"What the Hell" Cassie, la oveja negra de los Malfoy

Las consecuencias de ser un alma libre

Capítulo 13: Las consecuencias de ser un alma libre

Cassie regresó a terminar su quinto año cargada de buenas vibras y energía, sentirse parte de las familias de sus amigos le brindaba algo que nunca antes había sentido, ese cariño fraternal la llenaba de esperanza de que existía algo mejor para ella, un futuro por el cuál soñar a pesar de que siempre decía que vivía el día a día al máximo, algo en lo profundo de su corazón añoraba una vida normal y plena, pero lo mantenía muy escondido bajo esa capa fría que dejaba ver, ese sarcasmo, altanería, rebeldía y claro está la falta de querer o de empatía por otros que no fueran sus más cercanos amigos.

Dobby no se había presentado más darle noticias y eso la ponía nerviosa, temía por el bienestar del mundo mágico en su país natal y también por el de su hermano.

Como era de esperar, al momento que volvieron a Beauxbatons cierto francés no dejaba de buscar algún momento a solas con Cassie, para el gusto de Cassie eso era rebajarse mucho pues no le agradaba que le insistieran tanto sobre todo cuando estaba concentrada en estudiar para lo Título Indispensable de Magia Ordinaria (TIMOs). Pierre le enviaba flores o algunos chocolates por medio de las lechuzas, muchos creían que eran novios y la libertad de Cassie se había puesto a prueba pues varios de los jóvenes que antes intentaban tener algo con ella ahora con suerte la saludaban.

*

Una noche luego de haber bebido algunas cervezas de mantequilla y unos tantos cortos de whisky de fuego en las salidas autorizadas al pueblo mágico cercano a Beauxbatons, Cassie se encontraba más desinhibida que lo acostumbrado en las típicas noches de fiesta, por mucho que Angelo insistió en que se regresaran todos juntos al castillo no logró que la platinada le hiciera caso, por lo que ésta se regresó con Pierre bastante acaramelados besándose en cada rincón...

— Querida Cassiopeia ¿Qué te parece si buscamos una sala de clases en desuso? —le susurró Pierre al oído mientras le mordía el lóbulo de su oreja.

— Creo que no sería una mala idea —contestó la joven besándolo con pasión.

Pierre tomó de la mano a la británica y la llevó a una sala que no se había utilizado hace bastante tiempo, la puerta parecía trabada y había bastante polvo acumulado, la sentó en el escritorio del profesor y le besó el cuello para continuar bajando mientras desabotonaba la blusa que Cassie traía puesta, por su parte la chica hacía lo mismo con la camisa de Pierre; se dejó llevar por los encantos del apuesto francés y de los efectos del alcohol... Era su primera vez y no sabía qué esperar, qué era lo normal, no negaría que disfrutó un poco esa nueva experiencia pero también sufrió, a pesar del alcohol que tenía en su cuerpo igual le había dolido pues Pierre no tuvo mucho cuidado cuando esta le advirtió que nunca antes lo había hecho, pero sobre todo lo que más disfrutó era lo que conllevaban sus actos, esa rebeldía de saber que ni en un millón de años su padre hubiese aprobado pues seguramente en otras circunstancias le habrían arreglado un matrimonio con alguien digno de la sangre mágica y pura que eran, claro y eso suponía que la joven se mantuviera digna y pura hasta ese momento; pero el destino la había separado de su familia y ella sólo buscaba diversión...

*

Para que decir lo que sus amigas le habían dicho, si bien Pierre era el muchacho con el que actualmente salía eso no significaba mucho para Cassie, Fleur todavía creía en que tu primera vez debía ser especial y con alguien a quien de verdad quisieras con todo tu corazón por lo mismo muchos solo estaban con una sola persona por el resto de sus días, por su parte Dominique pensaba algo parecido aunque no tan cursi, sabía que en la actualidad no todos esperaban hasta el matrimonio o estaban con sólo una persona, pero tampoco se sentía lista para hacerlo a tan temprana edad sobre todo que no tenía a alguien especial en su vida, pues a Angelo solía espantar a los chicos que intentaban conquistar a su dulce hermanita.