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Desperté temprano. Era martes y hoy sería un buen día, me duché, me vestí casual, me perfumé, desayuné unos 'no tan deliciosos y deformes' hotcakes que le preparé a mi madre -que por cierto ya se encontraba mucho mejor-su pareja había decidido no rendirse ante mi padre, y seguirían saliendo, aunque claro; con mucho cuidado y precaución de no verse muy expuestos en lugares demasiado públicos o muy conocidos. Era muy molesto el tener que actuar así, pero tampoco podían arriesgarse a lo que mi padre pudiera hacerles, a él o mi mamá, así que tendrían cuidado.

Ya que mi madre se encontraba bien, yo también lo estaba. Después de desayunar con ella, salí directo a la universidad, donde me encontré con Jungkook en la entrada.

-Hola Kook, buenos días- dije con una enorme sonrisa.

-Qué hay Jimin, ¿dormiste bien?- dijo devolviéndome la sonrisa.

-Muy bien, me quedé charlando con Tae hasta tarde, pero descansé. Ayer tuve una tarde algo difícil en mi casa, así que al resolver las cosas pude descansar plácidamente.- caminé junto a Kook camino a nuestro salón.

-Oh, entiendo... Si gustas contarme o si necesitas que te ayude en algo, sabes que puedes decirme Jimin- me miró con una linda sonrisa -por cierto, con razón Tae me dijo hoy en la mañana, que llegaría tarde, dijo que alguien muy fastidioso irrumpió su sueño de-

-belleza. -completé.

Los dos comenzamos a reír.

-Espera, ¿cómo que alguien muy fastidioso?- fruncí el ceño -ese Tae me las pagará.

Llegamos riendo sobre lo bobo que era Tae a veces y sobre sus ocurrencias, al salón. Donde nos sentamos en nuestros respectivas bancas y charlamos un rato sobre lo nerviosos que estábamos por las calificaciones que hoy nos daría el profesor SuHo, por el exámen de psicología que presentamos ayer.

Tae llegó unos 15 minutos después, y para ello el profesor de inglés ya estaba dando su clase, por lo que lo reprendió por su impuntualidad, y Kook y yo reímos en lo bajo.

Al terminar la clase sonó la campana, y muchos chicos salieron del aula, incluyendo el profesor.

-¡Jimin!- fue lo primero que gritó Tae al ver que todos había salido del salón. Se veía despeinado y con un poco de ojeras. Ops...

-Buenos días TaeTaeeee- me paré de mi asiento para abrazarlo tiernamente con una sonrisa en mi rostro, sabiendo lo molesto que se veía.

-Jimin, te voy a matar, ¡mira lo que provocaste! me salieron ojeras por tu culpa- chilló mientras se veía a un pequeño espejo que sacó de su mochila- todo por hacerte caso, e interrumpir mi sueño, te odio poquito- dijo dramáticamente.

-Perdoooooón Tae, estaba aburrido, y necesitaba despejar un poco mi mente- sonreí inocentemente.

-Hola amor-saludó Kook sonriéndole a mi amigo.

-Hola corazón, perdón por no saludar, éste chico me saca de mis casillas, ahora me veré fatal todo el día, espero que el maquillaje me ayude un poco- dijo mientras sacaba un estuche pequeño de maquillaje y comenzaba a aplicarse un poco debajo de los ojos.

-Descuida, así te ves bien amor. Siempre lo haces- dijo Kook guiñándole un ojo a Tae. Pff, estos dos eran demasiado empalagosos.

-Ayyy, por eso te adoro Kookie- dijo mi amigo para después arreglarse un poco su cabello despeinado.

Después de unos minutos charlando sobre el carísimo maquillaje de Tae, el profesor SuHo de psicología, entró al salón. Su expresión denotaba frustración. <Oh no> pensé.

Instant Crush | Yoonmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora