"What the Hell" Cassie, la oveja negra de los Malfoy

¡Hogwarts allá vamos!

Capítulo 21: ¡Hogwarts allá vamos!

Nadie podía creer lo rápido que se acercaba el gran viaje, los estudiantes de séptimo y algunos afortunados de sexto podrían ser parte del famosísimo y honorable Torneo de los Tres Magos. Si en algo destacaban además de ser muy elegantes y con clase, era lo competitivos que eran entre sí, cada uno estudiaba y practicaba hechizos para ser el seleccionado, tener la gloria eterna y ganarle al resto de sus compañeros, no eran mucho del estilo de trabajar en equipo.

Pero Cassie era la excepción a la regla, pues no era de las que se estresaban por esas cosas, no necesitaba demostrar que era mejor que el resto ni romperse la cabeza intentando aprender más, ya que no siempre el que más estudia y mejores notas tienen es la persona más inteligente. Si la platinada se comportaba como la mayoría de sus compañeros, si se ponía a pensar mucho en eso se ponía nerviosa y mientras más estrés tenía en su interior, su magia interna se revolucionaba y ocurrían esos arrebatos incontrolables como pasaba cuando era pequeña, haciendo estallar cosas o incluso en una oportunidad lanzó a alguien lejos como si lanzara un expulso sin necesidad de varita, claro está que todos pensaron que usó un hechizo no verbal y que tenía escondida su varita pero en realidad esa magia se apoderaba de ella sin poder controlarla. Así que era uno de los pocos estudiantes que no se veían ansiosos por ser un campeón del torneo sino más bien se concentraba en estudiar para los E.X.T.A.S.I.S, escribir canciones pues su sueño era dedicarse a algo relacionado con la música así que pasaba gran parte de su tiempo libre escondida por un bosquecito que estaba junto al colegio tocando su guitarra, o releyendo las cartas que cierto pelirrojo le escribía sin falta cada semana.

Así es el chico que la llamaba angelito, el que su familia nunca aceptaría a pesar de ser sangre pura, el coqueto empedernido de Fred Weasley tal como había prometido le envió una carta desde que las clases comenzaron, Cassie por su parte también le respondía pero se tomaba su tiempo para hacerse de rogar, demostrando que no era una presa fácil pues era más fría para expresarse ya que no caería tan fácil en sus redes, aunque por dentro todo su interior se alborotaba y suspiraba de vez en cuando al leer las cartas de Freddie y claramente deseaba tachar de su lista algo tan inapropiado como estar con un Weasley y a la vez nunca ha estado con un pelirrojo británico, dos pájaros de un tiro. Ese mismo chico quien era todo un rompecorazones y que a pesar de todo siempre estaba dispuesto a decir algo romántico, pero sin dejar el coqueteo o incluso subiendo el tono a las cosas pues sino no sería el casanova de Hogwarts, ni la versión masculina -y lamentablemente más aceptada socialmente- de Cassie Black. Cassie por su parte prefería mantenerse un poco más al margen porque seguía sin confiar en los hombres y adoraba disfrutar de su soltería, aunque Fleur le criticaba bastante esa actitud de la chica de jugar a dos bandas, por un lado, se escribían con Fred ilusionando al chico de que tal vez podrían ser algo más, o así lo pensaría cualquiera que supiera de sus cartas, pero por otro lado seguía haciéndole ojitos a chicos de sexto y alguno que otro compañero, disfrutando de la libertad y su juventud, pero nunca nada con importancia sólo cosas pasajeras para no "oxidarse" y perder el ritmo, aunque como había conversado con la psicóloga todo era para sentir algo, llenar ese vacío que sentía en su interior.

Parecía una niña esperando Navidad pues contaba los días que faltaban para cumplir su sueño de conocer Hogwarts y también para ver a cierto pelirrojo que había cumplido con su palabra, cada semana le llegaba al menos una carta de Fred, era extraño pues nunca se imaginó emocionarse al leer algo que un chico le escribiera ni menos tener un "amor por correspondencia" como sus amigos bromeaban, de echo el mismo día que Lucius le había escrito diciendo que no iría al Torneo también lo hizo el pelirrojo alegrándole la noche.