Ya no más protección

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Ash ya estaba encaminado a la salida del reino. Todas las personas alrededor lo miraban con respeto y Tracey lo esperaba en la salida.

Tracey: Bien, Ash. Toma esto.

El joven médico le extendio a Ash un dibujo de su cuaderno.

Ash: ¿Así es como se ve la planta?

Tracey: Exacto. Y en la bolsa que te dio Clemont hay un frasco diseñado especialmente para esa planta.

Ash: ¿Algo más?

Tracey: Ah si. Ten mucho cuidado al poner esa planta en el frasco, es muy delicada y puede que se rompa. Suerte, Ash.

Ash: Gracias. Cuida a la princesa.

Tracey: No puedo hacer mucho pero veré que puedo hacer. Solo tienes 4 días para regresar con la planta.

Ash: Ok.

Tracey se retiro dejando a Ash en frente de la puerta del pueblo. Pero.......

Arthur: ¡Ash, espera!

Ash: ¿Que quieres, padre? Ya te dije que voy a ir te guste o no.

Arthur: Lo sé. Solo vine a entregarte esto.

El padre de Ash saco una espada puesta en su funda y se la entrego a su hijo.

Ash: ¿Que es esta espada?

Arthur: Es una espada muy especial para todos nosotros. Fue forjada con las cenizas de tu hermano Ricardo. Creo que a él le hubiera encantado que tú la tuvieras.

Ash saco la espada de su funda. Era una espada plateada, totalmente libre de alguna marca que reflejara uso previo, estaba hecha de un metal mucho más fuerte y resistente que la espada de Ash.

Ash: Gracias, padre...... yo lo...

Arthur: No digas nada, hijo. 

El padre se retiro soltando una pequeña lágrima con la cabeza baja. Después de poner la espada en su caballo, Ash avanzo por el camino hacia Unova. Casi de inmediato de empezar su avance por el camino, fue golpeado por una fuerte ventisca. El joven no cedió y continuó avanzando como si nada pero notó que la fuerza de aquella ventisca aumentó hasta convertirse en una poderosa tormenta.

Ash: Lanzame lo que quieras. Este caballo ha sufrido tanto como yo, no lograrás hacer que si quiera se inmute.

Pero lo peor vino después cuando en medio de la tormenta se mostraron dos puntos rojos resplandecientes. Ash preparo su arma para empuñarla en contra de cualquiera que se escondiera detrás de eso. Ash no logró ver bien pero se veía como especie de oso polar. Ash había oído de ellos por parte de su madre Delia antes. Pero los este era muy diferente, para empezar: anda en dos patas y tenía una barba hecha de hielo.

¿?: ¡BEARTIC!

El gigantesco ser se lanzó al ataque, Ash trató de reaccionar pero era muy rápido. El poderoso ser lanzo a Ash de su caballo y lo hizo caer al suelo dañando también al caballo. Ash desenfundó su fiel y afilada espada listo para pelear.

El azabache trató de inmediato de atravesar el pecho del enorme oso. Pero se encontró con sus afiladas garras que lograron mandarlo a volar pero sin ninguna lesión debido a la protección de su armadura. Ash fue rápido con sus ataques y logró dañar a la bestia pero esta se vengó dándole una soberana paliza y dejándolo caído.

Ash parecía acabado pero su fiel y poderoso caballo se interpuso en el camino mordiendo el brazo del ser furioso. Rápidamente fue lanzado a la mala y la bestia se puso encima de él.

Ash: ¡¡NOOOOO!!

Eso fue lo único que pudo decir Ash al ver al caballo de su padre siendo atravesado por las grandes garras repetidas veces dejando un montón se sangre alrededor. Dicen que cuando pierdes a alguien cercano a ti muere, sientes un gran vacío dentro de tu ser. Pues eso le paso a Ash, perder a aquel caballo con quien compartió muchos recuerdos cálidos de su niñez, siempre contaba con él para consolarle un poco.

 Ash estaba harto de ser protegido, fue entrenado toda su vida para matar a quien sea por proteger a otros no para que lo protejan a él. Frustrado y con ceño fruncido, Ash desenvaina la espada que le dio su padre, la espada que contenía las cenizas de su difunto hermano mayor.

Ash: ¡YA NO MÁS!

El azabache se lanzó sobre la bestia pero este lo golpeo mandándolo lejos y poniéndose encima. Pero a diferencia de su amigo animal, Ash opuso resistencia e hirió su mano con su espada.

Pensamiento de Ash: Mi anterior espada no habría hecho un corte tan preciso como ese. Gracias, hermano Ricardo.

El azabache se lanzó sobre el malherido monstruo y le hizo múltiples cortes en su pecho haciendo que se hinque de rodillas. Totalmente en control de la bestia, Ash lo sacó de su miseria cortando su cabeza y apagando la vida del asesino de su amigo caballo. El azabache se dirigió al cuerpo de su amigo caído. El pobre animal seguía con vida a penas, pero no faltaba mucho para que su alma descansara.

Ash: Lo siento.

El caballo usó sus últimas fuerzas para lamer el rostro del hijo de su dueño antes de caer muerto en esa dura tormenta. El azabache lamentó no poder rescatar el cuerpo de su amigo y rezó a la deidad Arceus por su alma. Por suerte, el caballo logró proteger con su cuerpo el frasco y el dibujo ahora repleto de sangre de la planta.

Ash: Aún se entiende. Gracias, amigo. Que Arceus se encargue que tu alma descanse en paz.

Pero ahora sin caballo y sus provisiones hechas trizas, Ash solo podía caminar un poco y lograr salir de la ruta nevosa. El azabache llegó al siguiente trayecto de su viaje: Pike Valley, el lugar donde miles de cuerpos descomponiéndose era como el pasto de una casa. Pero casi de inmediato, notó unas pisadas detrás de él. El guerrero no dudó por un minuto en sacar su arma y prepararse para pelear.

¿?: Tranquilo, soy yo.

Ash escuchó una voz pero no era una voz en sí, sino algo que oía en su cabeza.

Ash: ¿Quienes son?

De la ruta nevosa salió un Pokemon conocido para Ash y se acerco alegre al guerrero tomando su posición en su hombro. 

Ash: Pikachu....

¿?: Quería venir solo yo, pero insistió en que quería verte. 

Ash: ¿Quien eres?

De la ventisca, emergió Greninja, el poderoso tipo Agua/Siniestro que ayudó a Ash la otra vez contra Charizard.

Ash: Tú.

Greninja: Me alegra que hayas derrotado a ese Beartic.

Ash: Tú ¿hablas?

Greninja: No. Te hablo a través de nuestros pensamientos conectados.

Ash: ¿Telepatía?

Greninja: No. Nuestro vínculo me permite hablar contigo.

Detrás de Greninja, se muestra alguien no tan amigable para Ash.

Ash: ¡CHARIZARD!

Greninja: Tranquilo, viene conmigo. Ya no supone una amenaza para nadie, excepto para los que traten de matarte.

Ash: ¡¿EH?!

Bueno, aquí un nuevo capitulo un tanto sencillo pero espero que guste. Ya que tengo hoy feriado, trataré de subir algo más. Bueno, eso no interesa. Gracias por leer, deja tu voto si gustas y comenta lo que desees. Hasta la próxima. 


Moriría por ti Donde viven las historias. Descúbrelo ahora