21. Querido Suga Hyung

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Suga reposó su cabeza en el hombro de Jimin, sintiendo el peso en su espalda del apoyo de su dongsaeng. Ambos estaban respirando de forma irregular, la música reproduciéndose a un volumen aturdidor. Sus manos se rozaban mientras Jimin tarareaba la canción.

—Jimin.

—Hyung.

—¿Qué está pasando?

—¿Cómo sabe que se está enamorando de alguien?

Suga parpadeó, levantando la cabeza del hombro del menor, observando con perplejidad algún punto en la pared, sopesando la pregunta por un segundo.

—B-bueno... Jimin-ah, no lo sé—el tono de voz fue una leve queja antes de continuar—Es similar a ese amor que tienes por tu familia y tus amigos. Es un sentimiento similar, pero también se incluye un deseo ferviente por él, por su cuerpo y por esa conexión afectiva que deseas... No sé, Jimin, es una cosa rara. Cada uno tiene una experiencia diferente con esto... ¿Por qué demonios estamos hablando de estas cosas, Park?

Jimin sintió sus mejillas colorearse y pronto rodó el tema hacia su deseo de ir al cine en algún momento, o sólo ir a caminar por un rato. Suga se vio envuelto entre el suave toque de Jimin sobre su mano, el suave apoyo del menor contra su espalda y el cálido aliento sobre su cuello. Jimin lo envolvía, así de simple. Suga estaba envuelto en Jimin, su esencia, su toque, sus miradas, sus sonrisas.

Horas más tarde, se adentraron Hoseok y Jungkook al lugar, seguidos por Taehyung. En cuestión de segundos, la dance line revoloteaba y bailaba en el lugar, mientras Taehyung y Suga se encontraban parloteando al fondo. Hoseok no dejaba de ver juguetonamente a Jimin, que no podía apartar la mirada del tranquilo dúo a través del espejo. Jungkook, a diferencia de Jimin, miraba con pura ensoñación al dúo, mientras Jimin estaba entre embelesado y a punto de lanzarse contra Taehyung. Si bien había pedido disculpas a su mejor amigo y le había regalado unos mocasines que el menor deseaba fuertemente, Jimin sabía que no había logrado que su corazón dejara de oprimirse cuando veía a Taehyung ser cercano a Yoongi, aún no entendiendo realmente qué estaba pasando.

Con ayuda de Hoseok y Jungkook, Jimin logró hacer su coreografía una vez, sin ningún error. Realmente se sentía más tranquilo por haberse demostrado que no estaba siendo un idiota sin talento. Sin embargo, cuando todos decidieron volver a casa caminando, y Hoseok tiró gentilmente de su mano para hacerle parar y re-direccionar por un recoveco, Jimin perdió su esperanza de estar haciendo las cosas bien. Demonios, el miembro más fuerte en baile lo estaba parando y sacando de la vista de los demás como si temiera que le oyeran gritando a Jimin.

Hoseok le hizo parar en cuanto se vieron bajo un cerezo, que dejaba caer sus hojas mientras el viento le golpeaba dócilmente con una brisa veraniega suficientemente refrescante para el calor de junio. Jimin reconoció el lugar como el conjunto de cerezos que crecían en el lateral de su casa, justo frente a la ventana de la habitación que ellos compartían antes de que él se mudara silenciosamente junto a Yoongi.

-Jimin-ah, necesito ayuda con algo.

En medio de todos los miedos y estreses que Jimin tuvo en los segundos en que esperó que Hoseok hablara, no se imaginó que esas iban a ser las palabras de Hoseok.

-Oh.

-Sí. Necesito que me ayudes a entender qué está pasando como para que hayas amenazado a tu mejor amigo con morderlo, perfumaras las camisas de Suga hyung con tu perfume y ahora mires con odio hacia Taehyung y cualquiera que pase más de 20 minutos con él en una charla que no sea de trabajo ¿Eres el hombre indicado o es mejor que hable con hyung?

Relatos de una Musa Perdida♤Yoonmin♤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora