La elección del Cáliz

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¡LO SIENTO! No hay palabras para explicarles mi desaparición, solo queda contarles que estoy titulada finalmente de la universidad  (por el momento sin trabajo), intentando volver a escribir y tener inspiración lo cual no ha sido fácil, tengo mmilrs de ideas para el futuro de la historia pero no de estos capítulos. Intentaré subir dentro de esta semana la segunda parte.

Capítulo 25: La elección del Cáliz I

No era un sábado ordinario, nadie quería quedarse un minuto más en la cama de lo necesario, todos se sentían entusiasmados por lo que ocurriría esa noche, el momento más ansiado por los estudiantes tanto de Hogwarts como Beauxbatons y Durmstrang pues ese día se sabría quiénes serían los campeones de cada colegio, esos tres seleccionados que aspirarían a llevarse la gloria eterna. Cassie no había podido dormir con tranquilidad, los nervios la carcomían a pesar de que aún no había colocado su nombre en el Cáliz de Fuego, algo en su interior la tenía con mayor ansiedad de la que hubiese imaginado, no sabía si eran las palabras de su supuesto hermanito o la carta amenazante que había recibido de Lucius la cual prácticamente decía que si ella ponía su nombre o alguien sabía su verdadera identidad no sólo ocurrían cosas malas para la familia en especial para Cassiopeia a quien tanto habían intentado proteger sino que también la desheredaría; y por mucho que la platinada no quisiera nada con los Malfoy a veces le venían bien esos galeones extra que Narcissa le enviaba en especial porque solía gastarse la mayoría en sus larga lista de vicios como cigarrillos, alcohol o música.

*

Se suponía que no podían salir del carruaje, bueno ningún estudiante podía pasearse por las dependencias del castillo de Hogwarts en las noches ni mucho menos rondar por sus terrenos, pero Cassie sentía que si no escapaba en ese mismísimo momento podría aparecer alguno de sus "desajustes mágicos" como solía llamarles Dobby, su elfo doméstico favorito, cada vez que la pequeña platinada hacía reventar todos los vidrios de la habitación o que las cosas volaran por todos lados. Suele ser normal en los magos cuando aparece su magia, pero Cassie ya era mayor de edad y seguía sufriendo esos episodios cuando se sentía colapsada o abrumada por algo, desde que se había alejado de su familia no le ocurrían tan seguido y si le ocurrían eran en una escala mucho menor. Es por esto por lo que decidió romper las reglas al más puro estilo de la oveja negra de los Malfoy a pesar de que fuera solo su primera noche en Hogwarts, tomó su guitarra y sigilosamente salió del carruaje, primero pensó en sentarse a la orilla del Lago Negro, pero algún búlgaro podría notarla por lo que si la descubrían tenía que ser algo épico, algo mucho más indebido como lo era el Bosque Prohibido.

Cassie había leído la Historia de Hogwarts cientos de veces desde que aprendió a leer, sabía todo sobre ese colegio pues siempre soñó estudiar en esa institución, por lo que conocía los peligros de adentrarse a ese bosque lleno de criaturas, pero desde su interior sentía que la llamaba, que le traería paz y así se sintió al momento de sentarse en el pasto apoyada bajo un gran árbol que tendría cientos de años, un lugar donde podría concentrarse en lo que le haría relajarse, componer canciones... No supo cuánto tiempo había pasado pero el sol estaba por salir, pero todo en su interior se estaba apaciguando, esa ira que antes sentía que haría explotar todo ahora se volvía tranquilidad, sus desajustes no siempre eran del todo malos, como ahora que mariposas revoloteaban a su alrededor y mientras que cada flor florecía con tonos más intensos. Lo pensó un poco y se dio cuenta que no quería un castigo en su primer día así que regresó antes que alguien se levantara.

Volvió a acostarse en su cama para descansar aunque fuera por un par de horas más, había logrado conciliar el sueño aunque más que un sueño era una especie de recuerdo, la primera vez que conoció a ese coqueto pelirrojo que lograba sonrojarla, pero en el sueño habían ciertos cambios pues reveló su identidad o la que tenía en este momento así que pudieron seguir en contacto por cartas con ese chico que la apodó Angelito, como hubiesen sido las cosas si su vida fuera diferente, cómo sería sentir algo de verdad por alguien, ser feliz sin vivir escondida bajo la sombra de su maldita familia, cómo sería estudiar en Hogwarts, no tener que aparentar ser alguien que no es, no mentirle al mundo sobre su procedencia, cómo sería ser una simple muchacha de diecisiete años sin tener que cargar una mochila llena de engaños familiares... Luego el sueño cambió, estaban nuevamente en el mundial de quidditch felices como dos tortolitos enamorados sin miedo de encontrarse con su familia pues la única familia de Cassie en ese momento eran sus amigos -pues Cassie Black era huérfana- y claro está su familia política, los Weasley.

"What the Hell" Cassie, la oveja negra de los MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora