Tras un par de horas, Camila estaba sentada bebiendo una coca cola solo con la compañía de otro taburete lleno de chaquetas y bolsos, cuando de repente no lo pudo evitar y un bostezo llegó a su boca.
−¿Sueño o cansancio?- Aquella voz que venía de su derecha la asustó y casi se cae del taburete, por lo que aquella mujer de hermosa piel que acababa de decir estas palabras tuvo que sujetarla del brazo para que no se estampara contra el suelo.
−¡Qué vergüenza! −dijo llevándose las manos a la boca y pensando que si uno de sus hijos hubiera hecho eso mismo, le reprendería diciendo que eso no lo hacían los niños educados.
−No te preocupes, los bostezos son contagiosos y también me has hecho bostezar a mí. Gracias al cielo que en la discoteca apenas había luz y no se alcanzaba a distinguir lo colorada que se había puesto.
−Lo siento −dijo con una risa infantil−. Imagino que ha sido un poco de todo. O mejor dicho, mucho de todo.
−Mi madre me decía que no entendía cómo podíamos salir hasta tan tarde y que lo que tenía que hacer era descansar. Si me viera ahora me daría un golpe y me diría "¿lo ves?".
Eso hizo sonreír a Camila hasta que la belleza que se encontraba a su lado también lo hizo, y eso en aquella bonita boca la paralizó. Afortunadamente la parálisis producida por aquel gesto se desactivó cuando oyó a su hermana gritar: "Jenniiiiiii". Acababan de poner "On the Floor" de Jennifer López y estaban como locas bailando. Ella se rio al mirarlas y se volvió hacia aquella desconocida, que Sostenia una copa mientras se apoyaba en la barra con los brazos cruzados.
−Pero aunque mi madre apareciera con la tuya dándole la razón, no me queda más remedio que aguantar. –Y mirando a las chicas aclaró−: Hoy me toca llevar a casa al dream team de la pista y soy la única que no le daría una alegría a un alcoholímetro.
−Entonces ya tenemos algo en común; la única diferencia, es que yo le he pedido a la camarera una tónica para que pareciera un gin tonic, para mantener un aspecto más viril.
−Eso siempre es importante, sobre todo a estas horas de la noche. Una coca cola como la mía, podría hundir cualquier reputación trabajada durante años de barra. "¡Jesús!" Había vuelto a sonreír y ella había vuelto a ponerse roja como un tomate. "¡Bendita y protectora oscuridad!".
−Me llamo Lauren.
−Yo, Camila.
−Encantada, Camila −dijo ella remarcando cada sílaba de su nombre.
−¿Y dónde está la mercancía que te toca llevar a casa?
−Pues son esas tres aspirantes a gogós que están... diría bailando, pero no sé si sería muy preciso, al lado de tu dream team.
Tras un breve silencio en el que ella bebió un par de sorbos de su coca cola con toda la indiferencia que podía aparentar, Lauren se volvió a acercar.
−Así que tú eres la amiga sensata de la pandilla que no bebe.
−No sé si sensata, pero sí... desde hace unas horas no bebo nada, aparte de las aportaciones de cafeína que le estoy dando a mi sistema nervioso, que amenaza con desconectarse en cualquier momento. Esto hizo reír a Lauren, que enganchó sin poder evitarlo con un nuevo bostezo e inevitablemente provocó la misma reacción en Camila. Mirándose las dos tras aquel bostezo a dúo, empezaron a reír a carcajadas.
De pronto las luces del local se encendieron y la música paró. Separándose de la barra, Lauren se acercó a Camila e inclinándose a la altura a la que estaba Camila sentada en el taburete le susurró:
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Pasión e Ilusión ¡CAMREN!
FanfictionCamila Cabello ha conseguido llevar por fin una vida llena de orden y control. Después de la muerte de su marido y junto a sus dos hijos, en su vida no hay cabida para las sorpresas hasta que, la noche de su cumpleaños, un encuentro casual la llevar...