Vigésima parte.

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Todo se encontraba en silencio. El ruido se había ido hace más de dos horas, se podía sentir la tensión por todo el lugar, aunque eso era lo que menos importaba en ese momento.

Dos pares de ojos plateados mataban con la mirada al ojirojo, quien sólo regresaba la mirada con aburrimiento, sin demostrar verdaderamente sus emociones. No era como si estuviera asustado, no, pero sí que estaba fatigado, los dos padres de su pareja eran realmente estresantes, sin mencionar raros... Sí, raros era lo que mejor les describía.

—Y... ¿qué hacemos? —preguntó Armus sintiendo la tensión en el ambiente.

—¿Conquistar el mundo? —preguntó Tom mirando a su novio, quien empezaba a levantar la comisura de sus labios— ¡Era broma! —siseó el mayor cuando dos varitas le apuntaron con rapidez.

El menor de los Black se carcajeó ante eso, ganando las miradas de los presentes, quienes ya se encontraban levantando una de sus cejas. Tom casi pone lo ojos en blanco, ¿era mucho pedir que su niño no terminara igual de loco que sus padres?

—¿De qué te ríes? —preguntó Regulus con los ojos entrecerrados.

—¡Oh, vamos! —contestó el menor haciendo un puchero al notar que a nadie le daba risa lo que a él le daba risa... ¿o será que no veían lo que daba risa? Se encogió de hombros mentalmente— Es una buena idea...

—¡Orión! —rugieron sus padres al mismo tiempo— No es adecuado pensar en eso —siguió Regulus tratando se respirar con tranquilidad.

—Es cierto, a parte, eso de matar no va contigo —siguió el mayor de los hermanos—, ¿te imaginas mancharte las túnicas con sangre? Duh...

Regulus puso los ojos en blanco.

—¿En serio?—cuestionó.

—¿Qué? —preguntó Sirius confundido— No le compré túnicas de alta costura para que las estuviera manchando de sangre como si se estuviera metiendo a una alberca.

—Eres un estúpido —siseó el antiguo mortífago dándoles un golpe detrás de la cabeza—, ¡tu hijo quiere ser asesino!

—¿Qué? —esta vez le tocó preguntar a Armus, quien veía la escena con gracia— Yo nunca dije algo de matar a personas, par de desquiciados.

Regulus levantó una de sus cejas, dando a entender lo que pensaba del tema.

—Yo hablaba más del aspecto político —comentó el menor cruzando sus brazos en su pecho—, ya saben, después nos podríamos pasar a lo económico, ganar contactos que faciliten los movimientos dentro del ministerio, aunque creo que eso Tom lo tiene todo resuelto... ¿No les parece una gran idea?  —preguntó encogiéndose de hombros— Sin mencionar que en muchos países la economía es igual o más importante que la política...

—Black's Industry, me gusta —comentó Tom encogiéndose de hombros.

—Afiliados a Riddle's Compañy —Armus y Tom se miraron empezado a sonreír, viendo las miles de ideas pasar por su mente, organizando y moviendo todo lo que fuera posible.

—Alto, alto —siseó Regulus cruzando sus brazos y mirando a los dos con seriedad—. Ni pienses que te dejaré empezar una empresa sin haber terminado el colegio.

—Industria —corrigió el nombrado mirando a su padre—, y no pensaba dejar la escuela, ¿sabes cuántos contactos podría conseguir ahí? Más fácil cuando tengo a los grandiosos Draco Malfoy y Theodore Nott a mi favor...

—Y con la ayuda de Roosevelt sería más fácil armar una compañía —comentó el Señor Oscuro.

—Pero...

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