[+18] Mi otra yo - Ladynoir/Marichat

CAPITULO 9 - ¿POR QUÉ ÉL?

Marinette hundió su rostro en el pecho del joven héroe, refrenando los sollozos que se escapaban sin control de entre sus labios y limpiándose las lágrimas al refregarse los ojos con las mangas del suéter.

El muchacho acariciaba su espalda suavemente, apartando unos mechones que tapaban su rostro para poder depositar un beso en la frente.

- Soy una tonta...
- No digas eso, princesa.

Chat colocó sus manos en los hombros de la ojizarca, haciendo que sus miradas se encontraran al encararla con pesar.

Los ojos de la chica seguían cristalinos por el llanto, enrojecidos por las lágrimas que había derramado de forma desconsolada y que tanto le estaba costando mantener bajo control.

- ¿Qué te ha pasado?¿Puedo hacer algo?
- No... no sé...

La azabache retrocedió unos pasos hacia la cama, tomando asiento al cruzarse de piernas en el borde y viendo como el ojiverde la acompañaba al sentarse a su lado sin quitarle el ojo de encima.

- Hay... una chica que es igual que yo. - suspiró infundiéndose coraje al hablar- No sé porqué, pero creo que podría tratarse de una víctima de Hawk Moth.
- Es posible.

El joven de mirada esmeralda se quedó absorto en sus pensamientos, intentando averiguar quién podría ser la misteriosa muchacha que suplantaba a su compañera.

Marinette ladeó la cabeza, notando como sus orbes volvían a humedecerse al recordar lo que había acontecido en la biblioteca con Adrien y su supuesta réplica. Aquel pensamiento hacía que se desmoronara al rememorarlo, sintiendo la necesidad de ser consolada por el que era su compañero de batallas.

Sus brazos volvieron a buscar el calor del joven de traje negro, abrazándose a su cuello mientras él respondía a su gesto rodeándola por la cintura.

- ¿Por qué tengo que quererle?

Aquella pregunta le vino por sorpresa al joven héroe, sin dejar de envolverla entre sus brazos a la vez que aspiraba el dulce aroma a vainilla que emanaba de su melena, no acabando de comprender el significado de sus palabras.

Marinette se percató de la incertidumbre de Chat al volver a encontrarse con su inquisidora mirada en busca de respuestas, conteniendo las lágrimas que volvían a surgir y que apartaba al fregarse con la mano.

- Debería de olvidarme de Adrien.

Su voz se rompió al pronunciar el nombre del rubio en cuestión, tomando aire y observando como Chat se tensaba al escuchar su confesión.

- ¿Es lo que quieres?¿Olvidarte de él?
- N-no... pero tampoco quiero estar sufriendo siempre por él...
- ¿Sufriendo? - ella asintió con la cabeza gacha- ¿qué... ha hecho algo?
- No exactamente, pero... está diferente...

La fémina se recostó sobre el lecho, dejando que su espalda reposara en el mullido colchón. El ojiverde la contempló aún sentado en pararlelo a ella, apoyando una mano en la colcha.

- Le he visto con esa chica y... me he sentido engañada... - se doblegó sobre si misma, mordiéndose de la lengua- ... no sé porqué me afecta tanto, al fin de cuentas era como si fuera yo. Pero el caso es que no lo era, ni sé quién es.
- Y eso te hace sentir mal.
- Sí.
- Marinette... - la aludida se fijó en las dos esmeraldas que la miraban con un deje de culpa- ... estoy seguro de que si él hubiera sabido que aquella chica no eras tú, no hubiera intentado nada.
- Eso tú no puedes saberlo.
- Sí. Lo sé.

Chat se hizo un hueco al lado de la muchacha, colocándose en paralelo mientras dejaba que su cuerpo se acomodara yacente delante suyo. Su mano recorrió las mejillas levemente sofocadas de la ojizarca, alentando la angustia que ella sentía emanar en lo más profundo de su ser.