Capitulo 9 "You & I" John Legend.

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Todas se habían acercado a ella para besarla y abrazarla. Todas menos Lauren, que la observaba mientras cada una de sus amigas se colocaban a su lado y bromeando, intentaban animarla. Cuando al fin estuvo frente a ella, la cogió por la cintura y le susurró al oído:

−No creo que asustarme tanto estuviera en la casilla de: "cosas a hacer a la tercera vez que os veis".

−Es posible que me haya saltado algunas casillas –observó.

−Pues mi madre dice, que para que las cosas salgan bien, se ha de ir paso a paso. Ella le miró a los ojos y muy bajito le dijo:

−Lo siento. En aquel momento a Lauren le dio igual si había más gente o no. La abrazó y le dio un beso en el pelo como había hecho su padre momentos antes. Ahora que la tenía entre sus brazos respiraba más tranquila y sus músculos empezaron a liberar toda aquella tensión que habían acumulado. No quería soltarla, pero el grito de Sofía le devolvió a aquel porche y abandonó el pequeño espacio mental en el que solo existían Camila y ella.

−Tranquila Kaki –gritó Sofía desde la barbacoa, que estaba observando aquel acercamiento entre Lauren y su hermana−. El fuego está bien. La barbacoa será un éxito.

Oído esto, todos empezaron a conversar de manera más distendida incluso bromeando, lo que hizo que la normalidad empezara a recuperarse. Lauren cogiendo un sillón de mimbre del fondo, lo puso junto a Camila y ella se sentó agradeciéndoselo mientras se acomodaba, momento en el que aprovechó para rozar su mano. Ashley se puso a su lado en un sillón. Vero le había acercado a la zona donde estaban reuniéndose todos, y los demás se sentaron junto a ellas.

Lucy miraba a Sofía en la barbacoa, hacía unos minutos que no se movía. Para todas, el incidente no había acabado igual, sin que nadie se percatara, se alejó del grupo para reunirse junto a ella. Se puso a su lado y poniéndole la mano en la espalda le preguntó:

−¿Estás bien?

−Sííí –dijo poniendo una risa falsa y forzada que Lucy nunca había visto en aquella chica espontánea y divertida−. ¿Me ayudas a traer la carne que está en la cocina?

−Por supuesto.

Y fueron hacia la cocina, donde Sofía empezó a caminar cabizbaja un poco más despacio. Lucy se puso frente a ella y le volvió a preguntar:

−Sofía, ¿seguro que estás bien?

Cuando ella levantó la cara, tenía los ojos llenos de lágrimas y la angustia estaba reflejada en su rostro. Cogiéndola del brazo la arrastró hacia el pasillo y a pesar de que no conocía la casa, sintió la necesidad de protegerla y ocultarla de los demás. Abrió la primera puerta que encontró a su derecha y entró con ella que ya había roto a llorar.

Lucy la cogió entre sus brazos y ella se abrazó con fuerza. No podía parar de llorar y necesitaba dejar que toda la tensión que llevaba acumulada en el cuerpo, fluyera sin dejar nada en su interior.

Pasados unos minutos abrazándola, Lucy notó que se tranquilizaba y empezó a tocarle el pelo suavemente para poder devolverle algo de la calma que había perdido. Después separó un poco su cara de la de ella y cogiéndola de la barbilla le dijo:

−Te has asustado, ¿verdad? −Ella asintió lentamente con la cabeza−. Pues te diré dos cosas. Una es que nadie lo ha notado y otra es que si algún día me desmayo, me gustaría tenerte cerca. −Y sin poner ningún freno a lo que aquellos ojos claros le estaban haciendo sentir, se acercó a ella y la besó. Fue un beso delicado, suave, tierno, que duró apenas un segundo.

Cuando separó sus labios de los de ella, sus respiraciones se estaban acelerando y se miraron fijamente sin que ninguna de las dos retirara la mirada. Entonces Sofía sintió que toda la adrenalina que corría por sus venas explotaba y se lanzó a los labios de Lucy.

Pasión e Ilusión ¡CAMREN!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora