Narra Juan.
- ¿Por qué no me dijiste nada?
- Iba a decírtelo cuando esté el resultado... Pero lo viste antes.
- Tendrías que haberme dicho, no iba a molestarme. -La abracé- Es algo de los dos.
- Lo se... Y lo siento.
Besó mi mejilla.
- ¿Cuando volveremos a casa...?
- No quiero que estés sola en tu departamento... Al menos por un tiempo.
- Entiendo...
Nos quedamos en silencio.
- ¿Y si vives conmigo? En mi casa...
- ¡Si! Me encantaría.
Le di un beso corto.
- Si quieres mañana buscamos tus cosas y vamos a mi casa.
- Si, mejor.
Me apoye en ella.
- ¿Quieres que salgamos a pasear?
- Esta bien. Me cambio y vamos.
Me dio un beso. Intenso, y hasta con mordida. Luego de una sonrisa maliciosa, se fue al armario.
Una vez listos, nos fuimos a caminar. Había un parque cerca, y pensaba ir ahí con ella ahí. Desde que yo era chico iba a ese parque, con mi tía. Mis padres casi nunca podían, así que mi tía me llevaba.
- Que hermoso lugar.
Sonrió.
- Venía de chico, tengo muchos recuerdos.
Nos sentamos en el césped, debajo de un árbol. Ella sobre mi y yo abrazándola por la cintura. Quedaba apoyada en mi pecho, y de a ratos volteaba su cabeza para besar mi mandíbula.
- Juan...
- Dime amor.
- ¿Por qué quisiste ser cantante? Nunca hablamos de eso.
- Me gustaba escribir -Sonreí. Ella volteo para verme- Escribía cartas de amor para las novias de mis amigos, en mi adolescencia. Mientras tanto jugaba al fútbol. En fin, un día se me dio por escribir una canción y obviamente cantarla. A mi tío le gustó y quiso que empiece a trabajar con él para elaborar mi canción. Al principio no me convencía, me gustaba el fútbol y tambien la música y algo debía dejar. Decidí dejar el fútbol y ponerme a cantar. Con el tiempo mi primer canción fue muy famosa en él país y el trabajo fue aumentando. Mas y mas canciones hasta el lanzamiento de mi primer disco. Empecé cantando en bares, discotecas, plazas, fiestas de conocidos, así hasta un estadio. Luego fui reconocido en mas países y saqué mi segundo disco... Aquí estoy.
- Wow -Sonrió- Aunque sea cansador veo que te encanta.
- Si, es lo mejor que pude hacer... A veces cuesta irme y demás pero es lo que amo y es mi sueño hecho realidad.
Se acercó y me besó.
- Estoy orgullosa de ti y que sigas así con ese hermoso pensamiento.
- Lo mismo digo de ti. Tú y las chicas son un éxito.
- Cierto... También nos gusta hacer eso.
Se apoyó en mi de nuevo.
- Quiero un helado.
- Y vamos que te compro uno.
- No, deja.
La hice voltearse.
- Mas vale que te levantes y vayamos a una heladería porque sino te tendré que f*llar aquí mismo.
Le levantó rapidamente, yo tras ella.
- Eres un peevertido.
Se sacudió el polvo. Reí.
- No me digas que no te gustaría que lo hiciera.
- Hay mucha gente y es un lugar público donde hay cámaras. No.
Reí de nuevo.
- Entonces ¿Quieres ese helado o no?
- Si. Si quiero el helado.
Reí y la abracé.
- Te amo.
- Y yo
Le di un beso y nos fuimos a la heladería.
ESTÁS LEYENDO
El Chico del Gimnasio (PAUSADA)
FanfictionPAUSADA HASTA NUEVO AVISO (Falta de ideas) Nunca olvidare ese día, en el que él me molestó...