El reloj marcaba las 8:40 de la mañana y sabía que Effie había convocado una junta a las nueve. Entró a la empresa vestido con un traje azul rey, corbata roja y un portafolio de cuero negro. Tenía la misma sonrisa que convencían a todos de su apariencia falsa.
Qué ironía, ¿no?
Las recepcionistas lo hicieron pasar desde luego y no tuvo que esperar el ascensor, nunca lo hacía, estaba listo solo para él.
Era la suerte de ser el novio de la mujer más temida de la empresa. Y no solo eso, también tenía otras virtudes.
Esa mujer era su amuleto de la fortuna, solo ella lo sacaría de su miseria, y mantendría estable la empresa de su difunta esposa. Sin embargo, él era consciente de que su relación no tardaría en romperse por la dramática llegada del padre de las niñas. — Que situación tan incómoda —pensó. Pero no tardaría mucho de deshacerse de esa familia, solo tomaría lo que quería y se iría en cualquier momento. No quedaría mal parado, toda la atención estaba hacia el padre desobligado. Además, sabía que Effie le estaba poniendo los cuernos y no tardaría en regresar con su marido. — Típico —pensó de nuevo.
Por lo tanto, no le molestaba en absoluto no poder casarse con la editora e incrementar su fortuna como solía hacer al desposar viudas millonarias. Sin embargo, en esta ocasión solo tomaría algunos millones para poderse mantener en un corto tiempo mientras se encontrara a otra persona.
Llegando al piso, caminó hacia el escritorio de la asistente de Effie — Hola, Perla. ¿Se encuentra la señorita Trinket?
— Buenos días, señor Bridget —saludó la chica— Siento comunicarle que la señorita Effie se encuentra...
De pronto, Effie salió de su oficina con un montón de carpetas en mano — ¡Leandro! —exclamó al verlo, realmente sorprendida— Dame un momento.
— No hay problema.
— Perla, toma estas carpetas y prepara la reunión de las nueve —ordenó la rubia, dejando las carpetas en el escritorio— Te veo allá.
— Claro que si, Effie —acató sus órdenes—. ¿Desea que me lleve su bolso?
—No, puedes retirarte.
La joven asintió y se disculpó antes de retirarse con las carpetas.
— Lo siento, olvidé completamente que vendrías hoy —se disculpó—. Pasemos a mi oficina.
— Por supuesto.
Entraron a la oficina, Leandro fue quien cerró la puerta y continúo hablando.
— ¿Estas bien? ¿Te sucede algo?
No, no estaba bien, pensó ella. Sentía un nudo horrible en el estómago y se creía una persona terrible por haberle dado una oportunidad como pareja, la cual, no había posibilidades de tener un futuro. Jamás había sido lindo cortar una relación y más si lo consideraba buena persona y buen amigo.
— Leandro... Sé que hemos pasado buenos momentos, eres un buen hombre y a Lenay le caes muy bien pero...
— Ya sé lo que me dirás —sonrió triste— Creo que es lo mejor.
— Yo... Lo siento mucho, Leandro. La llegada de Haymitch...
— No tienes que explicarme, está bien.
— Podemos seguir viéndonos como amigos, ¿verdad?
— Sí —dijo, fue casi como un susurro, demasiado dramático.
Se mantuvo un largo silencio, ella empezaba a sentirse incomoda con esto y tenía prisa, pues debía estar en su reunión o llegaría tarde. Sin embargo, respetó su silencio.
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Les Debo Mi Amor (Hayffie)
FanficSeis largos años después de la Guerra, lo que podría decirse que los más felices tiempos en la vida de Haymitch Abernathy, lo convirtió en ceniza de nuevo al abandonar a su familia que le ha costado tanto mantener. No hablamos de su madre ni su herm...