PARTE 13 - UNA VOZ

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Adrien sostenía a la heroína de traje carmesí acurrucada contra su pecho, resiguiendo el contorno de su rostro con la yema de los dedos por tal de atisbar algún tipo de reacción en ella.

Sus ojos permanecían cerrados, sin dar signo alguno de que fueran a abrirse. Plagg salió de su escondite al percatarse de la situación, observando como un Adrien perturbado zarandeaba a la mujer que amaba pavoroso.

- Deja de sacudirla así, la vas a marear. - comentó el kwami intentando suavizar el ambiente-
- No responde, Plagg. - su voz se quebró, formándose un nudo en la garganta- ¿Qué ha pasado?
- Cálmate, muchacho.

Plagg descansó en el hombro del joven Agreste, analizando los acontecimientos que se habían desencadenado en un semblante distendido.

Mientras kwami y portador seguían inmersos en sus teorías, la fémina de cabellos dorados comenzó a enderezarse con dificultad y agotamiento. Adrien se tensó al reparar en el despertar de su compañera, aferrándose a su aún inconsciente Catarina.

- ¿Dónde estoy? - la muchacha se refregó la cabeza con la mano, notando una leve jaqueca al mismo tiempo que dirigía una mirada confusa donde aguardaba el modelo de iris verdes- ¿Adrien?¿Qué haces aquí?

La expresión del joven era de incertidumbre, dándose cuenta de lo fuera de lugar que se encontraba la chica de mirada azulada.

- ¿Qué ha pasado?¿Dónde estamos?

La matraca de preguntas que se multiplicaban en la mente de la rubia anulaban su habitual actitud superflua, fijando la vista en el cuerpo inmóvil de la heroína moteada.

- ¿Ladybug? - se inclinó temblorosa, cerciorándose de que la joven que reposaba en brazos de Adrien era la reconocida salvadora de París- ¿Qué es todo esto?
- ¿No recuerdas nada? - ella negó, formándose lágrimas en la comisura de sus ojos- ¿Qué es lo último que recuerdas?
- No lo sé. - se llevó ambas manos a la cabeza, obligándose a hacer memoria- estaba en mi habitación y de repente vi a Ladybug aparecer por la ventana. - suspiró pesadamente, echando un vistazo a la azabache- después se acercó a mi...
- ¿Y qué más?

La joven de ojos azul celeste negó con pesar, confirmando una laguna en su memoria. Al afinar su visión se dió cuenta de la curiosa criatura negra que acompañaba al modelo, abriendo los ojos de par en par.

- Ad-rien... - el susodicho reaccionó pensativo, siguiendo la mirada de ella hasta encontrarse con Plagg regalándole una sonrisa vacilona desde su hombro- ¿Q-qué... es... ese... bicho?
- ¿A quién llamas bicho, niña?

La criatura de rasgos felinos revoloteó hasta quedar a escasos centímetros del rostro de Chloe, haciéndola recular temerosa.

- ¿Qu-qué demonios...? - el pánico y la incredulidad se apoderaron de la muchacha, pestañeando repetidas veces-
- Tranquila, Chloe. Es solo Plagg.
- ¿Y qué es... Plagg? - inquirió dibujando una mueca de extrañeza en su rostro-
- ¿Cómo que qué? ¡Soy un kwami, así que respétame o dame queso!

Adrien se frotó de la sien con exasperación, haciendo oídos sordos a los berrinches del ser mágico abordando a su compañera de clase.

El chico de mirada esmeralda estaba comenzando a pensar que en verdad si que podía ser cierto que él fuera el portador de la mala suerte, pues escuchar a aquellos dos discutir era más tedioso que apestar a queso durante todo el santo día.

La joven de antifaz comenzó a removerse en los brazos del varón, quién puso los cinco sentidos en la enmascarada de vulnerable apariencia.

Sus ojos buscaban poder encontrarse con los zafiros de su adorada Catarina, sintiendo como su cuerpo se relajaba al verla reaccionar.

[+18] Mi otra yo - Ladynoir/MarichatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora