XXIV. Lo mejor para ella.

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Tony tuercé los ojos y se cruza de brazos. Wanda simplemente lo ignora como ha estado haciendo toda la semana y se mantiene al lado de Bruce y Sam.

—Él no tiene que venir. —se queja Tony, manteniendo sus brazos cruzados y su rostro fruncido en una mueca.— Yo puedo tratar de hablar con ellos y convencerlos, solo necesito-

—Basta, Tony. —Le dice Bruce, mirándole con los ojos entrecerrados— Ya nosotros lo intentamos, Matt y Frank lo intentaron, inclusive VIERNES. Lo necesitamos. Él puede concencerlos.

—A la mierda todo eso. Él solo trae problemas con su escudito y sus ojos de ensueño.

Los tres miran a Tony, hartos de sus quejas y él solo se mantiene de brazos cruzados y refunfuña por lo bajo.

Desde que una pariente cercana de Eleanor había sido ubicada al igual que toda su familia, Peter y Wade habían entrado en un estado de negación donde se habían mudado una vez más a la torre y salían lo menos posible y procuraban mantenerse al lado de Ellie, negándose por completo a dársela a alguien que no fuera ellos.

Todos habían intervenido, diciendo que debían dejarla ir pero muy poco les habían escuchado.

Sam, que mantenía a Steve informado de todo lo que pasaba, le comentó a Steve la situación actual de los jóvenes padres y él, totalmente dispuesto, se había propuesto para hablar con ellos.

Tony no estaba de acuerdo.

—Voy a subir a la torre, no quiero ver a ese imbécil llegar. —Tony se fue a los adentros de la torre, aún quejándose, mientras los otros tres esperaban de pie.

Una camioneta negra blindada se asoma por la avenida y hace que el trío de superhéroes sonríe con emoción.

Tony sostiene entre sus brazos a Eleonor cuando las puertas del ascensor se abren y muestran al Capitán América, con su traje algo rediseñado y con barba más frondosa. Tony y él se miran fijamente por unos segundos hasta que Tony tuerce los ojos una vez más.

—Capitán. —Dice Tony, con un tono receloso y enojado. Aún no superaba todo el drama de Sokovia.

—Stark. —dice Steve, con la voz ronca y grave.

—Te ves bien con barba. De seguro a tu novio prófugo de la ley, asesino de mis padres y completamente inestable piensa lo mismo.

Steve rueda los ojos y prefiere concentrarse en la bebé de piel morena que Tony sostiene entre sus brazos. Steve sonríe y se acerca a ellos, para después agacharse un poco y mirar a los ojitos marrones de la pequeña.

—Con que tú eres Eleanor. —Le sonríe él a la pequeña bebé. Ellie le mira, con sus dedito metido en la boca y sus grandes ojos marrones mirando a Steve— Eres más linda de lo que me contaron.

—No te lo tomes personal si no te sonríe o algo, es que le están saliendo los dientes y está algo amargada por eso. —Le dice Tony— Además que le he estado contando cosas tuyas y logre hacer que te tenga cierto rencor. Por cierto, ella es equipo Iron-Man.

Steve rueda los ojos y le pregunta a Tony dónde están Wade y Peter, porqué no va a discutir una vez más con Tony sobre el hecho de lo que pasó entre ellos era más que una cosa de "lados" y "equipos".

Caminó hasta la cocina de la Torre y sonrió al ver a Peter regañando a Wade por estarse comiendo la papilla de la bebé. Ninguno pareció reconocerlo, hasta que decidió hablar.

—Parece que pasan los años y ustedes dos siguen siendo los mismos.

Peter mira hacia él y sonríe, dejando el tazón a un lado y yendo a abrazar a Steve.

— ¡Capitán! —dice contra su pecho Peter, luego se aleja un poquito— ¿Qué hace aquí?

—Linda barba, por cierto —Dice Wade, acercándose a Steve—, te ves como todo un hombre. ¿Cómo está tu noviecito con cara de mapache?

—Bucky está bien. —Responde el Capitán mientras sonríe. Bucky estaba mejor que hace unos años después de que Steve había firmado los acuerdos de Sokovia, aceptando ayuda del Estado y profesionales, ayuda que Steve había asistido y controlado. Y sí, Bucky estaba bien, ya al menos dormía por algunas horas sin gritar por las noches— De hecho, les manda saludos. —Steve toma un largo suspiro y dice— Creo que ustedes dis tienen una idea mas o menos clara de por qué estoy aquí…

Peter asiente con lentitud, perdiendo el brillo en su mirada y acercándose nuevamente a la isla de la cocina. Wade murmura: —En serio pensé que nos extrañabas y venías bendecirnos con tu hermoso aspecto y actitud. —Wade suspira, con drama, como una novela antigua de Lupita Ferrer— Pero no. Vienes a darnos un sermón…

—Oh no, claro que los extrañé. A todos, de hecho. Pero soy un anciano, debo dar sermones para vivir. —Steve se acerca a una de las sillas de la isla y los mira a ambos desde ella— No pienso decirles que deben hacer porqué son adultos, saben que hacer… Solo quiero que sepan que Eleanor tiene mucha suerte de tenerlos a ambos y que, por lo que me ha contado Wanda y Sam, lo están haciendo muy bien como padres primerizos. Pero Ellie tiene una familia, una familia que perdió una integrante y que probablemente no está lista para perder a otra más. Ella debe volver a casa.

—Esta es su casa. —dice Peter, bajito, herido como este tema lo ha mantenido los últimos días— La torre, la casa de los suburbios, nosotros… Somos su casa, somos su hogar.

—Y ustedes siempre lo serán… Pero ella tiene raíces, gente que probablemente espero por ella, ella tiene una familia que ha estado a la espera de saber de ella… Eleanor siempre será su hija, pero ella tiene una familia más allá de ustedes que está en todo su derecho de conocer… Decidan lo que decidan, deben pensar en Eleanor.

Peter y Wade se miran entre sí y asienten, diciendo que lo pensarán.


El día consistió en oír a Steve hablar de la recuperación de Bucky y de que, si seguía así, probablemente volverían a la Torre pronto.

Eran las ocho y Peter sostenía a Eleanor entre sus brazos, meciéndola para que por fin durmiera. Wade apareció detrás de él y lo que fuera a decir se lo contuvo, al ver como Eleanor empezaba a dormirse.

Habían pasado todos estos días ignorando el tema de la familia de Eleanor y no contestando las llamadas de Louis. Porqué todo era demasiado doloroso para que ambos lo enfrentaran.

Peter aún tenía las palabras de Steve metidas en la cabeza y observando a Eleanor solo parecían gritar con más fuerza. Su cabello empezaba a crecer y algunas ondas aparecían en el, Peter se preguntaba si su madre también tenía el cabello así. ¿Su madre también tenía unos grandes ojos marrones y una risita contagiosa?

Eleanor tenía la oportunidad de saber algo de su madre y su familia… Pero Peter y Wade eran lo suficientemente egoístas como para no permitirle conocer sus raíces.

— ¿Has pensado en lo de la familia de Eleanor, verdad? —dijo Wade, con suavidad, sin querer despertar a Eleanor y tratando de no perturbar a Peter.

—Sí… ¿Crees qué estamos haciendo lo correcto? ¿Mantenerla con nosotros y todo eso?

—No lo sé… Joder, desde que Ellie apareció ya ni sé que es la correcto. —Wade suspira— Esto de ser padre es demasiado difícil…

—Al principio no estábamos listos y no creo que eso haya cambiado, Wade. Seguimos siendo unos idiotas. —Peter coloca a Eleanor en su cuna y la observa dormir, para luego dirigir su mirada a Wade— Ella tiene una familia más allá de nosotros y le estamos prohibiendo ser parte de la vida de Eleanor. Debemos pensar en lo que es lo mejor para ella y todos los caminos conducen a que debe estar con tu familia biológica.

Ambos simplemente miran a la cuna y se mantienen en silencio. Eleanor se ve tan linda, con su pecho subiendo y bajando y su carita de ángel.

No están listos para dejarla ir pero si algo les ha enseñado la paternidad… Es que, en realidad, nunca estás listo.

Let's Have a Baby!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora