Un Novio & Cuatro Amantes (One Direction & Tu *HOT*)

Capitulo 30

Una voz nerviosa y urgente pronuncia mi nombre junto a mi oído. Una mano zarandea suavemente mi cuerpo, pero la sacudo fácilmente.

─____, despierta─ pide Liam una vez más. Gimo en respuesta.

Me encontraba demasiado bien descansando en sus tibios brazos antes de lograr finalmente conciliar el sueño, un sueño pacífico y sin complicaciones. ¿Por qué destruir la tranquilidad que reinaba dichosamente en ese momento?

─Ya casi son las 04:00 de la madrugada, los chicos vendrán en cualquier momento, ya levántate─ suplica.

En lugar de hacer caso a lo que ahora me parecen estúpidas peticiones, y aún sin abrir los ojos, me asgo a su cuerpo, intentando recuperar de alguna forma el agradable momento que compartíamos hace tan solo un par de minutos.

─¿Quieres que Niall, Zayn, Louis y Harry lleguen y te encuentren aquí?─ y eso fue suficiente. En cuanto pronuncia estos cuatro nombres sé que debo hacerlo.

Jamás en la vida podría sentir ni la más mínima fracción de deseo ante la idea de que mi novio o alguno de mis dos amantes me encontrase en la cama de Liam, con Liam incluido. Mucho menos los tres juntos, sería como cavarle la fosa y organizar el funeral de mi propia vida amorosa, social y de mi pequeña –pero existente- dignidad.

Abro mis ojos porque, aunque sigo intensamente exhausta, debo salir de esta habitación. Arrastrándome si es necesario.

Me precipito hacia la puerta pero cuando la piel de mis dedos está a punto de rozar el frío picaporte, doy marcha atrás y vuelvo con un Liam desconcertado. Beso fieramente sus labios antes de huir como la vil pecadora que soy.

Tanta es mi suerte que justo después de cerrar la puerta detrás de mí, llega desde el sonido de llaves.

Mierda, llegaron. ¿Qué hago? ¿Qué hago?, me pregunto a mi misma vacilando entre las escaleras y la puerta de mi habitación. Finalmente, cuando escucho la puerta de la entrada abrirse, me decido por las escaleras. Es tarde para pensar nada.

Desciendo saltando peldaños de dos en dos con un vago sentimiento de haber vivido esto antes. La adrenalina del momento me ha despertado por completo aunque todavía tengo la mirada algo nublada.

Dos escalones antes de tocar el piso de la sala, me detengo y finjo un bostezo. Remuevo mi cabello y parpadeo como si estuviese intentando acostumbrarme a la luz. Tallo mis ojos para distinguir mejor las figuras frente a mí.

─Hola, chicos. No los oí llegar, iba a por un vaso de agua…─ me detuve en la mitad de la frase, por diversos motivos.

El primero es que noto que solo tres rostros me miran, pues el cuarto está mirando hacia la nada con una sonrisa tonta, mientras murmura cosas incomprensibles y ríe, colgando de los brazos de otros dos muchachos. Niall está ebrio.

El segundo motivo, son las expresiones de los tres rostros que sí me miran. Zayn con la boca abierta, Louis mordiéndose el labio inferior y Harry desviando la mirada mientras acomoda sutilmente su entrepierna, son abundantes razones para bajar la mirada.

¡Oh, demonios, no! ¿Por qué me pasa esto a mí? Me encojo en mi lugar y ruborizo fuertemente de los pies a la cabeza cuando noto que sigo en ropa interior.

¡¿Por qué soy tan idiota?!

No sé qué decir. ¿Debería irme a la habitación? Se hace el silencio hasta que Niall lo rompe.

─¡____!─ grita, sobresaltándonos a todos. Una vocecilla en mi cabeza agradece su estado de ebriedad, porque de estar consciente me habría visto en un gran problema.

Bruscamente se zafa del agarre de Louis y Zayn y se lanza hacia mí.

─____─ dice, abrazándome fuertemente y apoyando todo su peso en mí. Su aliento apesta a alcohol.─ Tú… eres ardiente.

Me sonrojo aún más, si eso es acaso posible.

─Niall…─ me quejo, en vano.

─Vayamos a la cama─ murmura, desordenando levemente las palabras y los acentos de las mismas─Porque quiero follarte ahora.

─¡Niall!─ le reprendo, viviendo el peor momento de mi vida. Me siento tan humillada y ofendida.

Louis, Harry y Zayn se dispersan y no sé si agradecer que ignoren lo ocurrido o enojarme porque ninguno me ayuda a subir a Niall a nuestra habitación.

De todas formas, ser tratada por mi novio como una perra cualquiera delante de nuestros mejores amigos es menos de lo que merezco por todo lo que le hice yo a él a sus espaldas.

Mi corazón se acelera solo de recordar mi beso con Liam. Ardo en deseos de poder llamarle oficialmente mi amante.