Al despertar a la mañana siguiente me encuentro que estoy sola en la cama, miro en toda la habitación y no lo encuentro.
¿Dónde podrá estar?
Veo una nota encima de su almohada.
Salí a correr, tu desayuno está listo.
Venezolanita.Sonrío por esa manera de decirme, que siendo honesta cada vez que me lo dice me hace enamorar más de él.
Isa estás pérdida. Comenta mi razón.
No lo está, solo está enamorada. Contraataca mi voz interior.Ignoro esos comentarios, al levantarme y asearme un poco…
Al bajar me encuentro con un delicioso desayuno ya servido, y con él. Veo que tomo una ducha y está tomando café, leyendo las noticias. Jamás pensé que Nicholas fuera de esos hombres que leen periódicos, pero no se puede negar que verlo así es excitante.
—Buenos días venezolanita –me sobresalto a ver que se dio cuenta que lo estaba mirando en silencio–. Siempre me ha molestado que las mujeres me vean embobadas –comienzo a bajar acercándome a la mesa–. Pero cuando tú lo haces, me desconciertas al punto de hacerme sentir… –se detiene al dejar de lado el periódico y mirar como tomo asiento delante de él, con esa vulnerabilidad en los ojos–. Que puedes ver a través de mí. –confiesa con voz indescifrable.
Lo miro sorprendida.
Eso mismo siento yo cuando él me mira. Y la pregunta que me hizo en el salón con el gran piano, viene a mis pensamientos.
—Recuerdas esa pregunta que me hicistes, ¿de qué hacia tu mirada en mí? –él cae en cuenta y sonríe–. Pues eso mismo que tú sientes, lo siento yo. –Le hago ver.
Nicholas me mira sorprendido.
Sonrío por su sorpresa, al empezar a degustar este riquísimo desayuno, dejando que un gran silencio se haga entre los dos.
—Venezolanita…
Pero es interrumpido al escuchar sonar mi teléfono.
De seguro es mi tía Teresa para saber si ya tengo la canción lista. Lo busco en mis cosas que había dejado sobre uno de los muebles.—Hola tía Teresa. –digo al contestar.
—Hola cariño ¿cómo va todo? -Pregunta.Y cuando lo pregunta así, es porque mi tío Ben está ahí y no quiere que sepa que cantare esta noche en su aniversario.
—Todo listo. –Le digo con cierta emoción.
—Perfecto cariño, ¿y vendrás con Nicholas? –Pregunta curiosa.Sonrió por eso, quiere saber si Nicholas y yo estamos bien.
—Si, él me acompañara esta noche. –Respondo al tomar asiento nuevamente enfrente de él.
—Entonces no se hable mas, los estaremos esperando esta noche. –Dice mi tía Teresa con emoción.Finalizo la llamada y lo encuentro mirándome con diversión.
—¿Por qué me miras así? –Le pregunto confundida.
—Por nada, solo que hasta cuando hablas te vez adorable. –Responde con voz ronca.Aprieto los muslos por la manera tan erótica, con la que habla. Pero dejo a un lado esa excitación, al acordarme de algo que quiero pedirle.
—¿Te puedo pedir un favor? –Le pregunto para cambiar de tema.
—Claro, lo que tú quieras. –Responde con cierto brillo en los ojos.
—Podrías darme tu opinión como músico, en una canción que voy a cantar esta noche en el aniversario de mis tíos. –Le pido.
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Destino. Aprendiendo a creer en él
RomanceSinopsis ¿Quién será que dio con Isabel? ¿Será ella capaz de salir de todo esto? ¿Nicholas será el hombre que Isabel, cree que es? ¿Cuál será esos misterios que él guarda? No te pierdas la segunda entrega de esta fascinante y excitante historia. Po...