Los primeros rayos del sol se filtraron en la habitación de Marinette, dando de lleno en el rostro de Adrien que se desperezaba al sentir aquel resplandor irrumpir de forma repentina contra sus ojos.
Por otro lado, Marinette seguía con el sueño profundo, aún abrazada al torso del rubio que no podía evitar sonreír al contemplar su relajado rostro.
- ¡Pst, muchacho! - Adrien alzó la vista para ver a su kwami aparecer revoloteando- ¿No te da vergüenza?
- ¿El qué? - preguntó en un susurro, intentando no despertar a la azabache que tan tranquila descansaba, sin percatarse de lo que estaba pasando a su alrededor-
- Has violado a tu amiga. - canturreó mofándose de su portador-
- Cállate, Plagg.La joven se acurrucó remolona a despertar, obligándose a abrir los ojos con pesadez y haciendo que Plagg volviera a esconderse en la estancia. Después alzó la cabeza lo justo para encontrarse con la intensa mirada del ojiverde.
- Buenos días, princesa.
- ¿Qué hora... es? - preguntó bostezando a la vez que buscaba el reloj de la mesita-
- Es temprano...Dibujó una caricia en su espalda, recorriéndola de arriba abajo con un leve roce de la yema de los dedos, provocando un escalofrío en la fémina. Ésta le restó importancia, volviendo a centrar su atención en el reloj.
- Mierda.
- ¿Qué ocurre?
- Son casi las ocho... - él esperó sin comprender- hoy tengo escuela y mis padres...Unos pasos comenzaron a resonar fuera la habitación, vaticinando como alguien subía las escaleras y estaba próximo a la puerta. Ambos entraron en pánico al escuchar la cercanía de los andares tras la entrada, obligándose a reaccionar con rapidez.
Marinette le instó al chico que se escondiera debajo de las sábanas, acomodando la colcha con disimulo encima suyo y evitando que abultara demasiado.
- ¿Cariño, puedo pasar? - preguntó Sabine des del otro de la puerta-
- S-si, mamá.Sabine entró en la habitación con una reluciente sonrisa, gesto que su hija devolvió intentando disimular los nervios que sentía al notar al rubio abrazarse contra su regazo por debajo de las sabanas.
- ¿Cómo estás? No tienes muy buena cara, cielo. - la azabache mayor se acercó donde la joven, estudiando la extraña expresión de su rostro con detenimiento- Estás sofocada...
- Estoy bien, mamá.Marinette insistió en que no se preocupara, a lo que Sabine decidió desistir tras cuestionarla de forma reiterada acerca de su estado, aún no teniéndolas todas consigo.
Mientras ambas conversaban, Adrien seguía sin moverse ni un ápice en su posición. Esbozando una sonrisa pícara en respuesta a una idea que se le había pasado por la cabeza.
- ¿Me lo parece a mi o cada vez tienes más fotos de... Adrien? - cuestionó Sabine mirando hacia la pared-
- N-no... que va... tal vez... - sus mejillas se tiñeron de un intenso carmesí, evitando el contacto visual ante la evidencia- ... ya las quitaré... algunas...El aludido iba escuchando la conversación desde su escondite, deslizando la mano hasta la entrada de la chica con sigilo y provocando que un grito brotara de su garganta.
- ¿Marinette, estás bien? - se preocupó su madre, acercándose más donde la joven reposaba-
Ella no pudo contestar, asintiendo con la cabeza mientras reprimía un gemido, agarrando la colcha con fuerza al notar como Adrien jugueteaba al introducir dos dedos en su intimidad, dibujando círculos en su interior.
- Ma-mamá... - luchaba por controlar su voz, así como las ganas de gritar por lo que aquel joven le estaba haciendo- ten... go... que... vestirme...
- ¿Seguro que te encuentras bien, cariño? - sus ojos reflejaban incertidumbre, llevando las manos donde la chica-
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[+18] Mi otra yo - Ladynoir/Marichat
Fiksi PenggemarLadybug y Chat Noir se enfrentan contra una chica que ha sido akumatizada. Durante la persecución, entran en una casa abandonada donde encuentran un espejo que guarda un secreto. ¿Qué pasaría si nuestra heroína tuviera una doble?¿Y si esta doble se...