PARTE 12 - ERES TÚ

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Ladybug seguía abrazada a sus piernas, reposando la cabeza sobre las rodillas con los ojos cerrados.

Solo quedaba una almohadilla del anillo de Chat para que se destransformara y dejara expuesta su identidad tras la máscara.

- Llegó el momento. - la azabache no contestó, haciéndose un ovillo afligida- ¿unas últimas palabras?

La muchacha abrió los párpados con pesadez, dedicándole una mirada moribunda que destilaba más pena que gracia por su desafortunado intento de hacerla reaccionar.

- No pongas esa cara. - comentó recortando la distancia con su rostro- estás más guapa cuando sonríes.
- Gato tonto.

Los colores acudieron a sus mejillas por la cercanía de su compañero, desviando la mirada hacia el suelo.

- Sí, soy tu gatito. - insistió al apoyarse en su hombro, susurrándole al oído- ¿me das mimos, my lady?
- ¿Cr-crees que es momento para jueguecitos? - inquirió sonrojada hasta las orejas, reculando hacia un lado-

El héroe de mirada esmeralda gateó con sutileza hasta la muchacha, acorralándola contra el suelo mientras sus manos apresaban las muñecas de la Catarina. Ladybug evitaba el contacto visual, forcejeando sin ofrecer demasiada resistencia a su acechante.

- Ba-basta, Chat.

Sus labios probaron el dulce sabor de los de la fémina, besándola con urgencia al mismo tiempo que dejaba que su cuerpo se amoldara al de ella. En su torso notó como los montes de su amada se hundían al dejarse caer encima, con sumo decoro de no lastimarla.

- No es justo... - se quejó extasiada, entrecerrando los ojos sin oponer resistencia-

El prodigio de Chat emitió un sonido agudo que hizo eco en la sala, su cuerpo viéndose envuelto por un destello de energía que deshacía la transformación del héroe y dejaba salir a Plagg del anillo.

Adrien apenas se movió de sitio, contemplando a la dama de traje escarlata expuesta a su merced con los ojos cerrados.

- ¿My lady?

La susodicha no quiso contestar, negándose rotundamente a mirar al joven de cabellos dorados y a su pequeño kwami.

- ¿Qué haces? - inquirió curioso al dibujarse una mueca en su cara- ¿Es que no vas a mirarme?
- No.
- ¿Por qué no?
- Pues... porqué no.

Apretó los ojos con fuerza, no cediendo en su decisión de no encarar al muchacho bajo la máscara, pese a que la curiosidad la carcomía por dentro.

- Bueno es saber que son tal para cual. - magnificó Plagg revoloteando a su alrededor- Menudo par de bobos.
- Alguien se va a quedar sin queso para cenar. - amenazó el rubio, lanzando una mirada asesina en su dirección-
- Eres cruel conmigo.

Adrien hizo oídos sordos a los lloriqueos de la criatura de rasgos felinos, dejando ir una bocanada de aire al centrarse en la muchacha que aguardaba en silencio bajo suyo.

- Marinette, mírame.
- ¡Ni hablar!
- No me hagas obligarte. - amenazó en un tono jocoso-
- Tú no puedes obligarme a nada.

El joven Agreste sonrió de forma vacilona, acercando sus labios al cuello de la ojizarca para pasear la lengua por el rastro de piel desnuda. Haciendo que ella se estremeciera al tacto.

Plagg rodó los ojos al ver hacia donde conducía aquello, escabulléndose a un rincón de la estancia por tal de no presenciar los actos indecorosos de su portador.

- ¿Qu-qué estás haciendo?
- Aprovechar el momento... - mordisqueó el lóbulo de su oreja, aspirando el dulce aroma a vainilla que ella desprendía- ... a menos que me detengas.
- Si crees que puedes chantajearme, vas muy errado.
- Si tú lo dices~...

[+18] Mi otra yo - Ladynoir/MarichatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora