Un Novio & Cuatro Amantes (One Direction & Tu *HOT*)

Capitulo 32 (Maraton 2/3)

Finalmente acepto que el tema de Harry no volverá a la conversación y que, si acaso intento forzarlo, lo único que conseguiré es exponerme. Ni Niall ni Liam parecían dispuestos a brindar más información antes, y dudo que lo hagan ahora.

Decido que mis celos son infundados. El rizoso no mantiene una relación seria conmigo, tan solo es sexo. Al menos para él, claro.

No tengo derecho a reclamarle nada. Tengo que cerrar la boca e ignorar mis sentimientos, si no quiero arruinarlo todo. Y no quiero arruinarlo todo.

A medida que pasa el tiempo, los tres muchachos restantes –Louis, Zayn y Harry- se despiertan y llegan a la cocina. Preparo una comida rápida para ellos y pongo en marcha el plan b.

Aprovechando el revuelo que se arma cuando los chicos comienzan a repasar las anécdotas de la noche pasada, me escabullo. Antes, por supuesto insinúo a Liam que me acompañe con un gesto de la mano y un guiño.

Lo espero en la puerta de su habitación, pero él se tarda sus buenos cinco minutos en decidirse a seguirme. Cuando llega aquí, se queda de pie frente a mí, esperando que diga algo.

Dejo que mis impulsos actúen sin restricciones, y lo tomo de las solapas de su camisa besándolo intensamente. Y él profundiza el beso.

Liam abre la puerta de su cuarto y me empuja hacia dentro, aunque yo en ningún momento me separo de sus suaves labios. Temo que si lo hago, él pueda arrepentirse.

Lo acorralo contra la pared y bajo mis manos de su cuello hasta el primer botón de su camisa. Lo suelto y espero. Como no recibo ninguna respuesta sigo desabotonando lentamente, esperando que me detenga de un momento a otro. Conozco a Liam.

No lo hace y mi confianza aumenta. Su camisa queda colgando de sus hombros y no se la quito porque creo que se ve muy sexy así. Desciendo por su cuerpo, besando su cuello, sus hombros, su pecho.

Estoy llegando a sus abdominales cuando, naturalmente, me frena.

─____…─ está tan nervioso. Jamás creí que podría tener ese efecto en ningún hombre. La verdad es que, hasta que conocí a los chicos, no tuve suerte con el sexo opuesto. Para qué mentir, ni siquiera con las mujeres lograba vincularme. Era una chica tímida, solitaria… marginada.

─Shhh…─ lo callo colocando mi dedo índice en su boca. Sonrío.─ No tienes la obligación de decir algo todo el tiempo.

Él traga saliva sonoramente, pero asiente con la cabeza. Sus manos abandonan mi cintura y toman delicadamente mi rostro. Me besa con ternura.

─Me encanta esto─ murmuro antes de devolverle el beso.

─A mí también─ sonríe Liam.

─Pero no es un buen momento─ digo.─ Esta noche, cuando Zayn esté dormido, en el baño del piso inferior. Yo esperaré que Niall se duerma también.

Ahora los nervios me invaden a mí. Tengo miedo de que me rechace y quedar expuesta… Callo, pero él no responde. Tan solo me mira.

─¿Vendrás?─ pregunto. Dios, si me dice que no jamás podré volver a mirarle a la cara. ¿En qué estoy pensando al hacer esta ridícula escena?

El silencio ejerce presión sobre mí como una fuerza invisible que quiere destruirme. Se ríe de mi fracaso.

─Sí─ acepta por fin. Sinceramente no puedo creer lo que mis oídos oyen. Me roba un beso, dejándome aún más sorprendida.─ Te lo prometo.