Capítulo 25

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De camino en el taxi hacia esa dirección que me dio Verónica, no dejo de pedir a todos los Dioses que él no este con ella, ni que ella tenga razón en nada de lo que me allá dicho.

Puede que si, como puede que no. Comenta mi razón.
Nada de lo que ha dicho, es cierto. Contraataca mi voz interior.

Ignoro esos comentarios al sentir que el taxi se detiene.

—Hemos llegado señorita. –Informa el taxista.

Miro por la ventana del taxi y nos encontramos a las afuera de un club.

—¿Señor seguro que esta es la dirección que le di? –Pregunto confundida.
—Si, esta fue la dirección que me dio. –Responde con seguridad.

Le pago al bajarme y no logro entender nada. Que tiene que ver Nicholas y este club. Lo que me deja más que sorprendida es la gran inscripción que tiene por todo lo alto.

Club Del Placer

Se ve todo, menos un club del placer.

Por fuera es como cualquier club, con la excepción que es muy elegante. Entrada elegante con dos hombres de seguridad, y personas de dinero entrando y saliendo. Entro y no estuve equivocada al decir que es un club como cualquier otro, una barra grande en mitad del club, luz en tono oscuro, DJ en una esquina, de fondo musical “The Weeknd High For This” Y por último una puerta en una esquina de la barra, que al parecer da a otra parte del club.

Busco a Nicholas con la mirada al tomar asiento en la barra, pero nada, no lo veo por ningún lado. Creo que fue un error haber venido, ella no sabe dónde está y solo me está haciendo creer que  si lo sabe para molestarme.

No seas impaciente, solo espera un poco. Comenta mi razón.
Y que va esperar, Nicholas no está aquí. Contraataca mi voz interior.

Ignoro esos comentarios, decidiendo esperar un poco más…

Habiendo transcurrido cierto tiempo, comienzo a sentirme molesta e incómoda al estar en este lugar, y comprobar que todo era mentira de Verónica. Termino lo que me queda de Margarita y me coloco de pie para irme.

—Buenas noches, ¿le puedo hacer compañía? –Oigo que me dice un hombre a mis espaldas.

Al instante todas mis defensas aparecen y me giró al extraño con mi cara de frialdad, esa que siempre uso cuando alejo a todos los hombres que se acercan a mí. Es un hombre alto, moreno, de ojos negros y mirada maliciosa.

—No, vengo acompañada. –Le miento.

Él hombre mira detrás de mi confundido.

—¿Dónde está que no veo a su acompañante? –Pregunta con cierta sonrisa en sus labios.

Que siendo honesta, me desagrada demasiado.

—Eso no es de su incumbencia, ahora retírese. –Le respondo en tono frío.

Pero no lo hace, al dar dos pasó hacia mí.

—Eres de carácter fuerte y eso me gusta en una mujer –comienzo a sentir pánico, dando dos pasos atrás–. Te parece ir a un lugar más privado. –Me propone seductoramente.

Siento como mi estómago se revuelve.

—Si lo soy, y si no quieres que mi copa se estrelle en tu cara, será mejor que te vayas. –Lo amenazo al levantar mi copa.

Él ve mi movimiento y da dos pasos atrás, girando sobre sus talones he irse.

Suelto todo el aire que tenía retenido por el pánico, al verlo acercarse a mí. Esta más que claro que Nicholas no está aquí, iré al tocador y después me iré a mi apartamento fue un error haber venido...

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⏰ Última actualización: Sep 22, 2017 ⏰

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Destino. Aprendiendo a creer en élDonde viven las historias. Descúbrelo ahora