4. Si no es, ¿Entonces quién?

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Cuando Jimin estuvo calmado, pudieron tener una bonita charla. Suga le comentó sobre las nuevas ratas (no eran ratas, sólo eran petauros de azúcar) que Jin había adoptado, de la nueva colección de cosas rotas de Namjoon y de Jungkook haciendo rabietas contra Taehyung. Jimin sintió que se había perdido una parte tan importante de su vida y la de sus amigos. 

-Se siente como si me hubiera ido y ahora quisiera volver. 

-Es un concepto de lo que hiciste. Yo sólo lo veo como estrés y ansiedad. Podemos solucionar ambos conceptos con un poco de descanso y juego. 

Suga había parado de fumar. No necesitó abrir y cerrar la cajetilla ni encender y apagar su encendedor. Las charlas con Jimin siempre eran una buena rehabilitación para la nicotina. 

-Los extraño. No había notado que los extraño tanto. Ni siquiera había notado que me duelen hasta los huesos 

Jimin sentía un vacío en el pecho. Él no era así, él no alejaba a las personas. Él intentaba estar con todos todo el tiempo. Suga supo que era momento de cambiar el tema. 

-Hablando de extrañar, extraño mucho jugar baloncesto. Quiero decir... Era bueno, podría haber sido parte de la NBA. Michael Jordan podría ser mi reemplazo. 

Jimin soltó una carcajada que hizo al corazón de Suga dar un vuelco. Había extrañado esa risa. 

-¿Quisieras ir conmigo a jugar? Mañana sería un buen día. Digo, podríamos ir, comer algo luego y, si no morimos en el intento, puedo llevarte a tomar algo. 

Para Jimin, era un plan de amigos para sacarlo del lío que estaba sintiendo. Para Suga, significaba entregarle una parte primordial de su vida a Jimin, confiarle un secreto de estado a su dongsaeng. 

-De acuerdo. Podemos ir a jugar, pero vas a tener que enseñarme cómo hacerlo, porque jamás he jugado. 

Así lo hicieron. Suga se llevó esa noche todos los aparatos electrónicos de Jimin (incluyendo la secadora y su lámpara de buró) para que el menor pudiera descansar. Jimin rió fuertemente cuando lo vio salir con las manos llenas de cosas y cables. Jimin durmió muy bien. Su cuerpo se lo agradeció con una alta energía cuando se levantó de la cama. No necesitó un café ni una ducha fría para saltar sobre Suga a las 10am, avisándole que era hora de salir. 

Suga lo echó cariñosamente de su cuarto, riendo cuando vio la puerta cerrarse, y se levantó, mirando la cama vacía de Jin. Pronto laboró por quitarse su pijama y ponerse ropa para entrenar. Su cabello estaba un poco ondulado por el movimiento en la cama y el sudor, tenía los ojos levemente hinchados y necesitó un gran lavado de dientes antes de salir. Desayunaron con los chicos en medio de bromas y charlas triviales. Salieron de casa, despidiéndose de todos, caminando por una serie de calles hasta un bonito parque con canchas de fútbol, basquetbol, tenis, pingpong, béisbol y muchísimas más que Jimin no reconocía. Suga se acercó a un bonito puesto de madera y entregó su identificación. Cruzó palabras con la dependienta por unos segundos y se alejó con un balón de baloncesto en la mano. Tiró de Jimin en dirección a una cancha pequeña con una sola cesta en ella y se adentraron, Suga rebotaba la pelota y Jimin le veía maniobrar con ella. 

-Esto es sencillo. Pon mucha atención. El drible lo haces así y los pases son sólo así. 

Suga hizo demostraciones, le hizo repetir movimientos y hacer ejercicios de concentración. Jimin logró hacer lanzamientos decentes y robarle el balón a Suga un par de veces. Jimin estaba realmente feliz, estaba relajado, tranquilo, y sintió que no tenía ninguna preocupación, y eso hizo a Suga feliz, ver a Jimin con los ojos acuosos de alegría y su cálida sonrisa coloreando su rostro fue suficiente para hacerle sonreír a él también. 

Relatos de una Musa Perdida♤Yoonmin♤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora