El Cáliz de Fuego

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Capítulo 23: El Cáliz de Fuego

— El Torneo de los Tres Magos quedará oficialmente abierto luego del banquete —agregó Dumbledore— Ahora los invito a todos a comer, beber y por sobre todo disfrutar como si estuvieran en sus casas ¡A comer!

Al momento en el que director Dumbledore pronunció la última frase las fuentes que se hallaban sobre la mesa se llenaron con comida, claramente los elfos domésticos de las cocinas se habían lucido al prepararles tanta cantidad de comida, cada cual se veía más riquísima que la otra, había para todos los gustos desde la comida típica inglesa hasta los platillos más raros y sofisticados franceses, junto con comida un tanto grasosa para el frío de Bulgaria. Cassie era casi la única de su escuela que se encontraba mirando maravillada toda la escena, admirando las velas que flotaban iluminando el Gran Comedor, el techo que parecía una bella noche estrellada producto de un hechizo, las decoraciones sobre cada mesa representando las cuatro casas de Hogwarts, tenía ganas de llorar de la emoción, no podía creer que finalmente se encontraba en el lugar al que tanto soñó ir, finalmente se encontraba en Hogwarts tal vez no como una alumna como deseó de pequeña pero al fin y al cabo estaba cumpliendo su sueño. No podía creer como sus mal llamados padres la pudieron privar de todo eso, por miedo a que se convirtiera en una traidora de sangre, o que quedara en otra casa que no fuera Slytherin, esa casa de las serpientes astutas y ambiciosas, en la que se encontraba Draco, intentaba buscarlo con la mirada, pero esa mesa se encontraba al otro extremo del comedor, aunque a lo lejos distinguía una cabeza platinada y tenía la esperanza que fuera su hermanito, que tal vez aquí alejados de sus padres este le demostrara que la seguía queriendo y admirando como cuando eran pequeños.

— ¿Qué ocurre Cassie? —le preguntó Dominique al notar que la joven no se había servido nada para comer.

— Nada, simplemente estoy tan asombrada de todo esto, no puedo creer que sea real. Toda mi vida soñé estar aquí, estudiar en Hogwarts y finalmente se hizo realidad —comentó Cassie.

— ¿Ósea que fuimos tu segunda opción? —bromeó Angelo con tono de decepción y llevándose una mano al pecho.

— Así como los búlgaros sueñan con Durmstrang pues yo soñaba con Hogwarts, ser seleccionada a alguna de las cuatro casas, convivir con el reconocido Albus Dumbledore e imagínense ahora incluso Harry Potter estudia aquí. Pero todo pasa por algo, tuve el privilegio de conocer otra cultura y conocer a las tres personas más maravillosas de la vida, a quienes puedo llamar hermanos —repuso la platinada sirviéndose uno de sus platos favoritos.

— Y la vida te ha premiado con esto, has pasado por tanto que te merecías esta oportunidad y de paso reencontrarte con tu príncipe zanahoria —añadió Fleur.

— Aunque creo que le costará distinguirlo pues hay varios pelirrojos y de echo creo que tiene incluso una réplica, sería divertido ver como te equivocas de cabeza de zanahoria —dijo Angelo mirando a la mesa de Gryffindor.

— ¡No digas tonterías! —le regañó Cassie, aunque por dentro tenía ese miedo de no saberlos distinguir.

— Rayos se acabó la bouillabaisse —comentó Fleur con tristeza mirando una fuente.

— Probablemente haya más donde está Claire, pero sabemos que prefería derramarla en el suelo a que convidarnos —dijo Cassie haciendo una mueca.

— ¿Y si Angelo le pidiera? —inquirió Fleur mirando a su amigo con ternura.

— Ni hablar cariño, para que esa arpía me hostigue todo el viaje —murmuró Angelo.

"What the Hell" Cassie, la oveja negra de los MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora