En otro lado de la ciudad, Lauren había salido en busca de Camila para verla otra vez.
No era deseo, era necesidad. Cuando llegó a la calle en la que se encontraba la gestoría, se paró en la esquina, se apoyó en la pared y sacó del bolsillo su móvil.
•Lauren. −Buenos días.
•Camila. −Buenos días.
Contestó Camila sonriendo mientras se ponía su abrigo.
•Camila. −¿Qué tal?
•Lauren. −Muy bien ¿y tú?
•Camila. −También muy bien, pero saliendo a tomar un café. Me muero de sueño. Esta noche no he descansado bien.
Lauren empezó a mirar la puerta del edificio donde se encontraba la oficina de Camila.
•Lauren. −Debe ser cosa del tiempo, yo tampoco he descansado mucho. Creo que también me sentaría bien un café ahora.
Se abrió la puerta y Camila salió a la calle sonriente con el teléfono en la mano.
Una vez fuera se paró. Llevaba el mismo abrigo y los mismos zapatos con los que había ido a casa de Lauren. El pelo lo tenía totalmente recogido, sus gafas de sol eran negras y grandes y de su brazo colgaba un bolso negro.
•Camila. −Puede que sea el tiempo. Hoy es un día muy bonito.
Lauren continuaba apoyada y la miraba desde la distancia. Estaba tan guapa, que le apetecía seguir un rato observándola, pero la iba a sorprender y aunque fuera por unos minutos, volvería a estar a su lado. Cuando empezó a caminar, del portal salió un hombre y cogió a Camila de la cintura y juntos empezaron a caminar. Ella se paró en seco y retrocedió. Debía ser mucho más alto que ella y a pesar de que llevaba traje y abrigo se le intuía un cuerpo atlético. Confirmó lo atractivo que era cuando dos jovencitas que pasaban le miraron y siguiéndole con la mirada se pusieron a reír. Tenía el pelo negro, bastante corto y llevaba una barba perfectamente cuidada.
Lauren llevaba el móvil en la mano y notó que había recibido un mensaje.
•Camila. −¿Estás ahí? Mientras Camila caminaba con aquel hombre iba mirando el móvil.
•Lauren. −Lo siento, tenía una llamada.
•Camila. −No te preocupes. Yo ahora tampoco puedo hablar. Después me conecto.
¿Por qué estando con aquel guaperas no podía hablar?
•Lauren. −Vale.
•Camila. −Espero que hoy tengas un buen día.
Y Camila escondió el móvil en el bolso. Lauren estaba escondida y los vio pasar por la otra acera. Iban charlando, hasta que de repente aquel desconocido se paró la cogió por la cintura, la levantó y empezó a dar vueltas.
Lauren no daba crédito a lo que estaba viendo. Ella no dejó que en su mente apareciera la posibilidad de que hubiera otra mujer ni mucho menos un hombre, pero aquella imagen era algo que no esperaba.
Aquella noche la había amado, la había tenido entre sus brazos y pensar en ella, mientras le miraba y acariciaba su cara, le decía que ella no podía engañarle. No quería ver más. Se dio media vuelta y empezó a caminar. Volvió a la oficina y le pidió a su secretaria que pasara a su despacho para revisar unos escritos que tenían pendientes.
Sabía que si se quedaba sola, no dejaría de pensar en la mujer, que ahora recordaba riendo en brazos de aquel hombre.
Camila salió a la calle mientras tecleaba en su móvil.
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Pasión e Ilusión ¡CAMREN!
FanfictionCamila Cabello ha conseguido llevar por fin una vida llena de orden y control. Después de la muerte de su marido y junto a sus dos hijos, en su vida no hay cabida para las sorpresas hasta que, la noche de su cumpleaños, un encuentro casual la llevar...