El verdadero Ash

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Ash se dirige al comedor real para degustar la comida del palacio. Al entrar solo centra su vista en la princesa Serena, estaba hermosa como siempre, claro que no tan arreglada pues es solo una cena. Los reyes se han caracterizado por ser muy reservados con sus lujos. La princesa notó la presencia del azabache y su corazón se acelero y optó por sonreirle. Los dos no querían que ese cruce de miradas terminará, la belleza que ambos apreciaban del otro era enorme. Pero también la notó un engreído sentado en la mesa real.

Kalm: ¿Que hace este aquí? Los sirvientes comen allí.

El joven príncipe señalo de forma malcriada una mesa donde se encontraban Clemont, Korrina, Shauna y la pequeña hermana de Clemont, Bonnie con otros sirvientes del castillo comiendo y riendo alegremente, algunos aplaudian la felicidad de la futura pareja de esposos rubios.

Serena: No le hables así, Kalm! Ash no es un sirviente!

Kalm: Y que es? El nuevo músico?

Serena: Eres un tonto!

Rey: Basta ustedes dos! Kalm, el señor Ketchum es el nuevo protector de tu hermana.

Kalm: Ketchum? Creí que Arthur iba a ser el protector de mi hermana. Es nuestro mejor caballero.

Rey: Si, yo tenía planeado así, pero su hijo Ash derrotó a Arthur en combate y decidí elegirlo como el protector de tu hermana.

Kalm: Derrotó a Arthur?!?! Aún así, es nuestro más experimentado guerrero, cometes una equivocación, como siempre.

Rey: Hijo, por favor. Arthur se volvió melancólico después de...... mejor solo comamos. Toma asiento al lado de mi hija, Ash.

Ash: Si al príncipe le molesta mi presencia pues puedo comer con los sirvientes.

Serena: No, Ash. Me gustaría conocerte un poco.

Ash: Bueno, gracias. Lo aprecio.

Ash se sentó con la princesa y se dispuso a degustar de la comida del palacio. El azabache no pudo creer el exquisito de la comida y comió gustosamente.

Grace: Wow muchacho pareciera como si no te hubieran alimentado en años.

Ash: Oh, perdónenme es que esta delicioso.

Grace: Bueno, señor Ketchum. ¿Por que no nos cuenta algo de usted? Chicos, ¿Tienen alguna pregunta para el joven Ash?

Serena: No quiero incomodarlo, Madre.

Ash: No, no se preocupe, princesa. No me molesta, su majestad.

Serena: Bueno, por curiosidad........ ¿cuantos años tienes? y ¿tienes hermanos?

Ash: Pues, mi padre nunca me dijo cuando nací pero mi madre asegura que tengo 22 años. En cuanto a hermanos, tengo a una hermana menor de 8 años; mi hermano Ricardo murió antes que naciera. Según mi madre, claro.

Grace: Así que eres joven, mi Serena tiene 19 y mi Kalm tiene 20.

Rey: Como es eso que Arthur no te dijo cuando naciste.

Ash: Prefiero no hablar de eso, majestad.

Kalm: ¿Por que?¿Nos ocultas algo? Cuentanos.

Serena no soportaba la actitud de su hermano. La falta de atención y la presión de ser rey lo convirtieron de un chico amable y bondadoso en alguien malcriado y amargado. Tal parece que encontró en Ash la perfecta persona en quien desquitarse. Pero Serena no soportaría sus malcriadeses.

Serena: Kalm!!

Pero a Serena se le esfumó toda la rabia por pena al ver como Ash con la cabeza todavía baja se encontraba llorando. Por su parte, Ash sentía de nuevo su pasado: todos esos latigazos, insultos de su padre, su madre rogandolé a Arthur que se detuviera. Toda esa tortura, todo ese dolor. Aunque sonora contradictorio a Ash no le dolía los recuerdos comparado al hecho de que fue su mismo padre, un hombre el que debería darle cariño y sabiduría solo le enseño el latigo y los golpes. Si lo hubiera hecho un desgraciado cualquiera, lo habría olvidado hace tiempo. Pero era su padre, las heridas no cicatrizaban, siempre estaban abiertas. El dolor era eterno.

Moriría por ti Donde viven las historias. Descúbrelo ahora