Capítulo XIX "El Poeta de la Luna"

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Esta vez dormí en mi casa, sólo. No porque Adri estuviese enfadado conmigo, al contrario, luego estuvimos hablando y pareció entender porque hice lo que hice. Dormí en mi casa porque quería estar sólo y si, sonaba la cosa más absurda del mundo, pero asi era. Hoy no tenia clase, los profesores nos dejaban el lunes libre a vistas de lo acontecido y de lo que se venía, en unos dias nos graduariamos... dios, suena tan impresionante... pretencioso. No sabia si estaba del todo preparado, quiza si pero aun asi... no podia evitar estar nervioso. Me dirigí a la ducha con la esperanza de poder relajarme y dejar de pensar tanto, por lo que entré en el baño y dejé caer la ropa al suelo mientras me la quitaba lentamente. Mis manos acariciaron el frio acero del grifo, y el agua de la parte superior comenzó a caer en cuestión de instantes. Gota a gota cayendo sobre mi piel, resbalandose por todos y cada uno de los rincones y dejando surcos húmedos tras su descenso. En ese instante me comenzaron a asaltar dudas. El baile era en unos dias, justo el dia antes de que nos graduemos y todos parecen tener ya alguien con quién ir, Dani irá con Natalia y como es lógico, Alicia irá con Zack, habia oido algo de que un chico un par de años mayor de otra escuela se lo habia pedido a Aria, pero desconocía su identidad. Por otra parte, no era consciente de con quien iría Jasmine, y luego nos quedaba Rafa, me habia dicho una y otra vez que no quería ir al baile, por mas que se lo habiamos preguntado no habia cambiado de opinion. Tenia curiosidad por quien iria Bella, quiza aun no se lo habia pedido nadie pero yo no tenia claro si pedirselo a Rebeca, quiza si, quiza deberia pedirle a Rebeca que me acompañase, como amigos por supuesto. No somos nada más ni creo que lo seamos nunca.

Salí de la ducha y me miré en el espejo el cual estaba cubierto de una fina capa opaca a causa del vapor producido por el agua caliente, lo cierto es que habia cambiado en gran medida, salvo por la altura pero eso era otra historia, empezaba a notar de nuevo cierto músculo en mi cuerpo, a pesar de que no lo trabajaba, al menos no de forma consciente. Mi pelo habia recuperado su tono dorado de siempre aunque tenia que reconocer que echaba de menos aquel mechón rosa causado por culpa de Adri... por último dediqué una mirada a mis ojos, de un tono azul intenso. En cuanto estuve listo me vestí y salí de casa, había quedado con Rafa para ir a un sitio, él no tenia ni idea de a donde íbamos pero yo sabia que la idea le iba a encantar en cuanto llegasemos.

-¿Listo? -le pregunté al muchacho una vez estuve a su lado.

-No mucho -dijo Rafa mirándome con cierta intriga- al menos podrias darme una pista.

-Nada de pistas -dije con una sonrisa- a caminar que nos espera un largo camino por delante.

El chico rechistó a mi espalda en cuanto comencé a caminar, andamos varios kilometros hasta llegar al sitio. Un colegio. Si no recordaba mal era justo este el que dijo el muchacho, por lo que decidí entrar y miré por las ventanitas de las puertas hasta que en una de las clases descubrí al muchacho de cabello azabache. Entramos en aquella clase y el chico me miró sorprendido.

-César te presento a Rafa -dije señalando a mi amigo- Rafa, este es el Poeta Halley.

-Espera -dijo mi amigo analizando la situación- ¿¡Tu eres el Poeta Halley!? ¡Dios! ¡Leo tu blog cada semana! Adoro tus poemas. Soy super fan.

Los niños que estaban en la clase atendiendo a aquello que César estuviera explicándoles sobre poesia nos dirigieron miradas diversas, algunos nos miraban con ternura, otros nos miraban con cierta curiosidad mientras que otros se mostraban divertidos ante la situacion. Me parecía tan increíble que César fuera capaz de dar clase a estos pequeñines, era algo admirable por su parte.

-Supongo que mi trabajo comienza a ser algo más famoso -dijo César con ese toque de egocentrismo habitual en él pero a su vez mostrando un lado tierno ante Rafa- simplemente escribo lo que siento.

-¿Y que sientes en este momento? -preguntó mi amigo sonrojándose levemente.

-No lo se... -dijo César tornando sus mejillas rojizas- es raro...

Me daba la sensación de que tanto este monton de niños pequeños y yo estábamos presenciando algo que todos conociamos como amor a primera vista y ninguno podiamos evitar mostrarnos enternecidos por semejante escena. La verdad es que en cierta manera lo habia planeado, Rafa y César son muy shippeables y tenía claro que algo bueno podria salir de aquí.

-Lo siento chicos, me tengo que ir -dije yo tomando el pomo de la puerta por la cual habia entrado dando por terminada mi tarea- por cierto, haceis buena pareja, el Poeta Halley y el Poeta de la Luna...

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