Capítulo XX "El Cantante de la Carretera"

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-¿Me estás escuchando? -dijo Alicia mostrando una imagen en su móvil- dios estos tacones son preciosos, ¡y estos tambien!

-Si claro -dije yo algo distraido- son preciosos.

-Lucas -dijo la chica quitándome el único auricular que tenía puesto- el baile es en escasos dias, espero que tengas decidido que te vas a poner y espero que combine con el vestido de tu acompañante, oh cielos ¿se lo has pedido a alguien?

-La verdad es que si -dije yo poniendo atención por primera vez en esta conversación- voy a ir con Rebeca

Alicia puso una cara de sorprendida a lo que velozmente corregí mi frase ya que entendí a que se debía su sorpresa.

-Tranquila -comencé a decir mirándola a los ojos con una sonrisa- sólo somos amigos, Rebeca tiene novio. Me acompaña porque nos hicimos bastante amigos desde aquel maldito video que grabamos forzados el año pasado para halloween, ya sabes, el del castillo al que me llevaron Zellen y Adri. Fue antes de que...

-Antes de que Zed se fuera... -dijo Alicia al ver que yo no tenía la intención de decirlo- se que Rebeca te ayudó mucho en aquel momento y siento no haber estado, pero tranquilo príncipe de capa roja, no pienso dejarte sólo nunca, estoy contigo. Ahora y siempre.

Alicia me dió un abrazo de esos que cualquiera necesita en estos momentos, y la verdad es que me vino muy bien. Me reconfortaba la idea de saber que tenia amigos con los que podia contar, sobretodo Alicia. Ella fue la primera que estuvo a mi lado cuando llegué a Madrid, es a la que más cariño le tengo y pese a que hemos pasado por malos momentos, por peleas, por dias llenos de risas, por aventuras hasta otros paises, hemos pasado por tantas cosas... dios... siempre hemos estado el uno para el otro, apoyándonos mutuamente cuando necesitábamos un empujón, riendonos juntos y llorando uno frente al otro, gritándonos de todo y no precisamente cosas bonitas y abrazandonos sin poder parar. Alicia era aquella persona que todo el mundo necesitaba en su vida, y estaba en la mia.

La verdad es que valoraba mucho que Alicia estuviese a mi lado, nunca habia sido un chico bastante popular que digamos. Siempre he estado en segundo plano, he sido aquel niño que le ha costado relacionarse desde que me fui de Málaga y dejé a Bella y a mis amigos atrás. La soledad es algo que no le deseo a nadie, es desquiciante ver como todo el mundo te observa por los pasillos, ya sea por odio, asco o incluso por pena. Es una tortura ser continuamente humillado y no poder hacer nada para evitarlo solo porque el maldito miedo te domina. Que asco... la verdad es que lo único bueno de todo esto es que ahora he conseguido amigos que de verdad me valoran, amigos a los cuales les importo de verdad y que estan a mi lado cuando los necesito...

En ese instante la gente se levantaba de sus mesas y se dirigía fuera. Habian acabado las clases y yo prácticamente no me habia inmutado. Me levanté, tomé mi mochila y cerré la puerta de la clase al salir, me dirigí a un ritmo acelerado a mi casa, hoy el dia iba a ser bastante bueno. En cuanto llegué, lancé la mochila a mi cama y me quité el uniforme, puse música desde mi móvil y me dirigí al baño bailando al ritmo de Shape of you para ducharme lo mas rápido posible. Una vez me hube secado, salí del baño completamente desnudo, a fin de cuentas no tenia de que preocuparme, mis padres jamás estaban en casa hasta cierto punto de que prácticamente era independiente salvo por los gastos, que corrian de su cuenta, y además Adri ya no entraba en mi casa cuando queria, vivia demasiado lejos como para hacer eso por lo que me dirigí al salón para echarle comida a Cheshire en el comedero.

-¡Chris! -dije tapándome velozmente.

-Deberias aprender a cerrar la puerta -dijo el chico de las estrellas mirándome con su clásica sonrisa imposible de destrozar.

-¡Venga ya! -grité yo alucinando porque, de hecho, todo el mundo entraba aquí cuando queria- habiamos quedado a las cuatro.

-Son las 4 y media -dijo el muchacho riendose de la situación tan ridícula que estabamos viviendo- creo que deberías vestirte.

-Va siendo hora, si -dije yo dirigiéndome lo mas rápido posible a mi cuarto a coger ropa limpia para vestirme.

En cuanto estuve listo me dirigí con Chris al sitio en el que habiamos quedado con Alicia, la chica nunca era puntual por lo que nos tomó algo mas de veinte minutos hasta que finalmente apareció. Alicia intentaba disimular su emoción por acabar de conocer a Chris Pueyo, la chica lo adoraba, habia leido sus libros y se esforzaba por evitar lanzarse sobre él para abrazarle, aunque al final fue el chico quien la abrazó.

-Alicia -dijo el chico tocandole la nariz a la rubia- eso si que es un nombre. Nunca dejes de soplarle a la luna...

La chica se contuvo las ganas de gritar y se pasó todo el camino hablando con Chris sin poder hablar, se notaba que tenia millones de cosas en mente que deseaba decirle... adoraba ver ese rostro lleno de ilusión...

Seguimos caminado unos minutos hasta que finalmente llegamos a un local, era un cafeteria con estanterías repletas de libros, un piano a un lado y un tocadiscos en un rincon. La cafeteria tenia un par de luces de neón que desfilaban lentamente a la par que su color cambiaba lentamente de todos rosados a frios azules. Rodeado de luces, encima de un pequeño escenario habia un chico de rizos azabaches y barba recortada. Su rostro permanecía calmado y su mirada se posó en nosotros en cuanto entramos en la cafetería.

-¡Hola a todos! -dijo el chico con una dulce voz mientras cerraba su mano entorno al micrófono que descansaba ante su rostro- yo soy Lukas Layton y tenia pensado cantar un par de canciones. Voy a empezar por una muy íntima, se llama El Quinto Incendio, espero que os guste.

El chico esbozó una sonrisa y tomó el micrófono entre sus manos, tras unos instantes comenzó a cantar la canción, reconozco que en cuanto lo vi tuve cierta curiosidad por el chico, y no me decepcionó para nada. Su voz tenía un suave tono del cual resultaba imposible escapar. El chico cantó un par de canciones más y a continuación se dirigió a la mesa en la que estabamos sentados nosotros.

-Hola Chris -dijo el chico tomando del hombro al chico de las estrellas- me alegra que hayas venido.

-Chicos os presento al cantante de la carretera -dijo Chris dirigiéndole una mirada dulce- Lukas Layton...

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