Capitulo 35

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Deslizo mi lengua por su labio inferior con excesiva lentitud, pidiendo silenciosamente permiso para entrar en su boca. Es probable que mi plan resulte un fracaso rotundo y quiero poder afirmar en el futuro, que lo disfruté mientras duró.

Liam abre su boca algo vacilante, y yo me adentro en su tibia y húmeda cavidad. Y algo nuevo nace en mí. Una emoción sobrecogedora me invade, cosquilleando en mi vientre. De repente quiero gritar, saltar y correr.

Es como si me hubiesen puesto baterías nuevas, mi corazón se acelera y una energía vigorosa recorre mis venas.

Cojo a Liam del cuello de su camiseta, asiéndome a ella con mis dedos. Jalo de él despreocupadamente, no me importa nada. Lo empujo impertinentemente contra la pared. Él se encuentra demasiado sorprendido como para resistirse.

No ignoro el hecho de que contra esta misma pared me acorralo Harry aquella primera noche del desastre. Y de alguna forma eso me excita más.

Le arrebato la camiseta antes de darme cuenta de lo tosca y feroz que estoy siendo. Aún así no puedo detenerme, es como si esta nueva emoción inquietante controlara mis movimientos.

Beso y lamo su cuello lascivamente.

¿Qué estoy haciendo? Se suponía que debía ir lento. ¡Lento, ____, contrólate!

Poco a poco voy recuperando el dominio de mi cuerpo hasta quedarme inmóvil. Liam me mira con los ojos desmesuradamente abiertos y no veo en ellos ni un poco de la excitación que yo sentí.

¡Ya la cagaste, _____, la cagaste! No cabe ninguna duda, lo espanté. Me observa, asustado.

Muerdo mi labio y la sangre se acumula en mi rostro. La fogosa pasión se fue, para dar lugar a la vergüenza y la humillación.

─Vaya─ suelta finalmente.─ Eres… entusiasta.

Y estúpida. Entusiasta y estúpida.

─Lo siento─ susurro y esquivo su mirada. Ahora pensará que soy una salvaje.─ Me dejé llevar.

Observo mis pies esperando una respuesta que nunca llega. A regañadientes alzo la mirada, y aquellos asustados ojos castaños han sido reemplazados por unos inyectados en cariño.

¿En serio? Ya he vivido esto antes. ¿Acaso todas las situaciones denigrantes a las que me exponga serán traducidas  a los ojos de mis amantes y mi novio?

─Lo siento─ repito, incapaz de decir algo mejor.

Liam extiende su brazo hacia mí, con la palma abierta, invitándome con una bonita sonrisa. Ignoro la sensación de deja vu al recordar a Harry haciendo lo mismo y coloco mi mano sobre la suya.

No puedo evitar sonreír al sentir la suavidad de su piel contra la mía.

Cerrando los ojos, lleva mi mano a su boca y deposita un beso en la punta de mis dedos. Un escalofrío me recorre y se erizan todos los vellos de mi cuerpo. Los labios de Liam ascienden por mis nudillos, mi muñeca, mi antebrazo… estoy completamente vestida, pero no parece molestarle ya que me besa sobre la ropa.

Exhalo. Nunca creí que esto pudiese excitarme así. Creo que es él, quien tiene ese efecto en mí.

Gimo. Se ha ido acercando lentamente y ahora su boca está en mi cuello, mi pecho roza el suyo y mi brazo derecho cosquillea. Es como si tuviera millones de hormigas caminando sobre mi piel.

Besa intensamente mi barbilla y me rindo. No puedo resistirlo más, es más fuerte que yo. Bruscamente lo atraigo hacia mí y estampo mis labios en los suyos.

Otra vez la emoción frenética aparece y me desespero. Jalo de él contra mí, queriendo terminar con una distancia inexistente. Su cuerpo está pegado contra el mío, pero lo necesito aún más cerca.

¿Qué me sucede?

Comienzo a quitarme la camiseta cuando él me detiene. Entrelaza mis dedos con los suyos, obligándome a desistir en mi intento por desnudarme.

─Tranquila─ murmura. Asiento con la cabeza.

Se inclina hacia mí y besa mis labios intensamente. Se aleja de mí y me mira a los ojos. El silencio se vuelve cada vez más insufrible. Ahora es cuándo.

─Liam…─ empiezo pero no sé cómo seguir. Él muerde su labio, intrigado.─ Yo… yo quería, emm, quiero… pedirte algo.

Me siento idiota. Liam espera pacientemente mi petición, pero permanezco inmóvil e incapaz de hablar. Entré en pánico.

No puedo hacerlo, no puedo. No sé cómo. Auxilio. Socorro. Ayuda, por favor. ¡Sálvenme!

─Solo si tú quieres… Ehh─ ya, dilo, ____, tú puedes. No, no puedo.─ Liam, ¿quieres ser…─ mi amante, vamos _____, no es tan complicado.

Estoy empezando a sudar, mis piernas se aflojan. Todo se vuelve borroso, creo que voy a desmayarme. No puede estar pasándome esto.

No importa qué, debo decir algo. Piensa, ¿qué puedo pedirle? ¡Está esperando una pregunta! Y, en mi estado límite, suelto lo primero que se me viene a la cabeza.

─¿Me enseñas a hacer una mamada?

Un Novio & Cuatro Amantes (One Direction & Tu *HOT*)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora