Capitulo 19 "Story of My Life" -One Direction

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Habían pasado los días y a pesar de que Lauren no olvidaba la imagen de Camila abrazada a aquel desconocido, las cosas entre ellas iban muy bien. Se mandaban mensajes continuamente y por las noches se llamaban por teléfono. Durante el día entre sus trabajos y los niños les era imposible verse. En alguna ocasión, la conversación nocturna se había vuelto un poco más íntima y tenían que colgar, antes de que alguna saliera en busca de la otra.

Mientras tanto Sofía y Lucy eran un volcán en erupción. No había noche que no estuvieran juntas. Se entendían, se divertían y se deseaban tremendamente. Estando juntas se sentían muy libres y disfrutaban de cada momento. Sofía la provocaba y Lucia contestaba a su provocación, incluso alguna vez fue Lucy la que la sorprendió.

Camila estaba leyendo unos informes que le habían enviado sobre un nuevo cliente.

Bip, bip.

•Lauren. –Hola.

•Camila. –Hola.

•Lauren. −¿Cuál es tu película favorita?

Le hizo gracia esa pregunta, no sabía a cuento de qué venía, pero le gustaba mucho cuando averiguaban cosas la una de la otra. Se recostó en su silla con el móvil en su mano.

•Camila. –"The Notebook". ¿Y la tuya?

• Lauren. –"Water of elephants".

•Camila. −Lolooooo, tu lado gay está muy desatado.

•Lauren. −Ja, ja.

•Camila. −A mí también, me encanta.

•Lauren. −Esta noche la ponen en televisión, ¿por qué no vienes a casa y la vemos juntas?

Lauren cerró los ojos y dejó el móvil sobre la mesa, esperando oír el aviso de la contestación. Camila no contestaba y empezó a abrirlos. Cogió el móvil otra vez para mirar si entraba algún mensaje nuevo.

Tras el minuto más largo de la historia.

Bip, bip.

•Camila. −Ok. He hablado con Sofía y vendrá esta noche a casa.

•Lauren. − ¿Qué te parece si compro algo para picar y cenamos mientras la vemos?

•Camila. −Me encanta la idea.

•Lauren. −¿Qué pijama te vas a poner hoy?

•Camila. −¿Me estás retando?

•Lauren. −Mientras vengas, me da igual lo que lleves.

Camila miró la mesa con la necesidad de tirar algo por los aires como hacía con los cojines y no encontró nada apropiado para lanzar al vuelo. Aquellas cosas que le decía la tenían atontada.

•Camila. −Vendría encantada, aunque me obligues a vestir como una persona normal.

Cuando Sofía entró por la puerta, miró si los niños estaban cerca y cuando vio que el pasillo estaba despejado, se dirigió a su hermana:

−Espero que te lo pases muy, muy bien. Porque yo me estoy perdiendo una noche de sexo tórrido y desenfrenado.

Cuando los niños se durmieron llamó a un taxi y se fue a casa de Lauren. Cuando llegó a la puerta estaba más nerviosa que la vez anterior. No había llegado allí por un impulso descontrolado. Llevaba todo el día pensando en ello. No dejaba de dar vueltas a todo tipo de detalles. Como era de imaginar, una de las primeras cosas fue, qué se pondría. Pensó en varias opciones extravagantes para sorprenderla, pero al final prefirió sentirse cómoda y segura. Unas bailarinas, unos vaqueros y un jersey negro de cuello alto serían una buena opción. Una vez solucionado el tema de la ropa, su ansiedad empezó a crecer. ¿Tendrían sexo? ¿Estarían cómodas en su casa hablando y cenando como una pareja normal? O, ¿descubrirían que todo había sido atracción sexual, que ya había sido satisfecha y que no tenían nada en común? Se agarró a la botella de vino que llevaba en la mano y cerró los ojos para contar tres y tocar el timbre. Cuando llegó al dos, Lauren abrió la puerta y la vio agarrada a una botella y con los ojos cerrados.

Pasión e Ilusión ¡CAMREN!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora