[+18] Mi otra yo - Ladynoir/Marichat

PARTE 11 - UNA TRAMPA INESPERADA

La muchacha de traje moteado observó con cierto recelo a la fémina que se había aparecido ante sus ojos, deteniéndose a escasos metros para mirar a su alrededor con incertidumbre mientras su compañero se aproximaba a ella.

-¿Chloe? - preguntó el ojiverde, dando un paso hacia el frente- ¿estás bién?

La joven de melena dorada fue abordada por las lágrimas que se concentraban en sus orbes, buscando el consuelo en los brazos de Chat al aferrarse contra su torso.

Ladybug miró a ambos jóvenes con malestar, notando como la frustración y los celos la carcomían por dentro.

- Lo he pasado tan mal. - lloriqueó la rubia, hundiendo las yemas en los brazos del héroe- que bien que hayas venido a salvarme.
- No... hay... de qué.

Chat se intentó zafar de su agarre, notando como los ojos de su adorada Catarina lo perforaban con una mirada asesina. Pero fué inútil. La joven de ojos lacrimosos lo estrechó entre sus brazos con más fuerza, dificultando que el muchacho pudiera apenas moverse.

- Si queréis os dejo a solas. No quisiera molestar. - comentó a regañadientes la ojizarca con los brazos cruzados-
- N-no... esto... no es... - Chat forcejeó sin éxito, bufando con exasperación- ¿Chloe, me puedes soltar?
- No. - lo encaró con las mejillas sofocadas, haciendo un mohín con la boca para después volver a abrazarse contra su pecho- yo quiero estar con mi gatito.

La heroína se tensó al escuchar la familiaridad con la que la joven Bourgeois se había referido a su compañero de batallas, extrañándose al mencionar la última coletilla.

- ¡Chat, apártate de ella! - vociferó la muchacha de pelo negruzco-
- ¿Cómo?

Chat la miró sin terminar de comprender a qué venía aquella desesperación en su voz, volviendo a estudiar el sujeto que estaba entre sus brazos y que entonces le sonreía con cinismo.

El rubio quiso retroceder, ejerciendo fuerza entorno los hombros de Chloe para apartarla y recibiendo un repentino golpe en el abdómen, provocando que se doblegara sobre si mismo por el impacto.

La joven de traje escarlata consiguió llegar donde su compañero, agachándose al suelo mientras contrastaba su estado con un semblante preocupado.

La petulante risa de la fémina resonó en aquella estancia de escasa luz, cruzándose de brazos al mismo tiempo que miraba a ambos héroes desde su posición.

- ¿Se puede saber qué demonios te pasa?
- Lo siento, no era mi intención hacerle daño a mon chaton. - se excusó con falso pesar, peinándose la melena entre sus manos- pero tú me has obligado.
- Tú no eres Chloe.

La sonrisa de la susodicha se ensanchó ampliamente, evidenciando las sospechas de la joven de mirada azulada.

- ¿Quién eres?
- ¿Te gustaría saberlo?

La azabache no contestó, tragando pesado mientras se interponía entre ella y Chat a la defensiva, mirando a la intrusa de cerca al inclinarse a escasos centímetros de su rostro.

- Dejaré que lo averigües por ti misma. - hizo una pausa, mordiéndose del labio en un gesto provocador- pero antes, vamos a jugar un poco más.
- ¿A qué te refieres?

Chloe no respondió, retrocediendo unos pasos hasta quedar tras la puerta de aquel salón.

Ladybug ayudó a Chat a incorporarse, avanzando cautelosos donde la fémina se encontraba con los brazos en jarra sin inmutarse.

Cuando estaban a punto de alcanzarla un campo de fuerza se lo impedió, quedándose perplejos al ver la barrera que se había formado alrededor de la sala.