Capitulo 28

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Pasó una semana desde la primera vez que tuve sexo con Harry y Louis, aquella primera noche que pasamos solos en la casa. Las cosas se han ido agravando desde entonces…

Niall, junto a Liam y Zayn, llegó dos días después, tal y como estaba previsto. Me encontraba en una nube de placer de la que tuve que descender para volver a la realidad… y eso no me hizo muy bien.

El día siguiente a su regreso intenté sonsacar algo de información sobre la “pelea” con Harry, pero Niall se mostró enigmático y cambió rápidamente de tema. No obtuve buenos resultados los días posteriores y dejé de intentarlo. Mi novio parecía comenzar a molestarse.

Conclusión: soy un fracaso como investigadora.

El problema mayor, y justamente el que me tiene abrumada, son mis amantes. Mis amados amantes.

Las cosas parecían ir muy bien los primeros días, llenos de miradas cómplices, caricias ocultas al pasar y noches de pasión. Pero como no pensé en poner límite alguno, ellos siguieron avanzando, arrastrándome. Yo ya había chocado con la pared, pero ellos seguían empujándome.

La situación se volvió un problema grave la tarde del 1 de Julio…

Me encuentro en la cocina. Harry, a mi izquierda, y Louis, a mi derecha, juegan conmigo al póker, mientras terminamos de merendar. Liam y Niall se encuentran en el sofá mirando televisión. No sé dónde está Zayn, creo que se ha ido.

Mi novio dice algo a Liam, pero no escucho porque mi atención se fija en Louis, que coloca su mano en mi rodilla. Llevo puesta una corta falda plisada y en este momento me arrepiento de ello.

La mano de Louis asciende y la detengo cuando está rozando mi ropa interior. Estoy sorprendida. ¿Cómo se atreve a hacer eso aquí? Con tan solo voltear la cabeza, mi novio nos descubriría.

Entonces Harry toma mi mano izquierda- la que está controlando la de Louis, pues mi derecha aún sostiene la taza de té- y la coloca sobre su muslo.

Congelada como estoy, no hago nada y él sube mi mano, acariciando su propia pierna. Frena un momento sobre su entrepierna y, al ver que no lo detengo, mete disimuladamente mi mano en su pantalón.

Hasta entonces no reacciono. Y, de todas formas, hubiese preferido no reaccionar.

En lugar de quitar rápidamente mi mano y volver a mi merienda fingiendo que nada pasó- como cualquier persona medianamente cuerda haría-, me aferro fuertemente a su miembro. No sé por qué lo hago, simplemente sigo mis impulsos.

Harry suelta un jadeo cuando libero su pene de la opresión del pantalón y ropa interior y comienzo a masturbarlo. ¡En medio de la cocina y a metros de mi novio!

Continúo, aumentando la rapidez, y el rizoso suelta un gemido ahogado. Entonces caigo en la cuenta de lo que estamos haciendo y paro.

Abro mis ojos como platos y permanezco inmóvil un momento, antes de ponerme de pie rápidamente y salir corriendo de allí.

Pero eso no terminó ahí…

Entro al baño con la intención de permanecer escondida por tiempo indefinido, probablemente esperando morir y no tener que preocuparme más por la culpa. Comienzo a plantearme el hecho de decirle la verdad a Niall.

Tal vez debamos separarnos, para que pueda ver las cosas con mayor claridad.

Pero mi egoísmo es mucho más fuerte de lo creía. No quiero dejarlo. Y además, no quiero hacerle daño.

Suspiro mientras me dejo resbalar por la pared hasta tocar el suelo. ¿Qué haría más daño a Niall? ¿Qué lo engañe con sus mejores amigos o que lo deje por ellos? ¿Descubrirme o que yo le diga la verdad?

¿Algún día sabré las respuestas a esas preguntas?

Recuesto mi cabeza hacia atrás, cediendo a la presión de su peso. Es como si hubiese aumentado en kilos los últimos días.

Desearía poder viajar al futuro y saber cómo termina esta historia. Ahorrarme tanto sufrimiento.

Alguien entra. Rápidamente me enderezo y enjugo las lágrimas que se me han escapado entre mis cavilaciones internas.

Resulta ser Harry. Espero una disculpa, un gesto de arrepentimiento, pero esas dos palabras no son las que usaría para describir su expresión en este preciso momento.

Sus ojos, oscurecidos, profundos, atraviesan mis lágrimas, mi dolor, mi expresión abatida. Es como si pudiese ver más allá de mis ropas, me siento desnuda ante él ahora.

Su mirada está cargada de perversión. Lujuria.

Todo pasa demasiado rápido, me encuentro en sus brazos, sus labios en mi cuello. Lo besa, lo lame, lo mordisquea.

─Vamos a terminar lo que empezamos─ murmura contra mi piel. Su boca reclama la mía y no sé qué hacer.

Debería detenerlo. ¿Quiero detenerlo? Niall está en la casa, detrás de esa puerta. No es la primera vez que hacemos algo así con él aquí… pero esta vez está consciente y nosotros también.

─Estoy tan caliente, _____.─ dice Harry, completamente ajeno a mis pensamientos.─ ¿Puedes ver cómo me pones?

Gimo cuando siento su erección en mi vientre, casi perforándome.

─Siéntelo─ susurra en mi oído, presionando más su miembro contra mi cuerpo─ Soy todo tuyo, _____. Y quiero que seas mía…

Me besa apasionadamente y no puedo callar mis pensamientos. Yo le pertenezco. Y vaya si lo hago.

Esto me traerá muchos problemas en el futuro, pero ya no puedo negarlo: estoy enamorada de mis amantes. Lo sé, porque en este momento deseo ser suya. Nuestras felicidades se encuentran al final del mismo camino.

Quiero huir de aquí con ellos. Ahora. Hacer las valijas y desaparecer, que nadie nos encuentre nunca más. Amarnos hasta la muerte.

Pero eso no es posible. Creo que nunca será suficiente desear algo, para hacerlo realidad.

Ahora todo está mal. Harry y Louis le han tomado en gusto a las situaciones peligrosas y les encanta someterme cuando Niall está cerca, despierto y buscándome.

Admito que la adrenalina ha llevado nuestra relación a otro nivel… pero no quiero correr más riesgos. Además, ya se vuelve cansador estar todo el tiempo pensando en sexo y me lastima.

Me hiere sentir que eso es lo único que quieren de mí, pero no lo único que yo quiero de ellos. No les dije que estoy enamorada y no lo haré. Si es sexo lo único que puedo tener, ¿por qué echar tambiéneso por la borda?

Me conformaría con cualquier cosa que venga de ellos, aunque siempre desearía más. Esa es una de las desventajas de estar enamorado.

Hoy convencí a Niall de salir con los chicos a algún lado.

─“Tengan una noche de hombres”─ le dije─ “Pasan mucho tiempo aquí encerrados y conmigo en el medio ya no hacen nada juntos”.

Puede que todo eso sea cierto, pero yo solo lo hice para quitarme de encima a mi novio y a mis dos amantes por al menos una noche. Quiero tener algo de paz.

Liam dijo que se quedará, pues se siente enfermo y se adelantó a Harry y Louis- que querían quedarse en casa con cualquier excusa con tal de pasar una noche en la casa solos, conmigo-. Gracias, Liam.

Ojalá pueda tener hoy la noche de tranquilidad que tanto necesito.

Un Novio & Cuatro Amantes (One Direction & Tu *HOT*)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora