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Me despertaron unos golpes provenientes de la puerta de la habitación. Abrí lentamente los ojos y la luz cegadora del sol dio directo a mis globos oculares, había dejado las cortinas totalmente abiertas anoche, así que con dificultad miré hacia la puerta, gruñí por la excesiva flojera que significaba levantarme a abrir para ver quien llamaba al otro lado, me estiré un poco, bostecé y me dirigí a ésta. Me di cuenta de que aún llevaba puesto el pequeño short que usé anoche para nadar, así que esa era la única prenda que llevaba encima. Rápidamente me puse una bata blanca que estaba en el baño junto a la regadera y abrí.

Namjoon me recibió con una enorme sonrisa junto con Seokjin a su lado. Ambos me miraron con curiosidad.

—¡Hey! Buenos... ¿días?— me saludó seguido de una pequeña risa junto con Jin.

—¿Acaso te despertamos?— preguntó Seokjin.

—Oh, descuiden— contesté —buenos días chicos— sonreí.

—De hecho ya son "tardes", como tu y tus amigos no han bajado a desayunar, creímos que ya estarían en la piscina como acordamos ayer— musitó algo desentendido —pero como tampoco estaban ahí, vinimos a asegurarnos de que siguieran vivos o algo— se rió.

—¿Todo bien?— preguntó Seokjin con una sonrisa.

—¿Tan tarde es?— me sorprendí y fijé mi vista al reloj que colgaba justo a lado del elevador del pasillo. Eran las 3:20 pm —¡Demonios! ¿cómo es que dormí tanto?— exclamé preocupado. Definitivamente lo de anoche me hizo perder la noción del tiempo al dormir, cosa que era extraña, ya que nunca suelo dormir tanto.

—No te exhaltes Jiminnie— me sonrió Nam —al parecer descansaste bastante bien, sólo que si pudieras contactar a tus amigos estaría perfecto.

—¿Por qué?, ¿pasó algo?— lo miré asustado.

—Pues tocamos a su puerta y no abrieron, espero que todo esté bien...— musitó preocupado.

—Diablos... yo me encargo de ellos. Ustedes adelántense, en un rato los veo.

—Vale, cualquier cosa nos avisas Jimin— musitó Jin después de seguirle el paso a Nam para dirigirse a la piscina.

Regresé rápidamente a mi habitación para tomar mi celular y revisar si tenía algún mensaje de Tae o de Kook, y al verificar que no tenía ninguna notificación, me dirigí a la puerta de a lado donde se hospedaban ellos para tocar la puerta insistentemente.

—¡Tae!— golpeé más fuerte —¡Kook! ¿están bien?— silencio. No se escuchaba nada al otro lado por lo que tomé mi celular y marqué el número de Taehyung.

Nada.

No contestaban, así que volví a tocar la puerta fuertemente, hasta que escuché que del otro lado de la madera, alguien quitaba el seguro de la puerta. Me sorprendí un poco y esperé a que abrieran. Esperé unos segundos más, y como nadie abrió, tomé el pomo de la puerta, lo giré para abrir lentamente, asomé la cara cuidadoso preparándome para cualquier cosa que pudiera ver del otro lado y...

—¿Chicos?— me asomé. Y lo primero que vi fue a un Taehyung hecho bolita en el suelo frente a la puerta. Y aparentemente sollozando en lo bajo mientras con sus manos apretaba su estómago.

—Jiminnieeeeeeee— levantó la vista hacia mí con los ojos medio cerrados y con una voz más grave de lo normal —nunca te emborraches con cerveza...— y lo vi hacer una arcada y taparse la boca. Dios, par de tontos. 

—¡Taehyung!— exclamé —me tenían preocupado, ¿porqué no contestaban?— pregunté molesto agachándome a auxiliar a mi amigo.

—Estamos muertos, ¿que no ves?— hizo un puchero con sus labios enormemente. Giré mi cabeza para mirar la cama de la habitación y estaba hecha un desastre, a lado de ésta había tiradas muchas latas de cerveza, bolsas de palomitas y botanas, ropa tirada por todos lados... ¿una caja de pizza debajo de la cama?, y Jungkook tirado boca abajo medio desnudo con una rebanada de pizza en la cara.

Instant Crush | Yoonmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora