otros, tal vez era muy pequeña pero tomaría las riendas de su vida y las guiaría por el camino que la haga más feliz.

Cassie empacó sus cosas en el baúl como cada año al irse a Beauxbatons, pero esta vez añadió un par de fotos mágicas que se había tomado con Draco e incluso con los elfos domésticos al igual que sus objetos más preciados, que a diferencia de lo que creerían de una Malfoy no eran joyas o cosas caras sino regalos que su hermano le había dado, algunos dibujos y la única foto familiar de los cuatro de cuando era muy pequeña. Liberó a su lechuza deseando que esta la espere en Francia, Cassiopeia les escribió una carta de despedida a sus padres que dejó sobre su cama y otra a Draco que se manchó por algunas lágrimas que escaparon de sus ojos.

— ¡Dobby te necesito! —llamó Cassie con ternura a su elfo y este apareció en un instante.

— ¿Qué ocurre ama Cassiopeia? ¿Se encuentra usted bien? —inquirió el elfo con preocupación.

— ¿Alguna vez he estado realmente bien en esta casa? —contestó la platinada con pena— Necesito que me hagas un gran favor, primero llevarás esta carta a la habitación de Draco y la dejarás encima de su cama para luego volver.

— Como usted lo ordene querida ama Cassiopeia —agregó Dobby tomando la carta y con un crac desapareció para volver en unos segundos.

— Querido Dobby no sabes lo mucho que me cuesta pedirte este favor, pues lo que menos quiero es que te castiguen por mi causa, pero como has visto ya no aguanto estar encerrada en esta casa y quiero disfrutar mis últimas semanas antes de ingresar a clases por lo que necesito que consigas que llegue a la biblioteca sin que me vean para poder usar la red flu e irme —explicó Cassie bastante nerviosa.

— Dobby haría lo que fuera por verla sonreír, aunque le costara algún tipo de castigo, Dobby siempre recibe castigos de parte de los amos. Dobby extrañará a la buena ama Cassiopeia, pero siempre querrá lo mejor para ella —declaró el elfo mirando con cariño a la adolescente, esta tomó con una mano su baúl y con la otra la mano de su adorado elfo.

Para su suerte nadie se encontraba en la biblioteca así que como siempre pasó desapercibida en esa casa, abrazó fuerte a su querido amiguito Dobby y luego ingresó con su equipaje a la chimenea, tomó el baúl con una mano y con la otra un puñado de polvos flu.

— Adiós querido Dobby, te quiero muchísimo y gracias por todo lo que haces por mí. Recuerda que siempre serás más que un elfo doméstico para mí, fuiste mi primer amigo y siempre lo serás. Nos vemos amiguito —se despidió Cassie mientras una lágrima caía por su mejilla.

"What the Hell" Cassie, la oveja negra de los MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora