Capítulo 19

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A la mañana siguiente me despierto sola en la cama, sin Nicholas.

¿Dónde podrá estar?

Me levanto para asearme, y luego irlo a buscar.

Al bajar me encuentro con un delicioso desayuno, pero decido mejor buscarlo, al notar que la puerta de su despacho esta abierta.

—Perfecto Luck, me mantienes informado. –Le oigo decir terminando la llamada, mientras me detengo en el umbral de la puerta.

La última vez que estuve aquí, fue cuando pensé que todo había terminado entre los dos. Ya no está su sangre marcada en la pared, de tantos golpes, lo vuelvo a mirar.
Y al verme su rostro se ilumina.

—Buenos días. –Le digo al entrar por completo.
—Buenos días venezolanita –mira mi cuerpo de arriba, abajo. Y al mirarme nuevamente, su mirada está llena de deseo–. Me encanta verte en mis camisas. –Confiesa con voz ronca.

Me ruborizo por sus palabras, y por la manera en cómo me está mirando.

—Desperté y no estabas –le comienzo a decir, al tomar asiento delante de él–. ¿Cómo sigue tu padre? –Pregunto.

Su mirada se entristece un poco.

—Esta mejor, lo iré a ver en un rato… –se detiene, mirándome con duda–. Me encantaría que me acompañaras. –Me pide con calidez.

Sonrío para mis adentros.
Aún sigue dejándome, entrar en su vida.

—Claro, me encantaría. –Le aseguro.

Nos miramos por un momento, sin decirnos nada.

—Vayamos a desayunar –se coloca de pie, acercándose a mí–. Tengo muchas cosas que explicarte. –Anticipa extendiéndome su mano.

Tomo su mano, y me pega a todo su cuerpo, envolviéndome con sus brazos.

—Pero una cosa si debes saber, que  a pesar de mi fama  de casanovas –coloca su frente en la mía, mirándome con esa vulnerabilidad–. Jamás podría traicionarte de esa manera,  venezolanita. –Confiesa con determinación.

Su confesión me sorprende.
Solo asiento sin nada que decir, y como decir algo cuando él dice cosas como esas. Nicholas enlaza nuestras manos y nos saca de su despacho…

Después de un rato me encuentro esperando a Nicholas en la sala, ya que recibió una llamada de su madre. De seguro es para infórmale como sigue su padre.

—Está bien, ahí estaré madre. –Le oigo decir finalizando  la llamada, al llegar a la sala.

Toma asiento junto a mí.

—¿Cómo sigue tu padre? –Pregunto.
—Mejor, ya despertó. –Responde con alivio.
—Qué buena noticia, Nicholas. –Le hago saber con alegría.

Él sonríe al tomar mis manos.

—Isabel sobre esas fotos –comienza a explicarse–. Fui a esa gala solo, al salir habían paparazzi, y ella aprovecho eso –ahora coloca un mechón de cabello tras mi oreja–. Ya te lo dije, jamás te lastimaría de esa forma venezolanita. –Me recuerda.

Un gran alivio se apodera de mi corazón, pero también logro notar que me ha explicado todo esto. Y porque justo así, no me explica todo ese gran misterio.

—Está bien –ahora  soy yo quien toma sus manos–. ¿Y que representa ella en tu vida? –Pregunto.

Su rostro se contrae por un momento, pero lo trata de ocultar.

—Ella no representa nada en mi vida, solo fue una conquista y nada más. –Responde.

No sé por qué siento que esa respuesta, no está del todo completa. Pero por otra parte me alivia un poco, que ella no signifique nada para Nicholas. Comienza hacerse un incómodo silencio entre los dos.

Destino. Aprendiendo a creer en élDonde viven las historias. Descúbrelo ahora