capítulo 21

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Mi rostro estaba de lo peor, si en la noche pensé que estaba terrible ahora está mil veces peor, tenía un pómulo morado al igual que una parte del ojo derecho, mi labio verde e hinchado, más el dolor de cuerpo y cabeza que no ayuda para nada. Matt me observaba apenado ¡Y debe estarlo! No puedo ver en la puta oscuridad cómo él ¿cómo iba a defenderme?, Matt debió ayudarme en vez de quedarse mirando cómo me humillaban y más que el dolor físico tengo el dolor de mi orgullo, ¡La humillación! He sido humillada de manera catastrófica, no se que me ha pasado, no soy la misma de antes, estoy siendo una débil que prometí nunca más ser.

Matt vuelve a colocar una bolsa de hielo en mi rostro, comenzando con mi ojo, bajando hasta mi pómulo y defendiéndose en mis labios, por su rostro puedo notar la culpa que carga.

- deja de mirarme - digo molesta arranchando de sus manos el hielo y poniéndomelo yo misma.

- lo siento - vuelve a disculparse por vigésima vez, lo ignoro cómo lo he estado haciendo desde anoche, él me extiende una lata de comida y al menos el carro está intacto, las bolsas están intactas y vamos a buscar un lugar donde podamos quedarnos por qué aquí no puedo más - aunque es tu culpa no mía - menciona mirándome mientras se encoge de hombros.

- ¿estás bromeando? - pregunto seria.

- todo esto no hubiera pasado si no fuera por tus manos y flechitas - responde acostandose en la manta que está en el suelo con sus brazos detrás de su cabeza, le lanzo el hielo el cual cae en su cabeza provocando que se queje por unos segundos.

- son todos, unos mal agradecidos - digo molesta.

Matt me ignora, me quejo al intentar ponerme de pie para poder ir al auto donde puedo estar más cómoda, Matt abre sus ojos y me observa nuevamente, no quiero su lástima, he tenido heridas peores y las he podido soportar, esto es un pequeño porcentaje a todo lo que he sufrido, tras más quejidos logro ponerme de pie y con dificultad caminar hasta el auto, donde abro la puerta y me recuesto en el asiento de copiloto.

- sólo te pido una cosa - digo mirándolo desde donde estoy - sacame de este lugar - pido cerrando los ojos evitando ver su rostro, por que de seguro disfruta de mi mal estado.

- di las palabras mágicas - canturrea.

Lo observo amenazante, no estoy para bromas y si me da la gana puedo arrancar e irme dejándolo botado.

De hecho es una buena idea.

Me acomodo en el asiento de conductor, se que esconde la llave en la guantera así que la abro y las cojo, rápidamente la introduzco en el seguro y arranco de manera inmediata, acelero lo máximo posible, veo a Matt detrás el cuál me grita cosas que ya no logro oir, río y vuelvo a fijar mi vista al frente, salgo del centro de árboles y después de varios minutos encuentro una carretera, sólo tengo un lugar en mente para ir, la casa de Sleyter, él me debe ayudar.

La carretera es solitaria y larga, de seguro me demoraré en llegar pero mientras más acelere mejor, sonrío al recordar a Matt, al fin pude librarme de él, lo mejor será que cada uno vaya por su lado, mientras tanto Sleyter debe ayudarme a encontrar al asesino. Un sonido que tanto detesto comienza a sonar por todo el auto.

- ¡demonios! Se acabó la gasolina - me quejo golpeando el volante haciendo que me queje del dolor.

No puede estar pasando esto ahora, ¡¿por que a mi?! Enojada me bajo del auto pateando las llantas, ignoro el dolor que siento en mis dedos, apoyo mi cabeza en el auto, todo me está saliendo nefasto. Siento la presencia de alguien a mis espaldas por lo que reacciono dando un golpe que rápidamente es esquivado, lanzo otro golpe sin fallar, toma mi muñeca y me detiene de manera brusca.

- ¡acaso ese ojo no te deja ver! - exclama Matt, está totalmente furioso - ¿cómo te atreviste? - pregunta refiriéndose a llevarme el auto - ¡eres muy infantil! He tenido demasiada paciencia contigo, estoy siendo demasiado sutil cuando no te lo mereces, las cosas van a cambiar y mirame - me ordena ya que mi mirada está fija en unos árboles, toma mi rostro entre sus manos y me obliga a mirarlo - las cosas están así y presta atención Mila, yo doy las órdenes, yo digo donde nos quedamos, yo digo que hacemos y tú obedeces.

Sonrío de manera arrogante, de hecho está loco, no puedo creer que ha tenido el atrevimiento de hablarme de esta manera tan sobrada, está totalmente confirmado que no me conoce, lo aparto lejos de mí y lo observo desafiante, si cree que me quedaré callada con todo lo que me acaba de decir está muy equivocado.

- presta atención tú, Matty. Primero: estás demente si crees que voy a obedecer lo que tú me digas, segundo: no eres nadie para hablarme de esa manera, tercero: hago lo que quiero y tú no me vas a reprender, si crees que te canso quiero que sepas que tú ya me tienes cansada, ¡te detesto! - mi voz es tan fría al dirigirme hacia él además mi papel de ser agradable con todos se estropea con tan sólo verlo. Él sólo se mantuvo pensando por unos minutos bastante largos, de seguro estaba molesto pues su rostro lo delataba.

No podía seguir aquí mirándole la cara de idiota que ponía, se estaba aguantando el gritarme y responderme, no puedo soportar su descaro y atrevimiento de hablarme de esa manera, no es nada ni nadie para mí y nunca lo será, no tiene el derecho. Ruedo los ojos irritado y decido dejarlo ahí e irme ha otro lado pero sus brazos se han colocado a los costados de mi rostro dejándome sin salida, abro la boca dispuesta a gritarle que me deje en paz y se deje de estúpidos juegos pero no puedo hacer nada, sus labios están sobre los míos dejándome sin habla.


Matt

Su respuesta fue bastante altanera ¡¿cómo podré soportarla?! Intentaba calmar mis acciones pues de seguro me arrepentiria luego, su maldita manera de dirigirse hacia mí me hostiga además ella se llevó mi auto, algo tonto pues puedo alcanzarla en un parpadear de ojos. Me quedé en silencio aguantando las ganas de cerrarle la boca pues no me gusta ser grosero ni agresivo con las chicas pero Mila saca lo peor de mí, mis ojos cayeron a sus labios, una manera de reprenderla se cruzó por mi cabeza y sin pensarlo una vez más la arrincone evitando sus intenciones de irse y sin darle oportunidad a que hable o más bien me grite junte mis labios con los de ella, al principio se quedó totalmente paralizada mientras yo estaba preparándome para el golpe que recibiría de su parte, pero haría que el golpe valga la pena, coloqué una de mis manos en su mejilla acercandola más a mí y otra en su cintura, no entendí por qué no me separaba de ella y cuando estaba dispuesto a alejarme, ella me aparta empujandome y luego su mano golpea con fuerza mi mejilla, su respiración es agitada y sus labios se ven rojos e hinchados.

- nunca más en la vida te atrevas a besarme - advierte, su rostro se torna rojo pero por el coraje que siente, limpia sus labios con su mano repetidas veces.

- tampoco me interesa hacerlo Rubia - respondo en tono frío - además tus amenazas no me intimidan, ahora ve por gasolina que tú la agotaste.

Me retiro dejándola con la boca abierta y el rostro más rojo que nunca, llevo mi mano a mi labio y hago lo mismo que ella hizo, cómo lo pensé sería una acción de la cual me arrepentiria. 


[…]

Luego de haberme ido y dejar a Mila sola para que vaya por algo de combustible noté que estaba tardando, mi paciencia se agotaba y no podía evitar el pensar que ella volvió a escapar, la verdad ella no me interesa pero mi auto es el que sufriría las consecuencias por culpa de la irritable rubia loca. Al llegar de suerte mi auto estaba intacto, lo rodee en busca de Mila y efectivamente fue por la gasolina ¿el problema? El bote de gasolina estaba caído y regado, además la Rubia no estaba por ningún lado, ¿Debo preocuparme? 








¡Holaaa holaaaa!

Después de 84 años les traigo un nuevo capitulin (Para colmo corto) lo siento mis beibis, para recompensarlo estaré preparando nada más y nada menos queeeee…

*tambores*

¡un maratón!

Yeyyy

Sin nada más que decir mis queridas amodoradas me retiro♡♡♡

Besos y apapachos llenos de love
:3♡

Infiltrada entre Vampiros Donde viven las historias. Descúbrelo ahora