Amar

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Lo ocurrido anteriormente en serio tuvo pensando a Ash toda la tarde, noche y la mañana del día siguiente. Había bailado con la princesa con tanta pasión que ni sabía de donde había sacado. Le asustaba haber mostrado tal pasión a la princesa y peor que ella le haya correspondido con la misma pasión. Y ese beso fue lo peor, no tenía que haber pasado, la princesa es su protegida, no su mujer ¿que derecho tenía para haber recibido ese beso?

Él solo sintió esa clase de sentimientos pues era la única manera de vencer a Blaziken Knight y salvar la vida de la princesa. Solo fue por ese momento y ya. ¿O tal vez no? ¿Acaso esos sentimientos habían sido tan fuertes que no los había podido dejar? Tantas preguntas y tan poco tiempo para aclararlas pues tenía que volver a sus labores como protector en cuestion de segundos.

El azabache trato de esconder sus pensamientos lo mejor que pudo y se adentro en el castillo.

Korrina: Buenos días, Ash.

Ash: Ah buenos días, Korrina.

Korrina: ¿Como está todo por tu casa?

Ash: Todo está bien. ¿Como están tú y Clemont?

Korrina: De lo mejor, ya estamos eligiendo la fecha para la boda.

Ash: Eso es muy bueno.- dijo un poco susurrando pues la felicidad y seguridad que mostraba la chica le recordaba a sus propios pensamientos poco claros.

Korrina: ¿Ocurre algo, Ash?

Ash: No, para nada. ¿Sabes como está la princesa?¿Ya ha despertado?

Korrina: Ah si. Lo mejor es que retomes tus labores lo más pronto posible. No se levantó hace mucho, Shauna le llevo algo de jugo. Ve a verla, le gustará verte.

Ash: Está bien.- dijo retirándose al cuarto de la princesa.

Pero mientras subía las escaleras, la verdad es que todavía podía sentir el hipnotizante sabor a rosas que le dejaron los labios de la pelimiel. Ese beso no debía ser, era la peor escoria del mundo al haber faltado a su palabra al rey. ¿Pero entonces?¿Por qué demonios no se sentía así? ¿Por qué le gustaba el sabor de la princesa todavía sobre sus labios? ¿Por qué le llenaba de alegría pensar que la princesa le dio su primer beso a él?

La cabeza del azabache era un verdadero desastre pero él hizo su mejor esfuerzo para ocultarlo. Entro a la habitación y de inmediato se encontró con Shauna y Serena.

Serena: Ah hola, Ash. Buenos días.

Ash: Buenos días, princesa.

Shauna: Ay hola, guapo.- dijo la morena abrazando el brazo Ash ante la sorpresa de este y la envidia de Serena.

Ash: Hola, Shauna.- dijo el azabache no tan incomodo pues sus dudas todavía presentes le hacían estar un tanto desconectado de lo que pasaba.

Shauna: Bueno, tengo muchas labores que hacer. Nos vemos luego, princesa. Hasta luego, Ashy.- dijo muy coqueta al momento de abandonar la habitación.

Serena: Que pesada. ¿No crees?

Ash: Eh si.

El azabache le contesto de manera educada y respetuosa como acostumbraba hacerlo. Al no estar ni cerca de aclarar sus dudas, Ash solo pudo ignorar lo que sucedio ayer. Grave error. A diferencia de Ash, la princesa no tenía dudas en su accionar. Si Serena había besado a Ash era porque quería hacerlo y le había gustado.

Ash llamó la atención de la pelimiel desde la primera vez que lo vio, pues era todo un misterio y era una persona que había aceptado estar dispuesto a sacrificar su propia vida para su seguridad. Sentirse protegida por ese chico ya la hacía sentir excelente pero las palabras y apoyo de Ash le hacían sentir cosas que nunca había experimentado antes.

Moriría por ti Donde viven las historias. Descúbrelo ahora