Olivia | L.S | (en edición)

22 - ¿qué cosa mi amor?

Zayn se quedó callado un momento esperando la respuesta de Liam pero como no decía nada habló.

— ¿no dirás nada? – lo miró poniéndose nervioso.

— no me esperaba eso pero te respeto y te apoyo más que nunca – el ojimiel respondió dejando a un lado sus pensamientos que lo  confundían más.

— hay cosas que no sabes de mi y me gustaría contarte – Zayn comentó más tranquilo.

— pues yo no planeo irme en éste momento así que te escucho – Liam se sentó a su lado para estar más cómodo.

— es difícil para mí... – Zayn comenzó a jugar con sus dedos por el nerviosismo.

— si no te sientes listo no te preocupes, no quiero presionarte – dijo Liam acariciándole la mano.

— quiero hacerlo, sé que no me juzgarás porque confío en ti – respondió Zayn colocando su otra mano sobre la del ojimiel.

— está bien, cuando quieras parar lo haces y no te preocupes por nada yo estoy aquí contigo – Liam habló suavemente.

— todo comenzó cuando conocí a un chico llamado Luke... éramos tan unidos que nos volvimos mejores amigos hasta que nos comenzamos a gustar sin darnos cuenta – Zayn comenzó a narrarar el con una sonrisa al recordar a Luke.

Liam sintió algo raro al escuchar eso pero negó con su cabeza levemente y continuó escuchándolo hablar.

— todo pasó muy rápido un día Luke se había comportado muy raro y hasta me acompañó a mi casa al salir de la escuela y todo el camino fué silencioso hasta que llegué a mi casa y antes de que se fuera me dio una carta...

flashback

— toma Zayn – el ojiazul le tendió un pequeño sobre.

— ¿qué es esto Luke? – preguntó el morocho confundido mientras tomaba el sobre.

— es algo q–que quiero q–que sepas desde hace tiempo... – el ojiazul estaba muy nervioso.

— está bien ¿quieres pasar? – el pelinegro aceptó dudoso al ver el nerviosismo de su amigo.

— no debo irme a... nos vemos luego – contestó el ojiazul antes de besarle la mejilla y salir corriendo de ahí.

Zayn sonrió inconscientemente y puso su mano en su mejilla para acariciar la zona donde sentía un cosquilleo por el beso.

Estaba tan absorto en disfrutar la sensación que sentía que no se dio cuenta de que estaba siendo observado por su vecino que lo miraba con desprecio y hasta pasó por un lado murmurando.

— qué asco... – fue audible para el morocho pero no le dio importancia.

Cuando estaba sólo en su habitación decidió mirar el contenido del sobre y se sorprendió al ver una pequeña carta, así que se puso a leerla de inmediato.

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Zayn...

No sabes cuántas veces he escrito esto y no había tenido el valor de darte una carta, hasta ahora.