PARTE 20 - PURIFICACIÓN

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Adrien no quería creer en que aquellas palabras fueran verdad, mirando de forma incrédula y estupefacta a la muchacha de mirada triste y a su pequeño camarada.

- No puedo. - confesó con un nudo en la garganta- tiene que haber otra forma.
- Me temo que es la única manera de liberarla, muchacho.

Marinette sonrió apesadumbrada, tratando de infundirle el coraje que ni ella misma tenía, pero que debía conseguir por él, por el bien de ambos.

- ¿Y si utilizamos el poder de los prodigios? - inquirió el rubio en un ruego- ¿Podría funcionar?
- ¡No! - vociferó la ojizarca- el poder de la creación y de la destrucción no debe de usarse, Tikki me advirtió de lo peligroso que podría ser si nos aprovechábamos de ello.
- Pero sería por una buena causa.

Ella alzó la mirada con decisión y pesar, llevando una mano a la mejilla del chico, que parecía que fuera a desmoronarse en cualquier momento al ver como ella se negaba a su petición.

- Princesa...
- Hazlo, Adrien. - se aproximó sin flaquear, buscando sus labios para besarlo fugazmente- por favor, sálvame.

¿Por qué tenía que recaer la responsabilidad en él? ¿Por qué no había nada más que pudiera hacer al respecto para salvarla?

Su gemas escudriñaban lastimosamente a la que era su más preciado tesoro, vulnerable y rindiéndose, otorgándole el poder ejecutor de su sentencia.

- Adrien...
- E-está bien. - ladeó la cabeza, echando un vistazo a su fiel compañero- Plagg, garras fuera.

El kwami fue absorbido por el anillo, transformándolo en el héroe felino de traje negro.

La euroasiática ensanchó su sonrisa al ver nuevamente al chico felino, abalanzándose a sus brazos con anhelo y pequeñas lágrimas surcando su rostro de porcelana.

- Te quiero, gatito. - sus luceros buscaron las esmeraldas del joven, viéndose reflejada en ellas- pase lo que pase, no lo olvides.

Él asintió, intentando no dejarse llevar por sus emociones al ver como la fémina reculaba paulatinamente y cerraba los ojos, expuesta y desarmada.

- Perdóname, Princesa.

No hubo respuesta por parte de ella, activando su invocación y viendo como la energía fluía de sus garras, acercándose a la chica con indecisión.

- ¡Detente!

Ambos se quedaron de piedra, girándose en dirección hacia la puerta, donde un desasosegado Hawk Moth hacía acto de presencia en la sala.

Chat se interpuso entre Marinette y el individuo, aún con su poder en plena efervescencia cuando el mayor se acercó en un paso firme.

- ¿Qué haces tú aquí? - amenazó el héroe con repulsión- no permitiré que nos hagas más daño.
- Vaya, Adrien. Cabe decir que me impresiona tu carácter.
- ¿Adrien? - frunció el ceño, desconfiando- ¿Cómo sabes mi identidad?
- Por si no lo recuerdas, tu novia está akumatizada. - comentó en un tono inflexible- todo lo que ella ve, lo veo yo.
- ¿Y eso qué significa? - soltó en una actitud ácida- ¿Es que vas a matarme ahora que sabes quién soy?
- Por supuesto que no.
- ¿Entonces? ¿A qué has venido?
- Vine a impedir que cometieras un error.

El hombre volvió a avanzar hacia ellos, observando como el rubio no relajaba la postura, más bien todo lo contrario.

- Marinette. - nombró el de traje violeta- siento haberte causado tantos problemas.

La mencionada lo miró sin poder articular palabra, lo mismo que su acompañante, quien no daba crédito a aquella inusual escena.

- Voy a extraer el akuma de tu corazón.
- ¿Q-qué?
- ¿Acaso crees que vamos a creerte? - replicó el de orejas felinas- ¿Por qué ibas a hacer tal cosa?
- Por mi hijo.

[+18] Mi otra yo - Ladynoir/MarichatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora