Capitulo 18

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Rápidamente sus labios vuelven a encontrarse con los míos, y ya nada tiene sentido. ¿De qué sirve resistirse? Necesito sentirlo ahora.

Esto no significa que me olvide de Harry o lo que pasamos juntos esta tarde, sino que pase lo que pase con quien sea… Niall siempre será irresistible.

Se aleja un momento y su mirada pasea por mi rostro hasta detenerse en mis ojos. Suelta un suspiro.

─Te amo, ______. Demasiado─ confiesa. Yo sonrío.

─Y yo a ti Niall─ esto es verdad. Yo le amo y no importa cuántos errores más cometa, siempre lo haré.

Mi novio me dedica una mirada tierna y añade en tono juguetón:

─Nunca tanto como yo a ti. Créeme.

Como es lo normal últimamente, no contesto y me limito a sonreír. ¿Qué podría decir ante una declaración como esa, sabiendo que yo me entrego a los brazos de uno de sus mejores amigos cuando él me da la espalda? No hay nada que decir.

“Lo siento”, quizá. Pero tampoco tendría sentido. Si me duele tanto engañarlo como digo, ¿por qué no dejo de hacerlo y ya? No puedo. No sé la razón pero, simplemente, siento que no hay vuelta atrás.

Los labios de Niall atrapan a los míos una vez más. Dejándome llevar por la lujuria abro mi boca, invitándole a entrar. Su lengua saluda a la mía y ambas inician un juego sin perdedores.

Envolví su cuello con mis brazos, presionándome contra su cuerpo. En este momento siento que no lo tengo lo suficientemente cerca, y las ropas molestan.

Rápidamente, y con la ayuda de sus suaves manos, me quito la camisa. Niall la toma y la arroja hacia atrás, antes de volver a precipitarse sobre mis labios.

No es normal que esté tan excitado.

Al principio, hace aproximadamente dos años, recién nos habíamos mudado juntos y no podíamos pasar más de dos horas separados. Supongo que eran las hormonas pero siempre estábamos besándonos, tocándonos y las sesiones de sexo eran mucho más frecuentes.

Me refiero a un mínimo de tres al día.

Luego, cuando la adrenalina de lo nuevo se disipó, nos reducimos a cada vez que alguno “estuviera de ese humor”.

Esa es otra historia extraña. Cuando comenzamos a trabajar juntos y dejamos de tener relaciones tan seguido, empecé a creer que ya no le atraía físicamente. Siempre que intentaba acercarme, Niall estaba demasiado cansado y nunca notaba qué era lo que yo quería.

Finalmente aquel día me decidí a seducirle a toda costa.

…pero no funcionó como creí.

Me vestí lo más exhibidoramente posible, le cociné su plato preferido, hice comentarios al respecto y hasta dejé “accidentalmente” una revista con Megan Fox en la portada sobre la mesa para ver si lo motivaba un poco.

Nada. Frío como un témpano, no captó ni una sola de mis indirectas. Yo estaba desesperada, así que le dije:

─¿Vamos arriba?─ mordiéndome el labio en un fallido intento de ser sexy.

─Ve tú, yo creo que me quedaré mirando televisión.─ contestó el muy imbécil.─ No tienes que esperarme para ir a dormir, vivimos juntos pero no estamos atados, amor.

Me pegué más a su cuerpo.

─Es que… estoy de ese humor─ insinúe, mirándolo seductoramente.

─Pues lo hubieras dicho antes, ______.─ yo sonreí triunfante, creyendo que me había entendido al fin─ Si quieres estar sola solo tienes que pedirlo, o lo que sea que necesites. No entiendo mucho sobre esas cosas de las mujeres y el período pero…

Mi cara se descompuso y exploté.

─¡Pero qué bruto eres!─ él me miró, sorprendido.─ ¡NO ME HAS TOCADO NI UN PELO HACE SEMANAS Y QUIERO SEXO JODER!

Luego nos miramos un momento a los ojos y estallamos en carcajadas. Finalmente conseguí lo que tanto quería y resultó ser que Niall también lo estaba deseando hacía rato, pero no se animaba a pedirlo. Desde entonces esa frase quedó como un código entre los dos.

Me pregunto cuál habrá sido el disparador para ponerle de este humor hoy.

No le doy más vueltas al asunto y deslizo mi boca, depositando besos mojados, por su cuello. Mientras tanto, mi novio se deshace de mi sostén.

Con él ya no hay vergüenza alguna. Con el tiempo comprendí que no soy perfecta, pero que Niall me ama así como soy.

Sus manos se acomodan en mis pechos y comienza a masajearlos lentamente. El corto flash de un recuerdo se hace presente en mi cabeza cuando introduce su lengua en mi boca otra vez: la imagen de Harry haciéndome lo mismo hace tan solo unas horas en la ducha.

¿Mi consciencia nunca me dejará en paz?

Furiosa, retiro mis pantaloncillos de dormir.

Necesito olvidarme de Harry, aunque sea por un momento.

Un Novio & Cuatro Amantes (One Direction & Tu *HOT*)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora