Capítulo 28

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Narra Ailen.

- Quiero irme.

Juan rió.

- Solo un día mas.

- ¿Tu mujer no te dirá nada? Hace dos días estas aquí.

- Le dije que tenía mucho trabajo, y también que murió un vecino y estoy en el velorio. Que no joda.

- Que maldito.

Levanto sus hombros.

- No la quiero. Sólo estoy con ella por el bebé.

- ¿Y porqué no la dejas si no la quieres? Puedes ver al bebé.

- Es que... No se. Me da miedo dejarla.

- ¿Pero por qué?

- Es muy... Posesiva. Manipuladora. Es rara... Siento que... Si la dejo por otra... Me hará la vida a cuadritos. Está loca.

- Tienes miedo de que pase algo por su culpa. ¿No?

- Si. Se que es buena mujer y todo, pero le fallan los cables...

Reí bajo.

- Igual que Bastian... Comprobé que es un maldito

Sentí mis ojos llenarse de lágrimas.

- Hey, nena, no llores.

Me abrazó.

- Está bien que yo no estaba lista para esto... Pero tampoco quería perderlo y menos de esa forma...

- Ya... Volverás a intentarlo, vas a ser una mamá hermosa. De eso estoy seguro.

Seco mis lágrimas.

Su rostro estaba muy cerca del mío. Tenia ganas de arrancarle los gruesos y rosados labios que tiene. Pero no lo haré.

- Nadie me quiere -Murmuré- Todos los hombres con los que salí me dañaron horriblemente...

Sus músculos se tensaron.

- Yo nunca te maltraté de una forma semejante.

- Nosotros no fuimos novios, no llegamos a ese punto. Solo...

- Lo se -Murmuró interrumpiendome- Hay cosas que aún no pude olvidar de eso...

Y yo menos...

- Mmh...

- Voy a tomar un café... ¿Tu quieres algo?

- No, gracias.

Sonrió y se fue.
Habrán pasado dos minutos que entró mi mamá. Alterada, como era de esperarse.

- ¡Hija! ¿Por que no me dijiste nada?

Me abrazó. Mi papá vino tras ella e hizo lo mismo.

- No quería alarmarte...

- Pero... ¿Que pasó?

Les conté todo.

- Ay dios... A ese chico hay que hacerle un monumento...

- Mamá, no es para tanto.

- Si Ailen. Él nos dijo que estabas aquí y además te estuvo cuidando. Es un chico increíble...

- Si...

- ¿Te gusta cierto?

Mis mejillas se enrojecieron.

- Me Encanta...

- ¿Y por qué no están juntos? Hasta donde sabía se gustaban mucho...

- Las cosas cambiaron Mamá... Mientras yo estaba con Bastian, él estaba con su mujer y su hijo... De hecho, él le estaba mintiendo a su mujer para estar conmigo.

- Es que todavía le importas -Habló papá, casi asustandome- Ningún chico hace eso por nada del mundo... Además se nota que es un chico bueno.

- Ya lo conocen igual.

Se miraron raro.

- Es el Hijo de Luis Londoño... Es Juan.

- Ah, con razón te gusta tanto...

Si antes estaba roja, ahora estoy bordó.

- Bueno, ya. Basta.

Sólo ruego que Juan no haya escuchado esto...

Narra Juan.

- ¿Te gusta?

- Me encanta...

¡Si! Lo sabia.

Quería saltar de la emoción. Pero justo llegó Camila al piso. Corrió a mi.

- ¿Como está?

- Bien, mañana le dan el alta... Ahora está con sus padres, pero puedes entrar a verla...

Asintió y fue a la habitación. Yo me quedé afuera, jugando con mi celular. Hasta que me sentí algo observado, por lo que levanté mi vista.

- Debo hablar contigo muchacho.

El padre de Ailen se sentó a mi lado.

- ¿Sucedió algo?

- Es por tu relación con Ailen...

Suspire.

- Me dijo que tienes mujer y un hijo... Y no me gustaría que mi hija fuera la segunda de nadie.

- Ailen y yo no somos nada... Si, hubo algo hace un tiempo, pero yo solo la veo como un amigo... Ahora.

- Estas mintiendo.

Lo miré raro.

- Se que gustas de Ailen, se te nota... Y además Luis habló conmigo de este tema.

- Hijo de la... Perdón, continue...

Rió.

- Solo quería decirte que si quieres algo con ella, hagas las cosas bien. No quiero que salga herida de nuevo.

- Es que... No se si será igual que antes... Bueno, yo tengo mi mujer y un bebé y Ailen no está en una buena situación ahora... No creo que volvamos a ser lo mismo de hace un año atrás. Cambiaron muchas cosas.

- Y lo se... Solo quiero que no la lastimes si vuelven a intentar algo. ¿Si? Es lo único que te pido. No le Falles.

- No lo haré. Amo a su hija, aunque tenga mil dificultades para hacerlo.

Sonrió.

- Espero que puedan estar juntos... Se que eres un buen chico para ella.

- Quizás no soy lo que espera...

- Mientras haya amor y la cuides, todo estará bien... Sino te matare con mis propias manos.

Reí bajo.

- Ok, ya entendí.

Palmeo mi hombro y se fue.

El Chico del Gimnasio (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora