Sofí tenía el móvil en la mano cuando de repente, este sonó:
−¡Aaaaah! ¡Es ellal! –Era Lucy. Habían pasado seis días desde la comida en casa de sus padres y no había tenido noticias suyas−. Perdona −dijo al chico que estaba junto a ella−. ¿Cómo te llamas?
−Marcus.
−Perdona Marcus, me está llamando una chica a la que me gustaría torturar un poco. ¿Me puedes seguir la corriente? −Y mientras el chico asentía, ella descolgó−: ¿Dígame?
−Hola Sofí, soy Lucy.
−Hola, ¿qué tal? −respondió mientras le guiñaba un ojo a Marcus que estaba expectante para ver qué iba a hacer esa mujer.
−Bien, ¿y tú?
−Muy bien.
−¿Qué estás haciendo? −preguntó Lucy, al que, al otro lado del teléfono, le estaban sudando las manos y estaba esforzándose para no meter la pata.
−Pues mira, me pillas tumbada, con un morenazo encantador a mi lado. Marcus, dile hola a Lucy.
−¡Hola Lucy! −dijo Marcus mientras Sofí le pasaba el teléfono.
−¿Puedes creer que me ha metido una banderilla enorme y casi ni me he enterado?
−dijo Sofí aguantando la risa−. Ahora te tengo que colgar, en un minuto te llamo.
Lucy se quedó mirando el teléfono sin saber qué había pasado. Era como si las palabras de Sofí hubieran desconectado su cerebro y no pudiera pensar. No entendía nada de lo que ella le había dicho y se había quedado tan perpleja ante sus palabras, que no había podido ni reaccionar.
En ese instante sonaron dos tonos en el teléfono, indicándole que había recibido un mensaje. Cuando lo abrió su asombro seguía creciendo. Era una foto de Sofí. Estaba tumbada en una camilla con algo enchufado en el brazo izquierdo y la mano derecha con el pulgar levantado. A su lado estaba el famoso Marcus, un enfermero con bata blanca que también estaba mirando a la cámara, con una mano haciendo un gesto de victoria con los dedos.
No había acabado de analizar la foto, cuando sonó el teléfono. Era Sofí.
−¿Se puede saber qué te ha pasado? −dijo con voz de preocupación y casi chillando.
−Ja, ja, ja. Estoy donando sangre. Ja, ja, ja.
−No sabía que las brujas podían dar sangre −dijo Lucy negando con la cabeza y dándose cuenta de que había caído en una trampa, mientras la escuchaba reír.
−Lo siento, no me he podido resistir. −Y otra vez arrancó su ataque de risa.
−Te llamaba para invitarte a tomar una cerveza, pero creo que vas a tener que ser tú la que me lo pidas.
−Ok, te lo has ganado −dijo Sofí contenta por haber conseguido ponerle nerviosa, aunque fuera por unos minutos, se sentía juguetona e iba a seguir−. Así que de acuerdo.
−Y en ese momento, colgó.
Lucy estaba atónita y no daba crédito. Le había colgado. Otra vez perdida en el universo Sofí. Y el teléfono volvía a sonar.
−Hola Lucy, ¡soy Sofí!
−Hola Sofí −dijo Lucy que ya tenía la cabeza apoyada en una de sus manos, totalmente abandonada y sin saber qué sería lo próximo que pasaría−. ¿Cómo estás?
−Muy bien, gracias. No te imaginas dónde estoy.
−Donando sangre, por casualidad.
−No me lo puedo creer, Lucy −dijo con voz de sorpresa.
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Pasión e Ilusión ¡CAMREN!
FanficCamila Cabello ha conseguido llevar por fin una vida llena de orden y control. Después de la muerte de su marido y junto a sus dos hijos, en su vida no hay cabida para las sorpresas hasta que, la noche de su cumpleaños, un encuentro casual la llevar...