Destino. Aprendiendo a creer en él

Capítulo 18

Al llegar a mi apartamento ya de noche, me encuentro a mi Nana.

—Buenas noches Nana.
—Buenas noche mi niña.

Tomo asiento en la sala, un poco cansada y triste por la gran pelea entre Nicholas y yo.
¿Dónde podrá estar ahora? ¿Estará con ella?

—¿Mi niña cenara ahora o más  tarde? –Pregunta mi Nana.
—Comeré en mi pequeña sala de star. –Le respondo al dirigirme a ella.

Necesito revisar mi correo ya que no lo puedo hacer desde mi iPhone. Para autorizar unos diseños, de unas decoraciones y la aprobación para el salón de fiesta.
Conecto mi iPhone y lo enciendo.

Guao.

Tengo diez llamadas de Nicholas de esta mañana y 5 mensajes, los borro no quiero saber nada de él. Tengo dos llamadas de Chris, de seguro es para saber porque le colgué, después le devuelvo la llamada. Y tengo tres llamadas y dos mensajes de mi tía Teresa.

Tía Teresa: Cariño siento mucho lo del padre de Nicholas.

¿Qué? Sigo con el otro mensaje.

Tía Teresa: ¿cómo sigue el padre de Nicholas, cariño?

Termino de leer el mensaje y busco en internet.

Y al instante aparecen noticias del padre de Nicholas, en un accidente de tránsito. Al parecer su estado es crítico.

Ahora entiendo porque se fue.

Que estúpida fui, esa llamada era por el accidente de su padre.

Mi iPhone comienza  a sonar, es Andrea.

—Andrea averíguame en que hospital está el padre de Nicholas. –Le pido al contestar.
—¿No lo sabias? –Pregunta.
—No, me acabo de enterar, envíame la información por mensaje.
—En seguida.

Finalizo la llamada y llamo a John.

—Diga señorita.
—Prepara el auto, salimos en cinco minutos. –Le pido.
—En seguida señorita.

Veo mi Nana entrar con la cena.

—Lo siento Nana, pero debo irme.
—¿Adónde mi niña? –Pregunta preocupada.
—Después te lo explico. –Le respondo al desconectar el iPhone, con un poco de carga.

Corriendo escalera abajo, con un gran sentimiento de culpa…

Al llegar al hospital, me acerco a la enfermera que está en la recepción.

—Buenas noches. ¿Para saber cómo está el señor Scott James? –Le Pregunto  a la enfermera.
—¿Es familiar? –Pregunta evadiendo mi pregunta.

Bueno no sé si Nicholas y yo seguimos siendo algo.
Recuerda que él dijo “esto aún no termina” Me recuerda mi voz interior.

—Yo…
—Si es un paparazzi, le voy a pedir que se retire. –Pide la enfermera.
—No, yo no soy un paparazzi…
—¿Isabel? –Oigo a Tamara llamarme.

Me giro hacia ella y ver su dolor plasmado en su rostro, me dejan ver que todo esto es cierto.

—Tamara lo siento mucho. –Le digo al acercarme y abrazarla.

Ella acepta mi abrazo.

—Ella es familia. –Le aclara Tamara a la enfermera al soltarse.

Comenzamos a caminar.

—¿Como esta? –Pregunto.
—En cirugía. –Responde con voz quebrada.

Al llegar a la sala de espera me detengo en seco al ver a Nicholas, sentado con las manos juntas y mirando al piso. Pero lo que me hace enojar por completo es ver a la zorra de Verónica a su lado tratando de consolarlo, pero por lo que veo Nicholas no le presta nada de atención. Y es como si él sintiera mi presencia, al levantar su rostro y encontrarse con mi mirada.