Relatos de una Musa Perdida♤Yoonmin♤

PRÓLOGO

La música, la alegre charlatanería y los movimientos que Jimin y Hoseok hacían al ritmo de la melodía eran los más grandes factores de la alegría de Yoongi en ese momento. Acababan de terminar el VLive y estaban tan felices, tan emocionados. Yoongi se encontraba  totalmente encariñado con ese ambiente y, aunque no lograba sonreír completamente, era suficiente para deshacer la mirada de fastidio natural. Todos se agruparon para chocar latas de cerveza unas con otras, y el jugo de cajita de Jungkook, totalmente emocionados.

-¡Chicos, chicos! Mierda, tenemos que agradecer esta cabezota.

Taehyung abrazaba su cabeza, provocando un leve dolor, debido a la presión de su antebrazo. Yoongi rió y le dio un suave golpe a su dongsaeng para que lo soltara. Se encontraba demasiado feliz para protestar con insultos.

-Eres un increíble compositor. Dios, quisiera tener tu cerebro.

Suga explotó en risas por el comentario al imaginar un trasplante de cerebro y chocó la lata con la de todos, dándole una especial sonrisa a Jimin, que estaba de pie frente a él, y le daba una suave sonrisa, la sonrisa natural que tenía todo el tiempo.

-Hyung ¿De dónde sale toda tu inspiración para escribir? Es como si tuvieras carpetas en el cerebro con canciones premeditadas o algo así.

Todos soltaron una larga carcajada, bromeando respecto a la comparación de Jungkook al respecto. Se codearon y comentaron tontamente.

-Ya en serio, dinos, hyung ¿Cuál es tu inspiración?

Jimin le observaba con aquella clásica mirada llena de calidez que a Suga le derretía. No le derretía como a una adolescente hormonal que sentía cosquillas en el abdomen, sino como una implosión de sensaciones, una arrebatadora calidez y tranquilidad que le recordaba las mil y un razones por las cuales su corazón gorgoteaba cuando veía a su dongsaeng favorito (aunque jamás se lo dijera a nadie).

-Bueno, no sé. De momentos... de personas, más que nada—de momentos que paso con personas importantes.

-¿Cómo quién?

Todos miraron furtivamente a Jimin y luego a Yoongi. Usualmente, el mayor habría hecho una broma o habría golpeado al menor a aquellas alturas. Entraban a terreno desconocido, sentían terror de buscar el siguiente paso.

-No lo sé, niño. Sólo son personas que dejan una buena huella para ser recordadas.

Jimin iba a insistir, pero la mirada de Jin hyung le instó a callar. Yoongi no solía estar abierto a las preguntas y sabían que era mejor parar antes de que el mayor tuviera un colapso mental por intentar expresarse.

-Suena como que eres un gran compositor, hyung.

-Lo soy, niño. Yo soy el rey.

◇◇◇
¡Bienvenidxs sean!
Espero disfruten muchísimo esta novela, tanto como yo estoy disfrutando escribirla.

Anchor'n Rope♡