"Pasajeros con destino Londres. Puerta A 15".
−¡Kaki, tú y yo otra vez en Londres! –le dijo, agarrándola por el brazo.
−Han pasado demasiados años. Tendríamos que haber vuelto antes.
Delante iban Alejandro y Sinu de la mano de sus nietos. Luna saltaba y Cameron lo miraba todo para no perderse detalle.
−He tenido una idea a ver qué te parece −le comentaba Sofía a Camila.
−Miedo me das.
−He pensado que cuando lleguemos a Londres, les mandaremos un breve mensaje a las chicas diciendo. "Vuelo ok" y no les volveremos a escribir hasta el viernes.
−¿Y eso?
−Les vendrá bien un poco de misterio. Así nos echarán de menos y el sábado...
−Eres maquiavélica.
−Sí, gracias y me encanta. Y otra cosa, el viernes, para que empiecen a prepararse, les daremos una sorpresa.
−¿Cuál?
−Ya te contaré.
Llegaron a la puerta del avión y Camila entró buscando su asiento. Cuando se sentó vio que Sofía estaba hablando con las asistentes de vuelo que reían.
Durante el vuelo Luna dormía, y Cameron jugaba con la PS3. Sus padres aprovecharon para descansar y Sofí leía en su ebook. Camila miraba pensativa por la ventanilla.
Desde su regreso de Londres todo había cambiado mucho. Se había reencontrado con Shawn después de unos años. A él siempre le había gustado Camila, pero ella no tenía en mente nada serio. Nunca dejó que pasara nada. Él era amigo de David y si tenían algo, después sería muy incómodo para todos. Pero cuando volvió de su estancia en Inglaterra, Shawn optó por no hacerle caso, cosa que ella no pudo soportar y acabó cayendo en la trampa. Se casaron unos años más tarde y tuvieron a Cameron y a Luna.
Fueron tremendamente felices. Se adoraban mutuamente. Era un hombre extraordinario al que ella amó y amaba. Tenía a sus hijos al lado y los miraba reconociendo en cada uno de ellos a su padre. Su muerte hizo que su corazón y su mente se rompieran en mil pedazos. Pensaba que nunca volvería a ver la vida en todo su esplendor. Y aún no la veía. Le echaba de menos y a pesar de que continuaba con su rutina, nunca pasaba un día en el que no se acordara de él.
Y de repente pensó en Lauren. Había aparecido casi de la nada y ahora estaba en todo. No sabía si era una persona con la que pudiera pensar en un futuro. Sus encuentros habían sido de lo más diferentes y disparatados. Ella se sentía bien estando con Lauren. El último día en su casa había sido perfecto. Tuvieron sexo y cómo no, había sido espectacular, pero el resto de la velada había sido tranquilo. Las dos estaban cómodas sin necesidad de impresionar a la otra. Y tras la cena habían estado tiradas en el sofá relajadas hablando y besándose hasta quedarse plácidamente dormidas.
Y pensó en qué le depararía la vida al volver otra vez de Londres.
Ella no se había dado cuenta pero hacía un rato que las lágrimas caían por sus mejillas. Sofia la vio, pero no le dijo nada. A pesar de ver que lloraba, no se la veía triste y estaba tranquila.
Cuando aterrizaron en el aeropuerto de Heathrow, se levantaron y empezaron a recoger sus cosas para salir del avión.
−Niños, salid del avión con los abuelos. Mamá y yo tenemos que mirar una cosa. –Camila la miró extrañada y no dijo nada.
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Pasión e Ilusión ¡CAMREN!
Hayran KurguCamila Cabello ha conseguido llevar por fin una vida llena de orden y control. Después de la muerte de su marido y junto a sus dos hijos, en su vida no hay cabida para las sorpresas hasta que, la noche de su cumpleaños, un encuentro casual la llevar...