"What the Hell" Cassie, la oveja negra de los Malfoy

Tratos

Capítulo 20: Tratos

Decir que Cassie pudo conciliar el sueño sería una mentira, sus amigos dormían bastante tranquilos en la tienda mientras que ella daba vueltas por su cama de un lado para el otro, cuando pensaba que finalmente dormiría, una pesadilla la atacaba provocando que se despertara; se encontraba intentando ayudar a la familia del señor Roberts cuando uno de los mortífagos intenta atacarla, la desarma de su varita y se quita la máscara para enseñarle quien la castigaría por ser una traidora de sangre, era nada más ni nada menos que Lucius, su padre, que la insulta y luego cuando la maldición cruciatus recaería sobre ella es cuando se despierta agitada. Siempre supo que su familia era partidaria de El Señor Tenebroso, pero se negaba a creer que su padre podría haber sido un mortífago que torturaba y asesinaba gente prácticamente por diversión, sólo porque no provenían de una familia mágica o eran amigos de hijos de muggles aunque sabía que escapó al igual que el resto al ver la marca tenebrosa en el cielo, pues a diferencia de su tía Bellatrix, Lucius y otros mortífagos no se encontraban encarcelados en Azkaban porque habían negado pertenecer a ese bando cuando Voldemort cayó, diciendo que habían sido obligados y hechizados, para luego donar y donar excesivas cantidades de dinero al Ministerio de Magia, de tal forma que siempre el mismísimo ministro les tenga en consideración y de seguro esa era la razón por la que su familia se encontró viendo la final del mundial de quidditch junto a los ministros en la Tribuna Principal.

Finalmente se dio por vencida y se levantó, ordenó sus cosas sin necesidad de magia para luego salir a caminar, quería creer que a pesar de todo Lucius no la atacaría, aunque sabía que luego de la rápida fuga no volverían los mortífagos a pisar esos terrenos así que técnicamente nada le ocurriría por salir a fumar un cigarrillo y prefería correr el riesgo porque en esos instantes solo la nicotina podía ayudar a que se relajara un poco. Cualquiera pensaría que estaba un poco loca o que era una psicópata por encontrarse sentada cerca del sitio de los Weasley, pero en ese punto sabía que no le vendría mal un pelirrojo en su lista y esa sonrisa picarona le alegría bastante el día, podría cerrar el mundial con broche de oro pues haría lo que sus padres más detestarían y la borrarían por completo de la familia si algún día llegaran a enterarse... Sólo quería verlo una última vez, quién sabe si tendría que esperar otros seis años para toparse de nuevo con ese chico llamado Fred que le causaba tanta intriga.

Estaba por marcharse pues pronto amanecería cuando vio que comenzaban a salir varios pelirrojos de la tienda junto con el supuesto Harry Potter y una chica castaña, por primera vez se encontraba nerviosa no sabía si actuar y despedirse o esconderse para que no noten que había estado esperando a que saliera, era como si otra persona insegura la poseyera pero dentro de su nerviosismo al dar un paso hacia atrás piso una rama y como todo se hallaba en silencio varias cabezas se giraron hacia su dirección provocando que la platinada se pusiera roja como un tomate pues había sido pillada infraganti.

— ¿Angelito? —preguntó Fred mirando hacia donde Cassie se encontraba.

— Uyyy Freddie tiene novia francesa —bromeó el pelirrojo que usaba el pelo largo tomado en una coleta el mismo al que Fleur había estado observando.

— ¡Cállate Bill! —murmuró Fred sonrojándose y luego miró al mayor de los pelirrojos que probablemente era su padre— Me voy a despedir y los alcanzo enseguida.

— Pero Fred con todo lo que está pasando no es muy seguro además sabes que estamos contra la hora... Tu madre debe estar vuelta loca si es que lo sucedido ha salido en el periódico —le reprendió su padre, un hombre alto, delgado y con unas entradas prominentes, aunque todavía se ponía notar que en su juventud había sido pelirrojo como sus hijos, para su desgracia Fred no le hizo caso pues ya se encontraba caminando hacia Cassie.