Capítulo VIII "Neón"

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Me desperté con energías renovadas, algo me decía que hoy me esperaba un gran día, es decir, tampoco esperaba llamar mucho la atención, pero no dejaba de ser algo que me solia alegrar normalmente. Era la primera vez que pasaba un día como este acompañado de gente que de verdad me quería y no me apetecía desperdiciar la ocasión. Me arreglé velozmente y fui al instituto, que hoy fuera el día no significaba que podía faltar a clase. Ya se que era un tostón, pero debía ir a clase, ya sabéis, ir a clase como una persona normal que estudia, hace deberes y cosas aburridas de ese estilo. Tenia tiempo de sobra, por lo que no me moleste en ir deprisa, llegué a clase y me senté en mi sitio luciendo una sonrisa.

-Feliz cumpleaños abuelete -dijo la chica de los rizos dorados sentándose a mi lado.

Antes Bella siempre era la primera en felicitarme, solia hacer alguna broma con el hecho de que yo era algo mayor que ella y por eso adoraba cada año que llegase este día, sólo por Bella, aunque quizá este año era aún mejor, no tenía mucha idea así que...

-Hacia mucho que no te oía decirlo -dije mirando hacia abajo algo apenado.

-Me han resultado raros todos estos años sin poder hacerlo -dijo la chica sonriendo- bueno, te dejo pasar el día con tus amigos.

-Bella espera -dije tomándola de la muñeca- quédate un rato más.

La chica aceptó y pasé todas las clases junto a ella, estuvimos recordando viejos tiempos, hablando de buenos momentos, mencionando aventuras locas, básicamente, dándonos cuenta de lo que habíamos llegado a influir en la vida del otro. Era curioso observar esto. En cuanto terminaron las clases me despedí de Bella, tenía que volver a mi casa un rato y luego iria con Alicia y los demás, me moría de ganas de pasar un buen rato con ellos. Entre en mi casa y oí sonar una escala musical procedente del salón, me asomé y descubrí al chico sentado ante un piano negro, radiante e imponente.

-¿Adri?

- ¿Te gusta? -preguntó el muchacho sonriendo.

-Tienes que estar bromeando -dije yo alzando las manos hasta la altura de mi cabeza.

-De hecho no -respondió Adri- es todo tuyo, disfrutalo.

-Agh, me sabe mal -comencé a decir- pero tengo que cambiarme, he quedado con los chicos para tomar algo.

-Tranqui -dijo Adri alzando una mano- ¿vemos luego una peli?

-Por supuesto.

Corrí a mi habitación y me cambié, No sabía que ponerme por lo que opté por una camisa vaquera de manga corta y unos vaqueros, acompañados de unas converse, no iba mal vestido desde luego. Salí de mi casa y me dirigí a donde había quedado con los demás, era un local nuevo en Madrid, intentamos entrar pero la puerta permanecía cerrada por lo que Zack decidió dar un rodeo y descubrió que la puerta trasera si estaba abierta.

-Que oscuro está esto -dije palpando las paredes- encended las luces.

En la oscuridad atisbé un piano, me había quedado con ganas de tocar antes, por lo que me acerqué a este, no conseguía ver mucho pero más o menos intuía donde estaban las teclas por lo que comencé a tocar una de mis canciones favoritas últimamente, Shape of you, al rato comencé a cantar y escuché a Zack aplaudir al ritmo, luego comenzaron a aplaudir el resto y se comenzaron a escuchar más aplausos de algún sitio, en ese instante la luz inundó el lugar permitiéndome ver que estaba lleno de rostros conocidos, Saray, Yoel, David, Cristian, Rebeca, JP, Ro, Curricé... incluso estaba el idiota de Adri, seguro que lo había organizado todo él.

-¡Sorpresa! -gritaron todos a la vez haciéndome reír.

La verdad es que no me esperaba para nada algo así, nunca me habían hecho un cumpleaños sorpresa por lo que se me hacía extraño. Busqué con la mirada entre los rostros a ver si encontraba a la chica, pero no, Bella no se encontraba entre el mar de gente.

-Feliz cumpleaños -dijeron David y Saray abrazandome, de todo youtube ellos dos y Adri y Rebeca eran de mis mejores amigos y los valoraba muchísimo.

-Gracias -solté yo con una amplia sonrisa.

-Feliz cumpleaños crio -soltó Rebeca en cuanto me acerqué a ella, la chica era un año mayor que yo por lo que aprovechaba esa leve diferencia para hacer multitud de bromas- tienes que ver esto.

La chica me tomó de la mano y me arrastró a un pasillo que había en el local, al principio estaba oscuro pero según avanzabamos ibamos notando levemente la luz que endulzaba el ambiente, seguimos camiando hasta llegar a una sala totalmente oscura simplemente iluminada por los neones rosas de la pared.

-Impresionante, ¿verdad? -dijo Rebeca casi en un susurro

A decir verdad, apenas éramos capaces de distinguir más que nuestras propias siluetas, pero no dejaba de ser un sitio increíble. Rebeca apretó su mano junto a la mía, se veia intranquila por lo que la abracé para calmarla, acto seguido nos colocamos uno frente al otro, y...

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