−Mira mis pies, parecen los de un hobbit después de cruzar toda la Tierra Media −decía Sofía en una tumbona en la piscina de sus padres−. Ayer me compré unas sandalias, dos números más grandes.
−No te preocupes, Sofi −contestó Camila que estaba tumbada a su lado, tocándole a su hermana su enorme barriga−. Ya falta poquito.
−No sé cómo Sandra puede estar embarazada otra vez.
−Porque ya conoces a David, es un pesado.
Estuvieron unos minutos calladas mientras se relajaban. Camila al sol y Sofía, bajo una sombrilla.
−Voy a estar horrible para la boda.
−No te preocupes, de aquí a nochevieja ya estarás estupenda y serás una novia preciosa.
−No puedo más, tengo ganas de que nazca ya. Y este calor... −dijo, mientras seguía abanicándose.
−Pues ya sabes, sexo. Dicen que es lo mejor en estos casos si lo que quieres es que se adelante.
−No, eso es lo peor. −Y puso los ojos en blanco−. Las hormonas me tienen revolucionada y estaría toooodo el día encima de Lucy.
En aquel momento, Lauren puso sus manos sobre el borde de la piscina, se impulsó para salir de ella y eso hizo que los músculos de su abdomen se le tensaran y se le marcaran.
−¡Ooooooh! Si no puedo ni mirar a tu esposa −dijo Sofía mientras se tapaba la cara con las manos–. ¡Lauren! –gritó−. ¿Quieres hacer el favor de no andar así por la piscina?
Lauren no sabía de qué hablaba y se miró para ver a qué se refería. Tenía la piel muy bronceada y el agua se deslizaba por ella, mientras se dirigía hacia las chicas peinándose con las manos. Tenía un cuerpo digno de cualquier pasarela de baño. A Camila se le secó la boca y su mente empezó a generar ideas, que nunca podrían saber sus hijos. Cuando salió de su ensimismamiento, ella le hizo un gesto quitándole importancia al comentario de su hermana.
−Sofía, siento cualquier cosa que pueda haber dicho o hecho y que haya podido molestar a mi sobrina o a ti −dijo Lauren, divertida. A menudo Lucy le comentaba que el humor de Sofía era un torbellino gracias al embarazo−. Pero ahora me llevo a mi mujercita al agua. −Y agachándose rápidamente, la cogió en brazos.
Lauren le dio un rápido beso a Camila y cogiendo impulso se lanzó y ambas se sumergieron totalmente en la piscina. Hace unos meses también se habían sumergido juntas en otra aventura. Se casaron el día del cumpleaños de Camila, un año después de conocerse. La tarta nupcial llevó veintiocho velas que ella sopló, en esta ocasión dando gracias por lo feliz que era junto a aquella mujer y sus hijos.
En el agua también estaba Alejandro que nadaba con Cameron, y Lucy que tenía a Luna sobre los hombros. Todos disfrutaban de la mañana y desde el porche se oía "All These Years".
Era julio y se refrescaban del calor sofocante que estaba haciendo. De repente, un grito hizo que todos se giraran hacia donde estaba Sofía.
−¡¡Acabo de romper aguas!!
En el paritorio estaban junto a Sofía, Lucy y Camila.
−Escucha cariño −le decía Normani muy suavemente, mientras le acariciaba la pierna−. Esto va muy rápido y no te podremos poner la epidural.
En aquel momento entró el ginecólogo y empezó a ponerse una bata azul y unos guantes de látex.
−Tranquila, todo irá muy bien, el doctor está aquí y te ayudará −dijo mientras miraba a aquel chico, que la sonrió con familiaridad.
ESTÁS LEYENDO
Pasión e Ilusión ¡CAMREN!
FanfictionCamila Cabello ha conseguido llevar por fin una vida llena de orden y control. Después de la muerte de su marido y junto a sus dos hijos, en su vida no hay cabida para las sorpresas hasta que, la noche de su cumpleaños, un encuentro casual la llevar...