Siechi'bal Avthan.

Capitulo 4.

Capítulo 4:

" ¿Por qué iba Oomans aprisionan uno de los suyos? Se preguntó Ti'kon. El creador de niños era demasiado joven para ser una mala sangre.

Él la observó atentamente mientras ella dormía apretada contra el cristal. Era una hembra tan pequeña, pero, de nuevo, la mayoría de las hembras de Ooman lo eran, en comparación con las hembras Yautja que se alzaban sobre los machos. Tenían que ser grandes para amamantar adecuadamente. Esta hembra parecía hambrienta. Sus huesos se muestran a través de su piel, piel muy pálida incluso para un Ooman. Su cabello también era largo para un Ooman, pero cortado en diferentes longitudes. Pero lo más importante que notó fueron sus cicatrices. Capa sobre capa de cicatrices, y esa era solo la carne que podía ver. Tenía una especie de túnica blanca en el cuerpo que parecía estar mal asegurada, pero sus piernas y brazos se veían y estaban cubiertos de líneas de miedo. Incluso Ti'kon, un Guerrero Honrado, no había ganado tantas cicatrices en su larga vida.

Pero estas no eran cicatrices de batalla como la suya, eran demasiado precisas, demasiado medidas, y tenía la sensación de que el científico Oomans le había hecho esto. También tenía la sensación de que esto era lo que querían hacerle a él y a su sobrino.

Levantándose de su posición de observar al fabricante de niños, miró a la otra celda a su lado. K'on la sangre joven paseaba en su pequeña celda, a rayas de armas y armaduras como él. Cuando esto terminara y fueran libres, K'on sentiría su furia como ningún otro. El joven Yautja había desobedecido sus órdenes de permanecer en los terrenos de caza que los Ooman habían identificado. Había llamado a K'on ordenándole que regresara a la nave tres veces, antes de que se dispusiera a recuperar al niño y darle una lección. Si no fuera el hijo de su hermano, habría dejado la cabeza 'pauk' a su suerte, pero no, ambos habían sido capturados.

Un sonido suave llegó a sus oídos y miró hacia abajo.

La mujer temblaba contra el cristal, murmurando palabras que iban a desmayar para que el traductor en su cráneo las captara.

Él chasqueó sus mandíbulas juntas con respecto a ella. Era muy posible que este joven fabricante de niños no hubiera hecho nada para merecer este destino. Oomans como raza eran deshonrosos para sus hembras, había visto a los machos cometer actos tan viles con sus hembras que incluso él se vio obligado a actuar. Ni siquiera eran su raza, y había perdido la cuenta de cuántos humanos había acechado porque los había visto obligar a un niño a fabricar niños. Los mató rápidamente, sin siquiera tomar sus cráneos como trofeo. Eran Tarei HsanPresa indigna. Meras insectos que veía como su deber eliminar. Una vez que se encontró con un hombre que obligaba a un niño a Ooman, se le discutió tanto que arrancó al niño del niño. Sin molestarse en vestirse, rompió el cuello del hombre frente al niño. El niño demasiado pequeño para comprender lo que acababa de ver logró tartamudear un 'gracias' antes de agarrar su ropa y huir.

Tales actos serían imposibles de imponer a una mujer Yautja, cualquier hombre que lo intentara rápidamente se encontraría sin genitales y posiblemente con el cuello roto. Sus razas creadoras de niños controlaban todos los aspectos del apareamiento y era un honor si una hembra te elegía para servirla, una que no rechazabas si querías mantener tus genitales.

Cuando se sentó, Ti'kon volvió a ocupar un puesto apoyado en el divisor, no muy lejos de la mujer temblorosa para poder observarla. Seguía murmurando mientras dormía. Su traductor recogió y descifró dos palabras suaves que lo hicieron fruncir el ceño. 'Abrázame'

La creadora de niños apenas estaba fuera de su juventud, ¿cuánto tiempo había estado allí? ¿Y cuánto de su espíritu había sido tomado de ella?

No todo.

Él recordó la mirada en sus ojos cuando ella tomó su medida, todavía estaba consciente de su entorno, pero con mucho dolor.