Mirándome en el espejo de mi habitación, como me queda el vestido que Nicholas envió para mí, no puedo creer como me luce. Es hermoso, es un Ericdress de encaje espalda descubierta, color negro en forma de V, haciendo resaltar mis curvas y mis pechos un poco. Decidí dejarme el cabello suelto, con el flequillo de lado, un maquillaje sencillo, con accesorios sencillos y mi fragancia favorita.
—Sabía que te quedaría hermoso. –Oigo su voz decirme.
Me tenso al escucharlo detrás de mí.
Me giro hacia él y su vestimenta me noquea por completo.
Trae puesto un traje de gala de dos piezas color negro (que juro se lo quiero arrancar) cabello peinado y esa fragancia a pecado y perdición, que tanto me desconcierta.—Tú también estás hermoso. –Le hago saber, al verlo acercarse a mí.
Comienzo a respirar entrecortadamente por su cercanía, pero también recuerdo que estoy molesta con él, por cómo me dejo en la oficina está tarde.
—Detente ahí James –levanto mis manos para que se detenga–. Estoy molesta contigo, por lo de está tarde. –Le recuerdo.
Nicholas sonríe sin detenerse.
—Tus labios pueden decir una cosa –mira mi cuerpo de arriba abajo, con absoluto deseo en su mirada–. Pero tu cuerpo dice lo opuesto. –Me asegura al detenerse a pocos pasos de mí.
Nicholas levanta una de sus manos y retira un poco de mi cabello que está en mi hombro, colocando un dedo ahí y comenzarlo a bajar seductoramente, hasta el centro de mis pechos donde está la forma en V del vestido.
Mi vientre se contrae de excitación, al sentir su roce. Mientras nuestras miradas se encuentran y juro que quiero mandar todo al demonio, pidiéndole que me arranque este vestido y me haga suya.
—También lo deseo –me asegura como su hubiera leído mis pensamientos, me acerco un poco, pero él da dos pasos atrás–. Pero sigues castigada. –Me recuerda con cierta diversión.
Lo que oigo me molesta, pero también me da una gran idea.
Él quiere jugar a este juego, pues juguemos.
—Está bien James, juguemos a este juego –doy un paso cerca de él, mordiéndome el labio inferior–. Veamos cuánto dura tú castigo. –Sentencio al retirarme de la habitación.
Con una sonrisa de victoria, al dejarlo sin nada que decir…En camino hacia la gala en el auto de Nicholas, decidí sentarme lo más alejada de él, aunque eso no me allá salido del todo bien, al compartir asiento en la parte de atrás, ya que su chofer es quien nos lleva.
—¿Has podido hacer algo con las empresas de tu padre? –Pregunta Nicholas sacándome de mis pensamientos.
Aparto la mirada de la ventana del auto y lo miro a él.
—Si, los estuve revisando con Andrea y no está nada fácil –un sentimiento de nostalgia y enojo inundan mi corazón–. Fiona ha malbaratado todo el capital de las empresas. –Le respondo.
—Eso lo sé. –lo miro confundida–. Tome la información de tú correo. –Se explica.Ignoro el hecho, de que ha vuelto a violentar mi vida privada.
—Y estarás de acuerdo conmigo, que la única solución es; que le promocione capital.
—Es cierto, coincido contigo.
—Nicholas con todo lo que tengo, aún así no llegó a ese capital y no pienso pedírselo a mi tío Ben. Ya me ha ayudado demasiado. –aparto la mirada de él hacia la ventana del auto, para que no vea el dolor y la tristeza que me causa tomar está difícil decisión–. Aunque me duela, debo dejarlas quebrar.
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Destino. Aprendiendo a creer en él
RomanceSinopsis ¿Quién será que dio con Isabel? ¿Será ella capaz de salir de todo esto? ¿Nicholas será el hombre que Isabel, cree que es? ¿Cuál será esos misterios que él guarda? No te pierdas la segunda entrega de esta fascinante y excitante historia. Po...